¿Qué tengo que decir de ti? Eres una de las personas más importantes de mi vida. Desde el primer momento me pareciste alguien interesante y cuando menos me lo esperé, me enamoré. Me enamoré de ti, Baji Keisuke.
📍FICCIÓN📍
Todo esto es mi imaginació...
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— Y ahora... Los cincuenta de la tercera división contra mi —le escuché decir. Vi como ponía mi coletero en su boca y se hacía su coleta. Intenté sonreír pero salió una mueca—. ¡Me parece justo! ¡Empecemos!
Baji agarró una barra de metal y fue golpeando uno a uno de la tercera división.
— Por muy fuerte que sea, él solo contra 50...
— No lo subestimes, Takemichi —solté mirándole de reojo.
Baji seguía golpeando a los de la Toman y calló a Takemichi con solo varios golpes.
— ¡Qué fuerte es! —alagó Takemichi.
— Y aún no has visto nada, Takemichi —comentó Chifuyu—. Baji dijo que se encargaría de Kisaki. Y él... jamás falta a su palabra.
Baji había llegado hasta Kisaki, todos estaban inconscientes.
— Jaque mate, Kisaki —finalizó poniendo la barra en su cuello.
— Baji es increíble —susurró Takemichi.
Mis ojos empezaron a escocer al ver a Baji toser sangre. Me quedé paralizada, tengo miedo. Sus piernas se tambalearon y se sentó en el suelo mientras respiraba con dificultad. Baji se desplomó en el suelo y salí corriendo junto con Chifuyu.
— ¡Baji! —grité desesperada. Al llegar a su lado, todo estaba lleno de sangre. Le tomé el pulso y aún respiraba—. Vas a estar bien —balbuceé.
— ¡Kisaki, ¿Qué le hiciste a Baji?! —le gritó Chifuyu.
Me había olvidado de Kisaki. Ese idiota no era mi prioridad en este momento. Puse la cabeza de Baji en mis piernas mientras acariciaba su pelo. Como a él le gustaba.
— Lo que viste. Yo no hice nada —soltó el idiota de Kisaki—.
— ¡Baji! —se giró para mirarlo. Cuando vio la sangre se sorprendió— ¡¿Te apuñalaron?! ¡¿Cuándo?! ¡Kazutora! —se giró mirando a Kazutora—. ¡Kazutora!
— Sabía que Kazutora estaba mal de la cabeza —empezó a hablar Kisaki—. Ya veo... Se llevó a Baji a Valhalla para poder matarlo él mismo. ¿No, comandante?
Mikey estaba a nuestro lado. Kisaki lo está manipulando como si fuera un juguete.
— ¡Mikey, no lo escuches! —grité—. ¡Te está utilizando!
Cuando dije eso Kisaki me miró sorprendido. Como si le estuviera arruinando sus planes. Pero ya era tarde, Mikey estaba fuera de si.
— Quería matarte —murmuró Mikey—. He pensado en matarte desde que dejaste la correccional. Y el que me convenció de no hacerlo fue Baji —empezó a bajar de los coches hasta estar enfrente de Draken—. Baji me dijo que solo querías hacerme feliz. Que por eso no podías procesarlo. Que aunque hubieras matado a mi hermano, tuviste que convertirme en tu enemigo para poder soportarlo. Pero... Kenchin. La pelea terminó.
