¿Qué tengo que decir de ti? Eres una de las personas más importantes de mi vida. Desde el primer momento me pareciste alguien interesante y cuando menos me lo esperé, me enamoré. Me enamoré de ti, Baji Keisuke.
📍FICCIÓN📍
Todo esto es mi imaginació...
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Mis planes para el día de hoy eran comer en casa de Baji junto con Chifuyu. La tía siempre nos invitaba y no podíamos decirla que no, da mucho miedo cuando se enfada. Ahora entiendo la desesperación de Baji al no hacerla enfadar.
Chifuyu y yo venimos constantemente a visitarla, algunas veces con Peke J, la tía se pone muy feliz al verle y le da de comer. Le consiente mucho, pero no puedo decir nada porque yo también lo hago.
— ¡Adara! —gritó Baji desde su cuarto— ¡Mantequilla a vuelto!
Sonreí y fui a su cuarto, Chifuyu ayudaba a la tía poniendo la mesa. Yo no estaba haciendo nada porque la tía me dijo que estuviera con Baji, no quería que hiciera un desastre. Según la tía soy muy responsable y la entiendo, al lado de Baji lo soy. Aunque ayer quemamos un coche juntos, es mejor hacerlo en compañía que solo, ¿verdad?
— ¿Dónde está? —pregunté al no verle cerca del comedero.
— Está en mi cama. Me ha dicho que quiere venganza, no dejaste que le diera mimos y ahora está enfadado.
Me hacía gracia la forma en la que lo decía, levantaba sus brazos continuamente y abría de más su boca. Me acerqué a Mantequilla y este ronroneó ante mi tacto, le gustaba que le tocara. Miré a Baji burlonamente y este estaba con la cara desilusionada.
— Me adora —le dije mientras acariciaba al pequeño gato, Peke J se va a poner celoso.
Mi ahora novio se sentó a mi lado y acarició al gato. Este estaba encantado al recibir cariño por parte de los dos. Al sentirse mejor, el gatito saltó de mis piernas al suelo y salir por la ventana de Baji.
— Bien, ahora que se a ido nuestro hijo puedo besarte —su rostro se acercó lentamente a mi cara hasta juntar nuestros labios en un dulce beso. Nuestros labios estaban hechos el uno para el otro, encajaban a la perfección. Esta sensación hacia que me derritiera por dentro.
— Baji-san ya está la —ambos nos separamos al escuchar la voz de Chifuyu. Este sonreía mostrando sus dientes, mostraba aprobación—. Ya está la comida, la tía os está esperando.
Nos bajamos de la cama y salimos de la habitación. Llegamos al comedor y nos sentamos en nuestros respectivos lugares. Baji al lado de su madre y enfrente mía, a mi lado estaba Chifuyu.
— Muchas gracias tía —agradecí.
— No me agradezcas cariño, no es nada.
— ¡Mami! ¡Adivina! ¡Mantequilla estaba en mi habitación! —gritó Baji empezando a comer, parecía un niño pequeño. Baji era la típica persona que no refleja ningún problema, siempre se ve contento y eso hace que sea especial.
