Capítulo 16

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Estuvieron toda la mañana y parte de la tarde en la playa, jugando en el mar, riendo, contando chiste y anécdotas, y mojándose mutuamente cuando se encontraban secos después de haberse metido al mar.

Carla había llegado con ellos unos minutos después de que se mojaran mutuamente, y como recibimiento, la mojaron a ella también. Poco tiempo después, Leonardo, Samantha y su pequeña hermana se les unieron.

Adele se mostró intimidada al estar rodeada de tanta gente, pero con los elogios que le hacían y las caras graciosas por parte de Cassandra, Christian, Ángela y Hyun Ye, la pequeña empezó a reír y comenzó a construir un castillo con la ayuda de los chicos.

—No sé ustedes, pero si algún día me caso quiero que sea en una playa como esta —comentó Ángela, echada en la fina arena con la cabeza reposando en las piernas de su hermana mientras veía como Hyun Ye y Christian ayudaban a la pequeña a darle forma a las torres de arena.

—Espera, ¿no estas echándole una indirecta a mi hermano para que se case contigo ¿verdad? —preguntó Samantha, escudriñándola con la mirada— Te recuerdo que aún es muy joven para eso.

Ángela se atragantó con su propia saliva y se inclinó rápidamente hacia adelante mientras tosía. Christian se ruborizó sin dejar de darle forma a la torre.

—No... bueno... no sé —tartamudeó Ángela en cuanto la tos se fue—, quizá en un futuro—murmuró.

Samantha suavizó su expresión y se río.

—Tranquila, Ángela. Aunque la idea de tenerte como cuñada no es mala —le sonrió.

Ángela le devolvió el gesto. Nunca llegó a pensar en el matrimonio ahora que lo dijo, pero si en un futuro ella y Christian seguían juntos la idea de casarse y tener hijos con él le gustaba. Fantaseó en cómo serían sus hijos, tal vez tendrían su cabello y sus hermosos ojos verdes o tendrían su cabello y los ojos de Ángela. Un cosquilleo invadió su estómago y sonrió tontamente. Quería hijos, pero no a esta edad, ni siquiera aún había tenido intimidad con Christian.

—Me puedo imaginar a todos, incluso a Cassandra con una familia —intervino Christian con una sonrisa por el comentario sobre Cassandra— pero... a Leonardo no me lo puedo imaginar siendo padre —sonrió cuando su mente creó una imagen de él y sus hijos, y sobre cómo sería con ellos.

El muchacho miró a Leonardo con una sonrisa, y como siempre, Leonardo bufó y Samantha miró a otro lado.

—Tienes razón, ni yo me lo imagino —Carla miró a Leonardo—. Tampoco me llegué a imaginar que fueras el príncipe de una raza de hace siglos.

—Ni mencionar que serás rey —añadió Rose con las rodillas en su pecho.

—Apuesto que serás bueno —elogió Cassandra, mientras le sonreía con ternura.

Ángela se percató como Leonardo y Samantha se tensaban, y como Carla los miraba. Cuando Leonardo miró a Ángela, ella le frunció el ceño a la vez que le dedicaba una mirada que decía "¿Qué sucede?", Leonardo no respondió, ni se movió. Entonces su vista pasó a Samantha que se encontraba a su lado, ella tenía la mirada fija en las olas que se formaban y deshacían al llegar a la orilla. Sus sospechas sobre una posible relación entre ambos crecieron más. Miró nuevamente a Leonardo y suspiró apartando la vista de él.

Su hermana se dio cuenta de su disgusto y le preguntó.

—¿Te encuentras bien?

—Sí —le sonrió sin mirar a nadie, y fijó su vista en los chicos que moldeaban el castillo para darle forma, y en la niña que creaba un círculo alrededor de este.

Susurrantes [Libro1] [En proceso]Where stories live. Discover now