✧Tartaglia había pescado bastantes peces, el cubo estaba a rebosar. Había pasado toda la tarde hablándole a Zhongli de las hazañas que hacía con su padre tratando de pescar con tanta nieve.
— ... es incluso peor que pescar en Espinadragón.
—Han pasado muchos siglos desde que visité por última vez el hogar de la Zarina... Pero recuerdo que era un lugar hermoso— comentó cuando el chico terminó de hablar, pues no había querido interrumpirle. Le gustaba verle contar cosas sobre su hogar, se notaba el cariño en su voz cuando lo hacía.
—Me gusta cuando nieva, aunque hace mucho frío, porque siempre duermo con mis hermanos en la cama grande... Echo de menos a Teucer, es con quien menos tiempo he estado ya que es el más pequeño y... Bueno, siempre me echa de menos y quiere que juegue con él cuando voy—. La nostalgia se palpaba en su voz, en cada palabra. Los once heraldos fatui debían dejar atrás el pasado y su vida, eso incluía a su familia. Suspiró y miró las aguas del río fluir en busca de su próxima presa. Zhongli pudo percibir esa nostalgia en la voz del chico, lo cual le hizo sentir un poco de lástima por él. No debía ser nada fácil vivir tan alejado de su familia, menos aún cuando, en el mundo humano, el tiempo era tan efímero. Igualmente no era quien para cuestionar la forma de actuar de los fatui, menos cuando no conocía todos los detalles de por qué lo hacían. —Quizá por eso me mandan tan lejos de casa, quién sabe... Ni siquiera un nombre ni un engaño me va a alejar de mi familia. —El pez no picó y decidió dejarlo por ese día.
—Bueno... Quizás puedas volver a estar con ellos más pronto de lo que crees— dijo Zhongli tratando de sonar esperanzador antes de acercarse para tomar el cubo con la captura de toda la tarde. Tartaglia no quiso contestar a algo que sabía que no iba a ser cierto. Quería volver a ver a su familia, pero regresar a Sneznaya significaría que, al fin, la Zarina los quería de vuelta a todos para la batalla. No sabía mucho acerca de los planes de la arconte, quizá porque al ser el más joven y el que menos tiempo llevaba allí, también era el más ingenuo y en quien menos confiaban.
—Vamos a dejar las cosas en la casa, se hace tarde, quizá podemos llevar los peces al chef para que nos haga la comida, así a lo mejor puedes comer sin que yo te preste dinero— bromeó el pelirrojo saltando de piedra en piedra hasta llegar al lado del arconte. Cargó las cañas y dejó que Zhongli tomase el cubo lleno de peces ya que parecía bastante más fuerte. —Auch... Aún me duele el trasero.
Entonces, al escuchar al menor quejarse, Zhongli le miró un tanto preocupado.
—Parece que vamos a tener que ser más suaves la próxima vez... Eso si aún te has quedado con ganas y no le has pillado miedo—. Alzó una ceja, queriendo tentarle un poco para ver qué respondía, mientras emprendía su camino de vuelta a la casa para dejar todo.
—¿Bromeas? Ni se te ocurra ser suave, por mí podemos hacer eso cuando quieras y donde quieras— pronunció el pelirrojo con una sonrisa ladina tratando de sonar un poco más coqueto de lo habitual.
Zhongli soltó una pequeña risa al escuchar su respuesta, pues era justo lo que había estado esperando, pero antes de poder decir nada vio como el chico corría sin saber por qué. Fue todo cuestión de segundos. En mitad del camino Tartaglia atisbó a unos cuantos ladrones de tesoros dirigirse hacia su casa. Soltó las cañas y sacó su arco más rápido de lo que su cerebro reaccionó y le disparó al que iba más adelantado justo en la cabeza haciendo que muriera al instante. Miró al resto y sintió su visión brillar, así que corrió hacia ellos y una lluvia de flechas cargadas cayeron del cielo haciendo que todos muriesen en cuestión de segundos. El arconte decidió no moverse y simplemente disfrutar del espectáculo inesperado. Una sonrisa ladina se dibujó en sus labios, no podía esperar menos de uno de los once.
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La otra cara de Genshin Impact
FanfictionDesde lo ocurrido en Liyue y el despertar de Osial, muchas cosas han cambiado... Aparición de varios ships: es la historia del juego Genshin Impact, pero contada desde un punto de vista más caliente y romántico, con historias propias, NO CANON.