𝗙𝗜𝗙𝗧𝗘𝗘𝗡; 𝗲𝗻𝘇𝗼 𝘅 𝗷𝘂𝗹𝗶𝗮𝗻 ✓

01; First day - Julián.

01; Primer día - Julián.

Julián se quejó al escuchar la música de las alarmas que samsung tenía y que su madre no se dignaba a cambiar.
Bostezó y prendió su teléfono mirando la hora, seis treinta am, se refregó el rostro pensando en el día que le tocaba, primer día de clases que por alguna razón lo tenía nervioso como todos los años.

-¡Arriba Julián!- escuchó después de unos golpes en su puerta, como odiaba que "lo despertaran" cuando ya estaba despierto.

Agarró el uniforme de mala gana y se lo puso mientras trataba de arreglar su cabello, caminó hasta la cocina sin siquiera haberse lavado la cara y tomó una tostada que Mariana le había preparado.

-Tomate el café con leche- habló su madre desde el comedor, Julián arrugó la nariz pensando en lo mal que podría llegar a caerle pero aún así lo tomó disfrutando del contacto caliente que elevaba un poco la temperatura en su cuerpo.

Antes de salir, tomó su buzo negro y la mochila y saludó a su madre.

-Nos vemos al mediodía- besó su mejilla recibiendo un ¡Suerte, te amo! de Mariana.

Salió de la casa bostezando mientras sentía el frío de la mañana colarse por su buzo.
Después de caminar las dos cuadras correspondientes desde su casa hasta la escuela respiró hondo viendo el edificio de color salmón frente a él, sacudió su cabeza despejandola de pensamientos negativos causados por el nerviosismo que sentía y entró a la institución buscando a sus amigos; Lisandro Martinez y Paulo Dybala.

Lisandro era un chico audaz, divertido y sociable, su sábado ideal era ir al río a tomar con la compañía de Álvarez y Dybala o "ranchar" en la casa del primer nombrado.
Mientras que Paulo tenía una personalidad parecida a Martinez su sábado ideal era un poco, bastante, distinto al de este. Su sexto día de la semana ideal era con Julián y Lisandro acostados en su habitación junto a él viendo cirugías plásticas por la tele, le entretenía demasiado que a Martinez le daba risa.

-¡Juli!- escuchó y con la vista buscó a Lisandro, lo había reconocido por la voz.
Después de unos cortos segundos buscando a sus amigos con la mirada los encontró sentados en un pequeño banco que había en la entrada, sonrió y se acercó a su pequeño grupo.

-Hola- saludó sonriendo y chocaron manos entre los tres.

Después de un rato charlando y actualizándose a pesar de haberse visto hace una semana, entraron al patio principal de la escuela donde todos formaban para escuchar las aburridas y cansadoras palabras que la directora daba en las entradas.

-Y esta boluda quién se cree que es- susurró Lisandro escuchando el discurso de morondanga, según él y el resto del colegio, que daba la directora cada inicio de ciclo escolar.

-Ni idea, como es rubia seguro que es hueca- susurró Paulo.

-Pero es teñida- agregó Julián.

-Con más razón- rieron bajo y fingieron seguir prestando atención a las palabras que soltaba la rubia.

Julián, aburrido de las palabras de la mujer empezó a mirar a cada curso, a las personas con suma atención en ver quienes eran los lindos de este año, rió en su mente por sus ocurrencias. Le encantaba fichar gente del resto del colegio aunque sabía que nunca se iba a dar nada, no porque Julián fuera "feo" entre miles de comillas, si no que su timidez le jugaba en contra a la hora de socializar.
Después de estar mirando gente un buen rato decidió mirar al frente solo por unos segundos para percatarse de que la mujer siguiese hablando y siguió mirando a los estudiantes hasta que encontró una sonrisa brillante que lo hizo flaquear, sintió su corazón acelerarse y en un acto reflejo mordió su labio inferior.

-Vamos al curso boludo- rió Martinez al ver a su amigo tan perdido o más bien embobado.

-Uh, sí- habló saliendo del transe y caminaron bajando una pequeña rampa hasta llegar a su curso.

Se miraron entre sí y con rapidez ocuparon la fila de la derecha y los últimos dos asientos. En el último banco se sentó Julián con Lisandro y en el penúltimo Rodrigo con su mochila a un costado, prefería sentarse solo ya que según él Lisandro le daba codazos al escribir y Martinez se negaba a sentarse solo.

-¿Qué me trajiste para comer Paulito?- preguntó Lisandro bostezando.

-¿Ya tenés hambre boludo?- rió Dybala y Lisandro asintió con la cabeza haciendo reír a sus dos amigos.

-Licha son las siete de la mañana, es una banda- rió Julián refregandose el rostro mientras bostezaba, no entendía como Martinez podía tener hambre tan temprano en la mañana.

-Y bueno pa- rió quitandole las galletitas a Paulo quien apenas las sacaba.

-Buen día, yo voy a ser su preceptor- habló un hombre alto haciendo que Julián y su grupo dejen de hablar. -Mi nombre es Lionel, mi preceptoría está acá al frente así que ojo, una cagada; una sanción- habló mirando la hora en su teléfono, varios minutos habían pasado y la profesora que tenían aún no llegaba.

Un golpe leve en la puerta hizo que todos se giraran, Lionel sonrió viendo a otro hombre en la puerta y le hizo señas para que entre.

-Hola- saludó el de rulos -Soy Pablo, prece de los chicos de primero- se presentó haciendo reír un poco al curso, él había sido su preceptor en primer año.

-¡Tan rápido te olvidas de nosotros Pablito!- habló uno de los alumnos y Aimar sonrió negando.

Después de eso una breve charla se dió entre Lionel y Pablo haciendo que el más alto ruede los ojos y se queje de algo que Julián no había llegado a escuchar bien.

-Bueno che, primer día y tienen hora libre- avisó Lionel haciendo que el curso festeje. -Son un quilombo- se quejó por lo bajo Lionel.

-Ojito con mis pollitos- habló Pablo haciéndolo reír.

-Yo te cuido los pollitos- rió Lionel negando para después avisarle al curso que podían ir al patio y al kiosco de la escuela.

n/a: perdón yo tengo q meter a los padres de la patria en todos lados JAJQ
esto va a ser un cliché argentinizado y va a ir corriendo pq no quiero hacerlo muy largo, largo en fin, espero les gustee💞💞💞