Capítulo 4
Aquel martes a las nueve de la mañana, casi tres semanas desde el inicio de todo y treinta y dos cartas compartidas entre ambos, llegó otra misiva de parte de Harry. Cuando el mensajero llegó a la casa Voldemort se dirigió de forma rápida hacia el beta, el cual esperaba con ansias en el jardín. Le tendió el sobre a Snape y se marchó, dejándole solo. Severus dudó por un segundo en sí abrir aquella misiva de inmediato, pero sintió que el sobre estaba más abultado que de costumbre y su curiosidad le ganó; así que decidió moverse hacia la biblioteca, donde podría estar lejos de ojos curiosos.
Estaba tan ansioso que ni siquiera tomó asiento en el mullido sillón antes de romper el sello de cera. Dentro del sobre estaba la tan esperada carta, pero tambien un trozo de tela de color verde esmeralda, que parecía quizas un pañuelo. Tomó el papel con presteza, desesperado por leer lo que le había escrito el omega. La carta, a diferencia de las anteriores, no era tan extensa. Sus misivas recientes llegaban incluso a las cuatro hojas, incapaces de controlar todo lo querían decirse el uno al otro.
Querido Lord...
¿Cómo puede usted hacerme reír con tanta facilidad a través de las cartas? No puedo expresar cómo me siento a veces cuando le leo, pero puedo decirle que cierro los ojos, y le imagino junto a mí, contándome con su voz lo que me escribe en estas líneas.
No, realmente nunca me he interesado en la botánica ni en las plantas ni en las medicinas derivadas. No es que me disguste ese tema, quizás es solo que no he tenido un estímulo que me haga querer saber más de eso. Pero por su carta, Lord, pude entender que es usted gran conocedor de esos menesteres. ¿Se escucharía atrevido de mi parte el pedir que me muestre algún día? Espero no sonar indecoroso con esa petición, pues incluso la vergüenza llegó a mis mejillas en un tono carmesí tan solo al escribir esto.
Usted no sabe, Lord, lo que ha provocado en mí. Al inicio pensé que usted era uno más de esos alfas con la cabeza vacía y sin un verdadero sentimiento hacía mí más allá de ser quien cargue a sus hijos. Pero usted es... diferente. Me siento como un igual a su lado y, no le mentiré, nunca había sentido nada igual anteriormente.
Es verdad que al principio mis renuncias no me permitieron tan siquiera tenerle un poco de conmiseración; ahora me apena decir que tiene un espacio en mi corazón. Es por esto que le envió un presente junto con estas letras. No es mucho, y en nada se compara a las hermosas flores que me ha mandado.
Con inmenso cariño...Harry.
Severus volvió a tomar el sobre y sacó el pañuelo con ambas manos, viéndolo con adoración, y lo acercó delicadamente a su rostro, aspirando el aroma del omega. Harry había impregnado sus feromonas en aquel trozo de tela. Si bien los betas no tenían la capacidad de emitir algún aroma característico debido a la falta de feromonas, podían perfectamente percibir el de otras castas. El aroma de Harry era dulce y fuerte: canela. Pensó que exactamente así era la personalidad de Harry, dulce y fuerte.
Tuvo que sentarse en el sillón cuando sintió sus piernas temblar. Se sentía el ser más especial del mundo al poder disfrutar de la esencia del omega, y al mismo tiempo se sentía el ser más miserable. El era un beta, no un alfa, por lo que no tenía feromonas. En ese sentido jamás podría impregnar al omega con su aroma.
—¿Pero qué estoy pensando?—se dijo más que que sorprendido por el curso que tomaron sus pensamientos.— ¿Impregnarlo? Él no es mi omega, ni nunca lo será. Él es... yo soy...
Ni siquiera había sido por él que Harry le había enviado aquello. No. Harry le había enviado aquel regalo al apuesto Lord Voldemort. O por lo menos, a la idea romántica que el omega tenía del Lord. Se recostó mejor en el sillón de forma pesada, sintiendo un desasosiego envolverlo por completo. Apretó entre sus manos el delicado pañuelo, y se sintió febril ante la avalancha de pensamientos que lo embargaron.
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Estimado Harry (SNARRY)
RomanceHarry es un omega de familia influyente que sueña con encontrar alguien que le ame de verdad. Severus es un beta clase media, amante de la poesía, que sueña con triunfar en la vida. Riddle, por su parte, es un alfa con mucho dinero que se encaprich...