𝑪𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐

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Agosto 2021

Cinco meses habían pasado desde el comienzo de clases, cinco meses muy aburridos donde sólo veía a la mitad de sus compañeros y ni eso porque la mayoría faltaba ya que los profesores no se molestaban en cumplir horarios.

Lisandro se preguntaba seriamente dónde estaba su divertido último año de secundaria que le prometieron, porque hasta ahora, no lo había podido vivir.

Pará su suerte y la de sus compañeros, las restricciones respecto a la cantidad de alumnos en el aula se levantaron y después de meses, al fin, el curso volvería a estar unido y pasar juntos lo que que les quedaba del año.

Pero se acordó de algo.

De alguien.

Hasta el momento Lisandro no se acordaba de la existencia de cierto morocho, alto y lindo que le sacaba suspiros cada vez que lo veía.

Por raro que suene, no le gustaba mucho la idea de volverlo a ver, estaba tranquilo sin nadie rondando en su cabeza y no quería que esa paz mental se rompiera.
Tal vez podría ignorar la presencia del chico, pero se conocía, y sabía que eso no iba a pasar.

El día del reencuentro llegó, muchos estaban alegres porque por fin estarían todos juntos y vivirían el sexto año que querían.

Aunque obviamente esta separación forzada del curso había hecho que se formen ciertos grupos como el de Lisandro, Rodrigo, Nahuel y un tal Alexis que habían metido a su grupo porque lo vieron muy solo y era el único que iba todos los días.

También estaba el de Cristian, con Leandro, Nicolás, Emiliano, Lautaro y un par más, ¡que grupito era ese!
Bastante quilomberos, les caían bien a los profes porque participaban en clase, pero también eran un poco pesados al no callarse nunca.

-Pero mira que grupito se armó tu novio- dijo Rodrigo mientras se acomodaban en los bancos. -Con casi todos los repitentes se junto.

-Justo con Leandro se tenía que juntar- dijo Lisandro medio molesto.

-Apa, ¿Ya empezamos con los celos?.

-No boludo si Leandro es re hetero- explicó. -El tema es que me cae re mal, no se, es re agrandado-

-Y maso viste, es medio rompe huevos con las materias- se unió Alexis. -Se altera si no saca un 10- comentó Molina.

Y es que por ahí venía el tema, Leandro se desvivia por ser perfecto en todo y sacar excelentes notas llegando a ser un poco artante para sus compañeros y sobre todo para Martinez a quien le cayó mal ni bien lo vio.

Además, tenía un don para hablar mal de los demás, no importaba si eras su mejor amigo, cuando te dabas vuelta, él ya te estaba sacando el cuero.

Y obviamente, Lisandro no quería ese tipo de amigo para Romero.

Después de clases los cuatro decidieron ir a la casa de Alexis, aprovechando que los padres de éste no estaban y así poder chusmear tranquilos sobre el reencuentro del curso y un temita más.

-Yo creo que te tenes que poner las pilas y hacer algo- Nahuel empezaba a preparar el mate.

-¿Con qué? - Lisandro era medio lento a veces.

-Con Cristian boludo- Rodrigo ya estaba cansado de tener que avivarlo. - Toda la escuela le tiene ganas, no sos el único-

-Tenes que chamuyarlo, hacete su amigo no sé, algo- hasta Alexis parecía mas vivo que él.

-¿Ustedes dicen que me dé bola?.

-Con esa confianza no te va a dar ni el buen día hermano- Rodrigo empezaba a cebar. -Vos, el rey de los chamuyadores- lo apuntó. - ¿Estas dudando?.

-Es imposible que no te dé bola.

-¿Y vos qué sabes Nahuel?- el más bajo ya se estaba poniendo nervioso. - Esta re contra bueno y hay un montón de gente atrás de él.

-Puede tener a todo el mundo detrás de él, pero yo sé que va a caer en tus encantos- Alexis le daba un voto de confianza, muy necesario.

-Yo creo que a partir de mañana te tenes que mover- De Paul hablaba muy seriamente del tema. - Vos sabes bien que hacer y cómo acercarte- le guiño el ojo.

-No siempre sale bien igual.

Esa charla lo dejo pensando, tenía que despertarse, hacer algo más allá de solo mirarlo. Cristian llamaba bastante la atención en la escuela, su personalidad tan alegre, sociable y carismatica, su cuerpo, sus tatuajes, todo hacía que varias y varios suspiren por él anhelando que este les diera un poco de bola.

Así que tenía que ponerse en acción e intentar acercarse, esa decisión llevó a que Lisandro piense toda la noche qué hacer y cómo hacerlo. Inocentemente, sin que se note sus verdaderas intenciones, sin asustarlo o ser pesado. Ya habían hablado una vez y parecía haberle caído bien, así que pensó que no sería tan difícil.

❁ ❁ ❁

Buenas pipisssss

Acá estamos de vuelta con un nuevo capítulo✨

No se olviden de votar y comentar que cada vez que lo hacen nacen haditas🧚‍♀️

Disculpen si hay algunos errores y demás, más adelante los corregiré.

Gracias y nos vemos🤙🏻

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