CAPITULO XVII

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NARRA MACA...

Terminó mi turno y hoy más que nunca estuvo pesadísimo... eso o me está pesando demasiado la resaca que traía.

Olivia, mi compañera de turno no paraba de preguntarme sobre la fiesta así que le platiqué todo a detalle, omitiendo lo de Spreen que aunque era borroso había una sola cosa que no podía borrarme de la mente.

Éramos ambos bajo el agua entre risas y por ese momento fuimos más que un manojo de enojo, coraje y demasiada tensión. Fuimos ambos entre risas, agua y nosotros. Eso bastó más que nada en el mundo por solo ese momento.

-Tierra llamando a Maca...- me dice la chica que está en la barra con las bebidas.

-Lo siento- digo volviendo de mi trance mientras tomo dos tazas con matcha caliente.

Fue tanta mi distracción que no noto las cintas de mis zapatos desabrochadas así que tropiezo con estas mismas derramando ambas tazas sobre mi pecho.

-Mierda- grito del dolor.

Rápidamente me quito el mandil de la manera que puedo y corro a la parte de atrás de la cafetería. Olivia me sigue y me ayuda a quitarme la playera rápidamente dejándome en puro sostén.

-Maca, ¿estás bien?.

-No- retengo las lagrimas como puedo.

El ardor que sentía en ese momento no me dejaba ni respirar.

-Deberíamos ir al hospital corriendo- y fue ahía cuando entró el miedo en mi.

-No, estoy bien. Solo debo de colocar agua fría y ya está.

-Que no, Maca. La última vez que yo me quemé tuvieron que injertarme piel.

-Te entiendo pero solo es leche caliente.

-Que vamos Maca, no te estoy preguntando. Necia- dicho esto nos fuimos.

Oli tomó su motocicleta y nos subimos. Cuando llegamos al hospital corrimos a urgencias y de la manera que pudieron nos atendieron rápidamente.

El tiempo pasaba muy lento y yo ya me quería ir a mi casa a dormir, porque lo necesitaba demasiado. Pasaban los minutos y lo único que habían hecho en mi era untarme una crema y medicamentos IV para el dolor.

Odiaba los hospitales, los odiaba con mi vida. Lo único que obtenía de aquí eran malos recuerdos y flashbacks de cosas que no me gustaría seguir reproduciendo en mi cabeza.

-Nena, necesitas tranquilizarte un poco porque tus latidos se han disparado por los cielos- me dice una enfermera mientras anota algunas cosas en unas hojas.

-Es que no puedo- digo tratando de ocultar las lágrimas que me salen.

-A ver muñeca- se sienta en la silla que hay al lado de mi cama- ¿te encuentras bien?.

Y es que no sé que tan seguido se vea esto por los hospitales pero estoy segura que no soy la primera y lo noto por la manera en que me mira.

Siente compasión de mi, siente lástima.

-No es nada, solamente me dan miedo los hospitales. Es todo.

-Pequeña, he trabajado veinte de mis cuarenta y un años de vida. Me han tocado muchas chicas como tú y créeme, puede que el hospital parezca un lugar malo pero es mi trabajo hacer que no pienses eso.

Ahora había ternura en su mirada, algo que me aseguraba que todo estaría bien.

-Es que... hace poco menos de un año estuve en un hospital y me da miedo.

-No te preocupes, aquí solo te trataremos bien. Si quieres llorar, llora o como te sientas cómoda.

¿Qué tan diferente sería el mundo si las enfermeras fueran así en todos lados.

Gracias a los tranquilizantes que me dieron logré dormir sin dolor. Al parecer estaría pocas horas nada más en lo que me valoraban.

Estar en esta cama acostada me trajo demasiado recuerdos, malos. Anhelaba ver a mi hermano al lado de mi cama diciéndome que todo estaría bien pero estaba consciente que no sería así porque al final del día, yo había cortado el lazo.

Las enfermeras me dieron el pase de salida, había perdido la noción del tiempo y resulta que solo había estrado cuatro horas en el servicio.

Me entregaron mis cosas, me cambié y salí a la sala de espera y la sorpresa invadió mi rostro.

Estaba Olivia, Meg y Hugo... corrí y abracé a mi hermano causando un poco de dolor en mi pecho por la quemadura.

-¿Estás bien?- me da un beso en la frente.

-Ahora sí- no quería soltarlo.

A pesar de todo lo que había pasado, necesitaba un abrazo de él.

-¿Cómo supiste que estaba aquí?- lo solté.

-Me hablaron de tu trabajo. Ante la ley soy tu tutor legal en lo que cumples veintiún años. Con tu puro nombre acceden a mis datos por el seguro médico.

-Que tecnología- me reí.

-Vámonos que el camino es largo.

-No es cierto- digo.

-Cuando lleguemos a casa, te voy a hacer de cenar.

-Hugo, son las dos de la mañana. Mejor vayamos a dormir.

Al final me despedí de todos y nos fuimos a casa.

Sabía que teníamos que hablar pero quería evadirlo a toda costa.

¿En realidad quería regresar a vivir con él? Yo creo que no, sinceramente. Estaba bien viviendo sola pero no quería pelear con mi hermano, además, él ya tiene veintiocho años y necesita conocer gente.

Debe de saber qué hay una vida más allá de mi y cuidarme. Lo debe de entender.

-No voy a regresar a vivir contigo- me dije de golpe.

-No hablaremos de eso ahora, Maca.

-Me refiero a que te amo mucho, eres mi hermano pero me gusta mi vida ahora que yo trato de ser independiente.

-Maca, hablaremos mañana de eso cuando regreses de la universidad. Por ahora descansa y relájate. Las quemaduras duelen demasiado.

Era cierto pero sí tan solo el supiera que la causa de tener una teta quemada es Spreen, no estaría tan tranquilo.

Llegamos a casa, subí a mi antigua habitación y me acosté a dormir. Mañana sería un día largo si planeaba decirle a Hugo que quería vivir sola.

Fui a la universidad, Diego ya había regresado de su viaje y lo puse al tanto de lo que había sucedido. Al parecer en la playa está haciendo frío lo cual es raro.

Viví un día más de mi vida y hoy, por primera vez en la vida, no me había topado a Spreen después de que me dejara en mi trabajo.

No sé cómo me sentía al respecto sobre él. ¿Me gustaba? no. No estoy segura y no lo creo pero lo que sí sabía es que no podía dejar pasar desapercibido lo que me hacía sentir cuando lo veía.

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Holaaaa, una disculpa antes que todo. Lo que sucede es que ya entré a mis prácticas en el hospital y la verdad es que este proceso ha sido muy pesado puesto de toda la mañana y toda la tarde estoy en clases y viceversa.

En fin, les traigo un pequeño capítulo en recompensa jajaja espero poder actualizar este fin de semana aunque sea un poco. Les quierooooo.

No olviden votar si les gusto y compartirla con sus amigxs.

In love with my enemie || SPREENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora