Poems - [ Spreen x Karl] ⊹

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Habían pasado semanas sin un solo rastro de Spreen, Carre, Karl y varios mas estaban muy preocupados, en especial Karl. De un día a otro el híbrido de oso desapareció, todos creían que estaba en su casa, pues esta estaba cerrada con llave con las cortinas cerradas, pero nadie podía confirmarlo realmente, siempre que intentaban comunicarse con el se quedaban sin una respuesta, pero podían sentir su presencia a través de la puerta.

El pelinegro estaba muy cansado mentalmente, no quería hablar con nadie, en especial con Karl. A el le costaba mucho expresar sus sentimientos, y aparte de explicar a todos lo que en realidad estaba pasando ¿Cómo explicaría que se encerró por algo tan estúpido? No quería armar un show cuando salga, mucho menos dar explicaciones, si le daba vergüenza admitir que estaba enamorado, ¿Cómo explicaría que se aisló para evitar tener sentimientos por alguien? 

Lo ultimo no había funcionado, idiota del furro ese se había pasado viendo las redes sociales del contrario. 
Cof— Perdón "

El híbrido de oso pasaba los días comiendo sin ganas, evitando querer relacionarse con el castaño (no obstante, de vez en cuando miraba las redes de este) y durmiendo. Intentaba cuidarse lo que podía, sabía perfectamente que si dejaba de comer sería incapaz de asistir a una pelea o a ir a explorar de forma segura. Se podría decir que estaba bien físicamente, pero su mente era un lío.

Varios días transcurrieron de ese modo, hasta que Karl sumido en la preocupación se cansó de esto y decidió ver a ver al chico-oso como de lugar. Así que una tarde decidió ir hacía el hogar del anteriormente mencionado.

Golpeó la puerta de su casa y fué insistente. Por otro lado el híbrido de oso se estaba cansando del constante ruido imposible de ignorar y decidió abrir a ver quien era, agarró sus lentes característicos de el y abrió la puerta.

Karl se sorprendió al ver un Spreen con ojeras, pelo desordenado y una aura de cansancio a su alrededor, sin mencionar que su casa era un desorden.

Por otro lado, el pelinegro solo se limitó a cerrar la puerta poniendo una cara de desagrado sin decir una sola palabra, cosa que no pudo debido a que el castaño lo impidió poniendo su pie entre la puerta

— Wait! Can we t- ... Podemos hablar? — Exclamó sin esperar la respuesta del contario para poder adentrarse en su casa, sentándose en su sofá.

Spreen no dijo nada, cerró la puerta y fue a sentarse junto a Karl, un poco distanciado y sin dirigir su mirada a el.

— ¿Por qué estas tan distanciado? ¿Estás bien? — Dijo con un tono preocupado pero serio a la vez el humano.

— Sí, estoy bien — Dijo murmurando el pelinegro.

— Pues, yo no creo que lo estés... Anda dime que pasa — El castaño dijo con un tono suave mientras agarraba la manga del contrario.

— Prefiero no decirte, la verdad — Dijo con un tono serio.

Karl comprendió el tipo de persona que era el pelinegro, no quería forzarlo a decir nada así que solo optó por abrazarlo — Me gusta cuando estás de buen humor. Tus ojos expresan mucho, cuando estas feliz, parece que radian brillo, un brillo hermoso, pero en estos momentos se ven muy cansados, ¿Sabes? No se por lo que estás pasando pero prometo devolverle el brillo a tus ojos— Dijo sin dejar de abrazarlo

Esas palabras reconfortaban bastante, Spreen no sabia muy bien como responder a ello, solo quería llorar, lo único que hizo fue corresponder su abrazo. Era cálido y tranquilizador. Sentía su mente despejada, sentía paz.