✧ ; 8 - Morax

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N/A: Os recordamos que de esta historia sacamos muchas ideas para los One-shots que hemos ido escribiendo jeje


Aether quiso decir algo antes de que Xiao desapareciese, pero no fue capaz de hacerlo así que se quedó en silencio mirando la comida. Paimon se frotó los ojos en señal de que tenía sueño así que el viajero sacó su tetera, que era donde vivía.

—Nosotros nos vamos a dormir, si necesitáis algo podéis frotar la tetera— comentó sonriente el viajero antes de entrar junto con Paimon y dejar a ambos solos.

Zhongli observó cómo ambos se marchaban y dijo un "buenas noches" antes de que se desvanecieran en un remolino mágico. Se había quedado un poco preocupado por toda la situación, pues no había podido evitar fijarse además en la expresión que tenía Aether cuando Xiao se marchó. No podía evitar pensar que aquella situación iba a ser más complicada de lo que parecía. Tartaglia se sonrojó al estar solo de nuevo con Zhongli y miró a otro lado mientras se levantaba poco a poco. Le había estado provocando durante toda la comida y no sabía si iba a echarle la bronca o cual iba a ser su reacción.

—Podemos usar el punto de teletransporte cercano para volver a Liyue. Tardaremos menos en llegar a mi casa— dijo el joven fatui sin establecer en ningún momento contacto visual con el adverso. Se mordió el labio inferior sin saber que hacer o que decir, su corazón latía demasiado rápido y una extraña sensación le abrumaba.

La voz de Tartaglia sacó de sus pensamientos a Zhongli, entonces se dio cuenta de que al fin estaban solos de nuevo y el arconte se puso en pie sin tardar.

—Bien... Voy a avisarle al cocinero de que guarde lo que ha quedado para Venti y nos iremos— comentó acercándose a él y sutilmente agarró su trasero, dándole un apretón mientras sonreía de lado. Tartaglia no pudo evitar soltar un gemido —Así podremos saldar la cuenta... Porque no creas que te vas a ir de rositas después de haberme provocado durante toda la cena—. La voz del arconte sonó más grave de lo normal y su aliento rozó contra la piel ajena pues se había acercado más a él mientras hablaba, queriendo ponerle nervioso.

Tartaglia le miró a los ojos y sus piernas temblaron de tal forma que tuvo que sentarse de nuevo mientras veía como se alejaba para hablar con el cocinero. Aquella noche prometía ser interesante pues ya no le pillaba de sorpresa lo que iba a pasar.

Se levantó y abrazó a Zhongli al verle salir para después besar sus labios con necesidad. Introdujo su lengua en la cavidad adversa tornando el beso más caliente y húmedo antes de separarse con las mejillas sonrojadas. Zhongli se había apresurado a terminar aquel encargo para así poder volver junto al menor, pero no se esperaba aquel recibimiento por lo que un jadeo fue acallado contra esos labios que ahora devoraba con ganas. Le había pillado el gusto al parecer y Zhongli empezaba a volverse adicto a él.

—Vamos a casa entonces, estoy deseando que me castigues de todas las formas que quieras— pronunció el fatui antes de pasar su lengua por los labios adversos. —Vamos al punto de teletransporte.

—No sabes lo feliz que me hace oír eso... — Sonrió de lado, sintiendo su cuerpo cada vez más caliente, pero no pudo decir o hacer nada más antes de sentir como tiraba de él. Ambos fueron rápidamente hacia aquel punto de teletransporte y después hacia la casa, a un paso bastante acelerado pues se notaba que tenían ganas de llegar.

Cuando al fin estuvieron solos, Zhongli no dudo un segundo en agarrar a Tartaglia por los muslos, alzándolo y le puso contra la pared más cercana para comenzar a besarle con necesidad Tartaglia correspondió al beso sin dudarlo un segundo y suspiró de placer. —No te imaginas lo mucho que te deseo...

La otra cara de Genshin ImpactDonde viven las historias. Descúbrelo ahora