Capítulo 5

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Capítulo 5.

—Lord Voldemort vendrá hoy a cenar, me pedirá tu mano en matrimonio.

Aquellas fueron las palabras que su padre le dijo en la mañana, justo a la hora del desayuno. La mesa estaba solo ocupada por ambos y, mientras Harry se deleitaba con su comida, casi se atraganta con la noticia de que Lord Voldemort se presentaría ante él.

—¿Esta noche?

—Así es. El me ha enviado una misiva con los primeros rayos del sol. Dice que vendrá a pedir tu mano, y yo he respondido que me parece perfecto. Creo que ha transcurrido el tiempo suficiente para que se conozcan, y si tú no me has hecho ningún comentario negativo, creo que es una clara señal de que no debo perder más el tiempo.

Harry se sonrojó ante la insinuación de su padre de que le gustaba Lord Voldemort, y volvió su completa atención al desayuno, intentando no mirarle. ¿Realmente estaba enamorado de Lord Voldemort? Él mismo tenía que admitir que la respuesta era sí, pues la idea de estar junto al hombre le agradaba sobremanera; y dormir y despertar a su lado... Volvió a enrojecer, pero esta vez de forma estrepitosa, y al girar el rostro vio como su padre lo miraba con curiosidad, levantando una ceja.

—Voy a retirarme. — Pronunció levantándose de la mesa y, sin esperar contesta, salió con dirección a su habitación.

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Lord Voldemort y Severus Snape llegaron a la mansión Potter a las seis de la tarde. Durante todo el camino Severus intentó mantener la calma, y responder de forma cautelosa a las preguntas que le hacía con respecto a su pronta propuesta.

Al llegar, fueron recibidos en la entrada por Lord Potter, un hombre alto, con elegante presencia. Lord Riddle presentó a Severus como un gran amigo suyo, intelectual y excelente escritor, remarcando que había sido escogido para aquel momento por su gran amistad.

Lord Potter sonrió enormemente saludando a ambos invitados, y los hizo pasar a la salita donde sería la pedida de mano. De ahí estaban destinados a pasar al comedor para la cena de celebración y, antes de terminar la velada, volverían a la salita para resolver cualquier tema que quedara pendiente sobre la unión de ambos.

Ni los dos alfas, ni el beta, notaron que dos omegas veían su llegada desde detrás de unas columnas, siguiendolos con la vista, hasta que desaparecieron dentro de la salita. Los jóvenes no habían podido escuchar nada debido a la distancia que los separaba, pero pudieron ver bien a los recién llegados.

Harry se enfocó primero en ver a su futuro esposo. Recordaba bien al alfa de la vez que se conocieron, pero había perdido muchos de sus rasgos. Lord Riddle Voldemort era en verdad un alfa muy apuesto: de unos treinta y un años, quizás, era alto, con el pelo marrón corto hacia atrás, rasgos finos y una sonrisa más que encantadora. Hermione, apretujandose a su espalda para poder ver mejor, le susurró un "tu futuro prometido es muy guapo", y él solo respondió con un asentimiento.

Conocía bien la tradición de que, quien pidiese la mano, debía traer a un testigo de su círculo cercano, demostrando que sus intenciones eran buenas al desposar a alguien; por lo que no se sorprendió al ver a otro hombre llegando junto a Voldemort. El desconocido era de la misma estatura que el Lord, tenía el pelo tambíen negro, pero mas largo, cayendole por los hombros. Se veía más mayor que el Lord, quizás unos treinta y nueve años, pensó Harry. A diferencia de Voldemort, que tenía una belleza innegable, la del desconocido era... diferente. Harry quedó fascinado por un segundo por los rasgos físicos del hombre, y tuvo que sermonearse a sí mismo por estar contemplando la belleza de esa forma de un hombre que no era nada para él. Pero, aun así, no pudo evitar decirle a Hermione:

Estimado Harry (SNARRY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora