──── 𝟎𝟐 » señora.

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CAPÍTULO DOS | PARTE I❝ LA SEÑORA DELA SECTA DEMONIACA ❞

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CAPÍTULO DOS | PARTE I
❝ LA SEÑORA DE
LA SECTA DEMONIACA ❞

«La Preciosa hija del Villano más grande del mundo de las Artes Marciales» era una manhwa infravalorado. Mientras dentro de la comunidad de lectores de manhwa's estaba enloquecida con «Who Made Me a Princess?» o «El único final de la villana es la muerte» yo me quedé con está.

Amé su historia. Aún no terminó por lo que estar dentro de este mundo era aterrador.

Mientras otras reencarnan en historias de las cuales ya saben cuál será su final, yo eh reencarnado en una historia donde solo eh llegado a leer hasta el capítulo 73.

Era una pesadilla.

—Oh Dios...— me sentía tan fuera de lugar. Nunca tuve en mi cabeza el deseo de tener hijos o de casarme y de repente me encuentro siendo una madre de una princesa reencarnada y esposa de un líder demoníaco —por favor, ¿Por qué en este personaje?

Ella era bonita, pero cruel y fría, igual que un tempano de hielo. Yo soy Li Ya Han. La madre de la protagonista y esposa del villano de la historia. La hija del líder de la secta de hielo. Es típico que las madres de las protagonistas este muerte, yo vivo ¿Pero hasta cuándo? Mi final es macabro.

Cheon Ma ordenará que corten mis manos como castigo por herir a Cheori. Hará que mi muerte sea lenta y sufrida. Destruirá la Secta de Hielo y asesinará a todo aquel que esté entrelazado familiarmente conmigo.

—¿Mi señora?— la criada que estaba al cuidado de la protagonista es alguien esencial dentro de esta historia. Es ella la que le brinda calor maternal a Cheori cuando Yan Han la hizo sufrir tanto.
Puedo sentir un aura tan agradable venir de ella —¿Se encuentra bien? Parece tener su rostro aún pálido.

—Estoy bien.— mi respuesta no la había convenido, tampoco a mí misma —Cheori— nombré a mi hija —No la eh visto hace momentos, ¿Dónde está?

—Dejé a la señorita descansando en su cuna.— contestó al instante —El señor vendrá a verla dentro de poco y quiero que este descansanda para cuando llegue.

—Ya veo.— me coloqué de pie al instante y fui en camino hacía la cuna. Estuve tan sumergida en mi cabeza que no me percaté que ella había sido puesta aquí por Yeong —Yeong— ella dejó sus tareas al instante que oyó mi voz —¿Crees que puedas dejarme a solas con mi hija? Voy a...a amamantarla.

—Pero mi señora...— mostró sorpresa ante mu pedido —no debe de hacerse cargo de alimentar a la señorita, llamaré a las nodrizas para que se hagan cargo.

—¡No!— la detuve rápido antes de que se fuera —Qui-quiero hacerme cargo yo por una vez. A veces...mi hija necesita tener los nutrientes de su propia madre. Sabes que el amamantar a un hijo solo sucede una vez en la vida y es algo especial.— intenté hallarlas todas las maneras posibles de convencerla para dejarme a sola con la protagonista. Si esta es la historia del manhwa, quiere decir que esa bebé no es una normal.

—Tiene usted toda la razón, señora.— por suerte eh logrado convencerla con mis motivos —Entonces voy a retirarme. La dejaré con la señorita en calma.— finalmente quedé a solas con Cheori.

Yeong se fue. Tenía la privacidad que deseaba con ella.

—Cheori.— moví su cuerpecito con suavidad. Ella, que había conciliador el suelo, se despertó con mis movimientos. Sus ojos marrones se conectaron con los míos propios —Sé que esto sonará raro, pero necesito saber...si eres la verdadera Cheori.— quizás parezca una loca, pero necesito saber si es la reencarnación de Cheori o es la verdadera Cheori de la historia original que el manhwa cuenta —Hazme, no lo sé, alguna señal que me indique que eres alguien que no pertenece a este mundo.

Ella me observaba atentamente.

Analizaba todo de ella. Estaba atenta a cualquier movimiento.

—Ya lo sé— extendí mi mano abierta a ella —toma mi dedo índice— sugerí —si lo haces, sabré que me entiendes.

Ella cumplió. Lo hizo sin siquiera dudarlo y tomó mi dedo índice sin equivocarse tampoco.

—Cla-claro, eres tú.— la cargué entre mis brazos al instante —Escucha atentamente. Se supone que yo tampoco pertenezco a este mundo. Ambas terminamos dentro de esta historia...de tu historia— su mirada demostraba confusión —quiero decir...es difícil de entender, pero eh reencarnado en la historia de tu historia. Yo...— sentía que ninguna de las dos podríamos entendernos. Sí. Tampoco puedo entenderme. Estoy tan alterada que debo calmarme primero —vamos a entrar en calma ambas. ¿De acuerdo?— noté perfectamente su asentamiento de cabecita. Era tan tierna —Estamos ambas juntas— inicié otra vez, pero con calma ahora —dentro de esta historia. Tu conoces los acontecimientos de la historia original y yo conozco los acontecimientos de tu historia. Si ambas trabajamos, podremos sobrevivir ¿No?

Ella asintió una vez más.

—Por supuesto.— liberé un suspiro al sentirme finalmente más en calma. Saber que no me encuentro sola ahora me ayuda mucho —Ah...quizás sea extraño, pero ahora debo de amamantarte.

Ella empezó a rechazarme al oír aquello.

—Ya lo sé. Es extraño.— luchaba para impedir que cayera de mis manos y decidí sentarme en el suelo para más comodidad —Pero necesitamos parecer el ser madre eh hija. Tenemos que...convencer a Cheon Ma. Por favor.

Mi plan era sencillo. Parecer el ser una madre verdaderamente amorosa con su hija delante del villano. Era algo que nos beneficiaria a ambas y más a mí. Ahora estoy bajo la mira de Cheon Ma. Si quiero sobrevivir primero debo mostrar el ser otra clase de madre.

Ella, quien ahora es mi hija, aceptó con resignación.

—Maestro.— Yeong reverenció ante el líder de la secta demoniaca cuando lo tuvo en frente suyo —Bienvenido.— tembló de terror cuando notó la sangre aún húmeda en toda su ropa.

—¿Qué haces tu aquí?— preguntó para aún más temor en ella —Se supone que te di la orden de no dejar a mi hija sola.

—Lo sé, pero es que mi señora-...— él ignoró lo que ella diría y prefirió ir de inmediato a la habitación donde Yan Han se encontraba con su hija.

Abrió la puerta con rudeza eh hizo asustar a su hija. Su sorpresa fue grande cuando se encontró con la imagen de ella amamantando tiernamente a su hija.

—Señor.— jamás antes había visto a una imagen tan linda como esa. Su temor disminuyó al instante. Quizás pareció un idiota al preocuparse tanto por su hija, ella es su madre después de todo —Bienvenido, mi señor.

—Lo lamento.— apartó la mirada para no incomodarla —No me informaron acerca de que estabas alimentando a nuestra hija.

—Lamento yo por no mostrarse apropiadamente delante suyo.— le dió la espalda. Era penoso que él la viese semidesnuda mientras tenía a la bebé aferrada a su pecho —Denme...unos minutos y terminaré.

—No hace falta.— volteó para notar su mirada puesta encima suyo —Ya las eh visto. Eso es suficiente para mí.— dicho esto, él se fue.

Ambas pudieron relajarse nuevamente.

—Maestro.— Yeong llegó tan pronto como le fuera posible. La pobre respiraba con dificultad debido a que corrió de un extremo a otro de la gran secta —Maestro...mi señora, ella esta-...

—Basta.— calló a la castaña y ella obedeció —No hace falta que sigas hablando. Voy retirándome de aquí. Vuelve a tu trabajo y atiende las órdenes de tu señora. ¿Entendido?

—Sí, lo entiendo.— ella aceptó la orden del pelirrojo sin dudarlo.
Cheon Ma se fue. Desapareció de la misma forma en la que apareció hace instantes atrás.

La imagen en su cabeza golpeaba constantemente. Sus propias mejillas se habían sonrojado con suavidad.

Hubiera preferido haberse quedado con ellas dos unos instantes más.

𝐅𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 | I am the precious daughter of the Greatest Villain✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora