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- ¿Me permites llamarte así? - Asintió, quería seguir probando esos deliciosos labios pero debían esperar. Decidieron ver una película esa noche, esta vez el Alfa extendió su brazo al acostarse en los sillones reclinables, esperando que aceptara, este lo hizo lentamente, siendo tomado por esos fuertes brazos, se sintió completo por primera vez en su vida.

Y de nuevo como la noche anterior, entraron juntos en un sueño profundo.

Al día siguiente de nuevo el primero en despertar fue Guillermo, eran las 8:00 a.m, se irían en unas horas, decidió levantarse, el Omega lo siguió minutos después que aunque se esforzó hizo un poco de ruido, esta vez él fue el que le ayudó al desayuno, mientras los demás preparaban sus maletas y las subian a la camioneta. Almorzaron todos juntos, riendo y bromeando.

A las 12:00 p.m. subieron a las camionetas, los recién casados en una solos, esta vez Lío recargó la cabeza en el hombro del Alfa, que se sintió dichoso, definitivamente ya nada le faltaba para ser felíz.

Al llegar a la pista,subieron al mismo elicoptero, iban riendo y bromeando, parecía cualquier reunión de amigos, pronto antes de llegar, Lío se sintió en casa.

[•••]

Llegaron a la mansión de los padres de Guillermo, entraron a la habitación del Omega- Mi madre propuso quedarnos aquí un tiempo, me preguntaba si estabas de acuerdo en compartir habitación - Tragó con dificultad- tranquilo mi amor- Se sonrojó- habría dos camas, o como gustes.

La realidad era que su Omega interior era un fácil con ese Alfa, que a la menor provocación dejaba ir su aroma para llamarlo. No sabía si podría controlarlo al dormir.

- De-despues Alfa- le sonrió apenado, el otro sonrió de vuelta, entendiendo que era pronto.

- Lo que desees mi Omega, ya había comprado una casa para ambos pero mi madre insistió en que dieras el visto bueno ya que para su gusto es muy pequeña.

Negó - Lo que sea esta bien, sólo somos dos- El semblante del Alfa se entristeció

El otro lo notó, pero rápidamente cambio su semblante- Para una mujer que a vivido cómodamente en una mansión la mayor parte de su vida, una casa de 5 habitaciones, una biblioteca y un enorme jardín delantero y trasero es poco. Sin mencionar el salón de reuniones.

El otro bufó, sonaba perfecto, quiso proponerle algo al Alfa.

- Disculpe Alfa, sé que es mucho pedir pe-pero ¿podría utilizar una habitación para leer?, Entiendo que la biblioteca la ocuparía usted.

Negó - Será de los dos mi amor, pero si quieres tener tu espacio, Adelante

Aplaudió - ¿Podría tener un sillón o una cama individual?

Sonrió enternecido, ese Omega era tan encantador, se le hacía un crimen que no notara todo lo que provocaba en él.

- Por supuesto, lo que gustes, tenemos diseñadores de interiores que trabajan para nuestros negocios, podría ayudarte alguno, de hecho con el diseño de toda la casa, podríamos quedarnos un par de meses con mis padres o más tiempo.

Asintió, se sentía tranquilo de que le diera gusto.

- Mi habitación está justo a un lado, podrías ir cuando gustes o llamarme, igual podríamos ver películas.

Asintió, adoraba la idea.

[•••]

Los días pasaron con rapidez, al día siguiente había vuelto a clases, cuando acordó ya era de nuevo viernes, ese día ya habían terminado oficialmente las clases, ya eran vacaciones de verano, decidió adelantar unas cuantas materias, pues este verano quizá no era necesario trabajar, aunque necesitaba hacerlo.

Quiero Pertenecerte (MECHOA AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora