Domingo "Comida en casa de la abuela"

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NARRA MACA...

Ayer la noche para mí fue de lo más tranquila. No bebí mucho y estuve con mis amigos celebrando los triunfos de cada uno de ellos. Spreen, Carre y yo decidimos irnos temprano al hotel puesto que estábamos cansados.

Al día siguiente puedo decir que desperté de maravilla con Spreen abrazándome de la cintura pegada a él. Sin querer despertarlo me puse de pie y me dirigí al baño.

Hoy era un día importante para mi puesto que vería a mi abuela por parte de mi papá, desde que me fui de aquí nunca me había tomado el tiempo de llamarla o mandarle un mensaje porque me avergüenza lo que sucedió y hoy era día de afrontarlo cara a cara.

-Buenos días. ¿A dónde vas?- dice modorro mientras yo saco mi ropa de la maleta.

-Recuerda que hoy voy a pasar el día con mi familia. Mi abuela probablemente me esté esperando para desayunar- le regalé una sonrisa.

Se veía tan sexy así recién despierto sin la camiseta puesta.

-Perfecto, pues yo te llevo. Sé que Xochimilco está lejos y no pretendo que andes sola por esta ciudad- se pone de pie rápidamente.

-No, espera. ¿Qué haces?- lo detuve- yo puedo ir sola. No es necesario que me lleves.

-Ahorita yo soy el adulto aquí así que me haces caso. El hotel tiene un auto reservado para huéspedes así que tomaremos ese.

Este chico era demasiado complicado y sabía que ponerme a discutir con él sería una pérdida de tiempo puesto que ya iba tarde y me tardaría media hora en llegar por el tráfico.

Además él no es el adulto, ambos tenemos la misma edad.

Ambos estuvimos listos en una hora aproximadamente. Le había mandado mensaje a Hugo para que le dijera a la abuela que ya iba para allá.

Cuando nos subimos al auto yo solo iba mirando la ventana mientras que el chofer conducía y Spreen me veía a mi.

Estaba nerviosa y yo sabía que se olía mi miedo además de que ahora era otra persona y ellos no lo sabían. Tenía miedo a que me juzgaran y me crucificaran por mi pasado.

La ventaja que tenía era que Spreen se iría y no tendría que escucharme diciéndole a la abuela que me perdonara porque uno de sus hijos murió por mi culpa.

Era algo difícil para mí, afrontar mis problemas siempre ha sido algo que me da demasiado miedo y hoy no es la excepción.

-¿Qué es eso?- dice mientras pasamos la entrada a la zona de las trajineras.

-Son trajineras, unos tipo botes muy lindos y coloridos. La gente a veces pide que le pongan el nombre de alguien y las rentan mientras te dan un paseo por el lago de Xochimilco y hay música, comida y bebidas aunque mucha gente se ha ahogado por eso pero igual los señores que te pasean te advierten mucho sobre el lugar. A mi me gustaba venir con mi abuela porque no sé si sabías pero el Ajolote es de aquí precisamente y es mi animal favorito en la vida...

-Oye... tranquila. ¿Estás nerviosa, verdad?-me dice y sí, cuando estaba nerviosa hablaba hasta por los codos.

-Un poco, hace mucho que no veo a mi familia.

-Llegamos- dice el conductor.

-Nos vemos- le digo al argentino mientras tomo mi bolso y me bajo del carro.

Cuando estoy frente a la puerta, siento que una mano toma la mía y la aprieta, volteo rápidamente y es Iván.

-¿Qué haces aquí?- le pregunto.

In love with my enemie || SPREENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora