Capítulo IV

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Llegar hasta la universidad que estaba a cuarenta minutos de Puerto Madero era un estrés aunque yo me iba en mi propio auto hasta allá.

La universidad Provincial de Ezeiza era de la mejores en el país para toda carrera de artes que se quisiera ofrecer.

No era la mejor para mi carrera pero aquí tenía beca y no pensaba desperdiciarla.

Cuando entré al salon de clases me esperaban mis amigos de siempre.

—Hola amigo. ¿Qué tal las vacaciones?— Tadeo era mi mejor amigo en la universidad.

Ambos estamos estudiando esto por conveniencia pero él se dedicará al negocio de sus padres y yo, pues yo a lo que me da dinero.

—Pues cansadas. Acabo de llegar de México por unas cosas que grabamos para unos proyectos que traemos y de paso hicimos stream con Juan y todos los chicos que anduvieron por allá.

En cuanto vi cómo le brillaron los ojos supe qué era lo que me iba a preguntar y estaba preparado para la respuesta.

—¿Le dijiste a Rivers que la amo?— sonreí y saqué mi teléfono.

Solo se lo entregué y el resto ahí quedó. Era un video de mi amiga mandándole saludos a este pobre enamorado.

Desde que tengo uso de razón empezó a ver sus videos debido a que conocía a El Mariana entonces quedó totalmente flechado por ella aunque sabe que tiene novio.

—Eres el mejor amigo del mundo, carajo— dijo abrazándome, no me gustaban los abrazos. Los odiaba.

Continuaron las clases hasta que llegó la clase que más odio, metodología de la investigación.

Tres horas seguidas de esa estúpida clase que todos odiamos. Y con mayor razón ahora que nos habían hecho compartir salón con "Literatura y narrativa universal"

La universidad era grande, claro que sí. Es por eso que construían salones nuevos para futuros grupos y ampliar la admisión a nuevos alumnos. Esa es la razón por la que han decidido juntar dos carreras en un mismo salón.

Casi estábamos rozando codo con codo a la siguiente persona pero no me interesaba siempre y cuando me tocara al lado de una chica hermosa.

Coloqué mi termo de café en la banca para poder sacar mis apuntes del semestre pasado, puede que no ejerza esta carrera pero sí hay algo que fui vio a bien aquí, son los apuntes en caso de que toque recordar la materia, como a mi me toca recursar justamente metodología de la investigación.

Las mesas eran pequeñas, claro, para ahorrar espacio y permitir entrada a la carrera que venía así que tuve mucho cuidado porque además de manchar todo, me iba a quemar horrible.

Entraron las chicas y como es de costumbre pasé mi mirada, cuál scanner de aeropuerto, sobre ellas para identificar a quien terminaría besando en las fiestas de la facultad.

Ninguna, ninguna era bella hasta que entró ella. Esa chica alta de cabello rubio y ojos azules. Labios hermosos y carnosos que se me antojaba morder.

Estaba admirándola desde mi lugar hasta que vi ese pequeño vaso blanco de tapadera verde caer sobre mi carpeta de segundo semestre empapando todo y quemándome toda la entre pierna de manera demasiado dolorosa.

—Carajo— digo poniéndome de pie y viendo la mochila color verde que me había tirado todo encima.

El dolor era impresionante así que me puse de pie y traté de aguantármelo, no quería hacer un escándalo pero no puedo creer cómo sentí el café quemándome la piel.

—¿Por qué no miras por dónde caminas?— casi lo grito pero quedé sorprendido y más enojado aún, ahora que vi quien había sido.

—¿Quién es el idiota que tiene un café al filo de la mesa?— ella volteo y tal vez no me había reconocido o estaba seguro de ello.

Era la misma chica del avión, era esa niña con algo en los ojos, la que me había tirado la maldita copa de vino y ahora mi vaso de café. Genial.

La dejé ahí de pie y me salí enojado del aula, necesitaba quitarme esto de las piernas o terminaría con una pierna demasiado irritada para el final del día.

Definitivamente no creía en lo absoluto en el destino, soy más fiel creyente de que las cosas pasas porque existe la ley de causa y efecto. Lo que te sucede en la vida es porque tú lo provocas, no hay ni un ente celestial ni una energía buena que te ayude con ello.

Me puse agua fría pero nada cesaba el dolor así que como pude tuve que ir a la sala de enfermería. La señora que estaba ahí me atendió y me dio un apósito con pomada para que no saliera ampolla.

Regresé al salón y cuando entré, la chica no estaba. Me inundo el alivio al saber que no compartiría clase con una persona como ella de problemática.

Cuando terminaron las clases me dirigí a mi auto y conduje hasta mi casa esperando poder llegar y tomar una siesta rápida. Y todo apuntaba a eso hasta que me llegó un mensaje de Carre pidiéndome que jugáramos unas cuantas partidas con Oscu y Robleis el día de hoy.

Claro que no me puedo iba a negar a mis amigos, este fin de semana nos veríamos para jugar algo con mucho alcohol de por medio para después salir a enfiestar un poco.

Me cambié de ropa y por una vez en mi vida me puse unas bermudas más cortas a las que solía llevar. Tenía la piel roja pero nada más. Esperaba que esa chica donde quiera que estuviera justo ahora, se quemará con agua caliente la entre pierna.

Me divertí con mis amigos, eso me distraía de lo mierda que podía ser mi vida un poco. Carre me hace reír demasiado y no sé diga cuando estamos juntos todo lo que puede pasar. Somos unos comediantes de primera.

—Aprovechó para contarles chicos, que justamente mi vida cada vez da más vueltas a lo que apunta ser una mierda. Hoy fue mi primer día de clases en la uni y no saben a quién encontré.

Leía el chat y todos decían cosas sin sentido, las donaciones sonaban y yo seguía concentrado en que no se me viera el huevo por la bermuda que traía puesta.

—Nada más y nada menos a la chica del vino en el avión. Pero hoy ella fue la que me tiró el café a mi. Me queme horriblemente la pierna y Justo ahora no puedo mover mucho pero chicos, esto no es nada más ni nada menos que una mala jugada.

Seguíamos en llamada con Carre y Oscu que miraban con atención lo que estaba diciendo. Me preguntaron el contexto de la historia y por supuesto que se los di.

—Spreen, escúchame. Tú y esa chica van a terminar juntos, que te lo digo yo— dijo Carre mientras soltaba una carcajada.

—Primero muerto que sí quiera compartir saliva con esa chica. Es una tonta que nunca mira por dónde camina. Espero y a su estupida falda no se le salga la mancha de vino que tiró.

Todos reímos y fue así como finalízanos el stream, con un par de risas y unos tragos por encima.

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Wow jajaja quien diría que sucedería todo esto. Bueno, espero les haya gustado el capítulo de hoy :3 no olviden dejar su voto o cometario si les gustó, por favor.

Recuerden que tengo otra historia de Roier por si quieren pasarse a darse una vuelta rápida y leerla, prometo no se arrepentirán en vdd. Les quieroooo <3

In love with my enemie || SPREENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora