¿Qué tengo que decir de ti? Eres una de las personas más importantes de mi vida. Desde el primer momento me pareciste alguien interesante y cuando menos me lo esperé, me enamoré. Me enamoré de ti, Baji Keisuke.
📍FICCIÓN📍
Todo esto es mi imaginació...
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Desperté por un movimiento debajo mio. Gruñí. Es muy temprano, no quiero despertarme. Abrí mis ojos levemente, encontrándome con Baji quién se estaba vistiendo.
— ¿Te he despertado? —preguntó acercándose a mi y basándome la cabeza.
— Sí, no te preocupes. ¿A donde vas?
— Voy a dar una vuelta, no te levantes. No voy a tardar mucho.
— Te espero.
Baji dejó un beso en los labios y salió de casa. No podía volver a dormir, estoy preocupada. Baji nunca había salido de casa a estas horas y menos para dar una vuelta. Daba vuelta tras vuelta por la cama intentando conciliar el sueño pero no puedo. Llamé a Chifuyu quién no tardó en contestarme.
— ¿Hola?
— Hola Chifuyu —saludé—, tengo un problema.
— ¿Qué ha pasado?
— Baji se ha ido y estoy preocupada.
— ¿Se ha ido a las ocho de la mañana? Nunca hace eso, siempre se queda dormido hasta las doce.
— Lo se. No paro de pensar cosas que no son y eso me está poniendo nerviosa.
— Tu tranquila, Baji-san nunca haría nada para hacerte daño.
Estaba por responder cuando escucho la puerta abrirse.
— Chifuyu te cuelgo, ya ha llegado.
— Luego me cuentas.
Colgué la llamada y me hice la dormida. La puerta de la habitación se abrió, Baji había entrado. Estaba nerviosa. Pude escuchar como se cambiaba de ropa y se metía conmigo en la cama, lo escuché suspirar. Me abrazó fuertemente, parecía estresado.
— Ojalá pudiera decírtelo —susurró.
Decidí no intervenir, el me lo dirá cuando considere necesario. Confío en el, nada más llegar a buscado mi calor. No puedo pensar nada malo, es Keisuke. Mi Keisuke. Nunca me haría nada malo, antes me muero. Baji no es una persona mentirosa. Nunca me ha mentido y eso lo hace la mejor persona del mundo. Se que nunca haría nada malo y menos cuando sabe que no está solo.
Decidí volver a dormir, Baji ya estaba conmigo y mi preocupación había desaparecido. Escuché la respiración pesada de Baji dando por hecho que estaba dormido. Caí rendida. La preocupación había agotado todo de mi.
Desperté por unos besos en mi cuello, sonreí. Mi hermoso novio me suele despertar así cuando despertamos juntos.
