"Y es que lo prohibido siempre viene con un sabor especial"
- Por tentaciones como tú, existen pecadores como yo.
- KookV
- Ángeles y Demonios.
- Distorsión de edades.
- m-preg.
- Mención de otras parejas.
- Pura ficción.
《Queda prohibido cualqui...
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La sensación de ardor consumió cada parte de su cuerpo iniciando por sus pies, hasta extenderse y quemar cada milímetro de piel expuesta que pudiera tener. Cerró los ojos intentando soportar el dolor, pero era inútil, aquélla sensación ardía tanto que incluso deshacía de a poco las telas más finas de su traje.
El príncipe no gritó aunque lo deseara con toda sus fuerzas, a pesar de que las quemaduras comenzaban a irritar y tornar roja su piel, él no lo hizo, no podía; no cuando su voz lo abandonó y las palabras parecían un especie de idioma que nunca utilizó en su vida. Sentía que se desmayaría por sentir algo tan fuerte como ese ardor corporal que lo estaba quemando vivo por dentro y por fuera; que lo estaba torturando de una manera tan cruel con el paso de los segundos.
Cuando abrió los ojos, esos que también le ardían, se encontró a si mismo temblando rodeado de una neblina espesa que le impedía ver mas allá de su cuerpo. Hacía frio, de pronto entendió que las quemaduras que sentía, se debían al clima helado que lo envolvía con fervor.
Sus manos yacían apoyadas sobre una capa de nieve blanquecina en el suelo. Pudo notar que aún sostenía un fragmento negro en sus manos; sus guantes estaban dañados, por lo tanto el contacto de su piel con el cristal era un hecho irremediable.
Más que angustiado se puso de pie, no había parte de su cuerpo que no estuviese entumecida. Trató de respirar con normalidad y así poder analizar su situación, pero incluso tomar aire le ardía; el vapor que salía de su boca al exhalar era muy notorio para sus ojos, era una confirmación de que el frio era muy fuerte y terriblemente dañino.
¿Dónde me encuentro? Se preguntó entrecerrando los ojos e intentando descubrir su ubicación mirando mas a profundidad, pero era imposible distinguir algo, no se veía nada. La brisa que corría era helada y sus piernas descubiertas comenzaban a entorpecerse y perder el equilibrio. En lugar de hacer pasos hacia adelante, los hacia atrás intimidado hasta que chocó con algo que logró arrebatarle un pequeño grito de espanto.
Al no saber con qué se encontraría en ese lugar desconocido, volteó al instante abrazándose a si mismo con un sentimiento de adrenalina recorriéndole cada fibra muscular, sin embargo se relajó al ver un árbol enorme. No contaba con ninguna hoja, incluso parecía ya no tener vida, estaba hueco, abandonado, muerto.
El príncipe se atrevió a tocarlo con una mano. Se sintió mal por él, pero incluso con su tacto no pudo hacer nada, ya se había ido.. al parecer hace bastante tiempo. El árbol estaba frio, congelado. Se preguntó a si mismo si ese era el destino que le deparaba a él también.
Cuando levantó la mirada, notó que había mas arboles alrededor. Se veían aterradores, la brisa helada se encargaba de dispersar la neblina de a poco. Ese frio no era agradable, cuando se miró las manos observó que se estaban tornando de un tono negro, al menos donde el guante dañado no las cubrían. Tiritó de frio y se quejó por el dolor... ¿Qué es esto? Se preguntó.
El chico con cabellos dorados hizo un paso en la nieve helada y no tardó en colisionar sobre ella. Su cuerpo no soportaba ese clima, sus piernas no le obedecían, no le respondían como deberían. Sus labios estaban morados y las manchas en su rostro eran muy dolorosas para que pudiera soportarlas. Quería gritar, pedir ayuda, hacer algo, pero no podía emitir un solo sonido. Estaba seguro de sentir un aura pesada en ese lugar.
Siempre fui alguien débil, pensó en medio de un diluvio de copos de nieve que continuaban cayendo a medida que la brisa se volvía mas fuerte. El aire de esa cruda y helada ventisca arremetía en su cuerpo con crueldad. El pensamiento de tener la contextura física de un ser humano vino a su mente, después de todo ellos eran seres débiles por naturaleza.
Con esfuerzo, el príncipe volvió a ponerse nuevamente de pie y comenzó a caminar en medio del viento intentando al menos conseguir una sola dirección para resguardarse de la tormenta. Por el contrario, mediante más caminaba solo conseguía adentrarse más a ese siniestro bosque; parecía un laberinto aterrador, sin un sola salida a la vista.
El picor en su garganta le hizo toser incómodamente más de una vez, hasta que de pronto su caminar se vio interrumpido cuando a sus oídos llegó el sonido que un ave emitió a lo lejos y que a lo largo de los segundos se hizo cada vez mas audible y cercano.
En un instante el temor se unió a los dolores corporales que sentía por todos lados. Ya para ese entonces no sabía con certeza si sus temblores eran a causa del frio o del tenebroso sonido del animal acercándose con rapidez.
Taehyung tragó saliva sintiendo como su garganta le raspaba, tuvo que cerrar los ojos por eso y soportar el dolor. Miró hacia arriba y abrió los ojos al ser consiente que el animal se encontraba en lo alto de un árbol sin hojas, analizando sigilosamente cada uno de sus movimientos. Tal vez pensando que él se encontraba muerto al no mover un solo dedo, o quizás esperando para comérselo, pensó el joven de cabellos dorados.
¿Cómo es que había llegado a ese extremo? Ni él conocía la respuesta a esa interrogante.
El animal que lo veía desde lo alto de ese árbol, entrecerró sus ojos observando a la criatura en el suelo.
El ave se encontraba volando por ese sector cuando un aroma singular llegó a él, estaba impregnado en la ventisca y no fue difícil percibirlo. Tampoco lo fue encontrarlo. ¿Qué cosa era esa? Se preguntó el animal al ver que tenía la apariencia de un demonio o un ángel, pero no traía alas, lo cual lograba alterar sus pensamientos básicos sobre seres que ya conocía. Ese ser era mas como un.. humano.
El animal sabía que no estaba muerto; no era difícil para él deducirlo. Desplegó sus alas sintiendo el frio cada vez mas intenso y se propuso a acercarse a la criatura.
El príncipe al notar cómo el enorme ave se acercaba a él volando sigilosamente, abrió los ojos con mas temor del que ya tenía, y se sorprendió al encontrarse a si mismo corriendo para adentrarse mas a la oscuridad del bosque. Taehyung sacaba fuerzas de donde no tenía, pues su cuerpo estaba totalmente debilitado. Las ramas de los arboles golpeaban su cuerpo, rasgaban su vestimenta y dañaban su rostro, tropezó mas de una vez, pero no se permitió caer hasta que chocó con el borde de un árbol por mirar si el ave continuaba siguiéndolo.
Por el impacto su cuerpo cayó con fuerza sobre un helado y frio suelo; no le tomó mucho distinguir que se trataba de agua congelada. Era un lago.