La otra cara de Genshin Impact

✧ ; 4 - El viento

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Zhongli estaba terminando de cortar algunas verduras para saltearlas al fuego cuando escuchó la pregunta del menor. Le pilló un poco por sorpresa, pero no le hizo distraerse de lo suyo por el momento ya que quería tener todo listo cuanto antes

—Bueno, he vivido muchos años al fin y al cabo, muchas personas han compartido mi cama en este tiempo... No puedo negarlo. Pero hacía bastante tiempo que no ocurría desde la última vez, y ahora no estoy viendo a nadie más, si es lo que preguntas— comentó a la par que ponía el aceite a calentar y, mientras esperaba un poco, se giró para poder ver la reacción del menor al respecto.

Aquella respuesta dejó pensativo a Tartaglia, no podía dejar de pensar en lo ocurrido y no le gustaba imaginar a Zhongli de esa forma con nadie más, no quería. Sacudió la cabeza y trató de no pensarlo.

—Era solo curiosidad... Quizá a Aether le gusten esas cosas, ¿crees que si se lo pido me hará caso?— Comentó pensativo. El viajero era la segunda persona en la que más confiaba allí en Liyue y por lo que había dicho Zhongli quizá sí que podía practicar aquello con otras personas. Quería impresionar al arconte y saber que hacer la próxima vez.

—¿Aether?

El arconte alzó una ceja al escuchar aquello y volvió a girar su mirada para prestar atención a lo que estaba cocinando, antes de que se quemara. Por alguna razón le había molestado saber que ya estaba pensando de nuevo en ese chico, incluso planteándose hacer aquello con él. No entendía por qué se sentía así, pero la idea le desagradaba más de lo que debería.

—Bueno ... Si es lo que quieres, habla con él— pronunció haciendo como si no le importara, mientras removía enérgicamente las verduras, aunque en el fondo se había quedado dándole vueltas a ese tema. —No sabía que tenías tanta confianza con él.

No pasó por alto que el arconte se decayera al escuchar sus palabras. Tartaglia ladeó la cabeza y se acercó un poco para sentarse en un taburete sin poder evitar gemir de dolor.

—Ugh... hm... Aether es mi único amigo aquí junto contigo y bueno, quiero aprender cosas para ser mejor que tú y poder impresionarte—. Tenía aquella actitud competitiva para todo y aquello no iba a ser menos. —Quiero sorprenderte y no puedo hacerlo si solo practico contigo... ¿o sí? No sé si esto es igual que el combate pero ya te he dicho que se siente igual para mí... me gusta.

Aquellas palabras dejaron pensativo a Zhongli y suspiró. Por una parte le sorprendía que su deseo fuera el de impresionarlo, pero por otra, seguía sin hacerle gracia imaginarle con Aether de esa forma, ni con nadie de hecho, pero no podía decirle aquello pues no estaba tan equivocado después de todo. Si quería mejorar, lo ideal sería practicar y probar cosas nuevas, más aún si lo veía igual que un combate. No podía hacer nada al respecto.

—En ese caso, practica si es lo que deseas... Eres libre de hacerlo al final—. Lo que Tartaglia no sabía, era que ya llamaba demasiado la atención del arconte sin necesidad de ganar experiencia. Cuando todo estuvo listo, sirvió la comida en los platos y miró al menor —Vamos a comer antes de que se enfríe.

Por alguna razón, Tartaglia se decepcionó al escuchar aquello. ¿Acaso quería que le dijera que no podía? ¿Por qué razón? Miró la comida y asintió sentándose junto a la mesa para poder comenzar a comer.

—Mhm... Está más rico de lo que esperaba, gracias—. Su sonrisa pícara salió a la luz y dejó a un lado el tema por el momento pues no quería que su relación se viera afectada. —¿Quieres que vayamos a pescar entonces? Me siento mucho mejor y bueno, quizá podríamos ayudar al viajero de paso, me apetece pelear—. A Tartaglia le gustaban los retos y, sin duda, luchar en su estado sería uno. No le dolía tanto, pero tenía agujetas por todo el cuerpo por lo ocurrido tanto la noche anterior como la tarde, cuando se enfrentó a Aether en la casa dorada. —No sé como sigo ayudándolo... Aether tiene algo especial, ¿no crees?