Como volver a amar (Camren fanfic)

Capítulo 8: (N&E)

Se levantó tarde como siempre lo hacía; de seguro ya faltaba poco para entrar a clases. Se levantó con pereza y arrastró los pies hasta que estuvo en el baño. Se aseó lentamente hasta que se vistió. Estúpido uniforme, pensó mirando la falda con pliegues que tenía que usar por obligación desde primer grado de la secundaria, parece de princesita.

Se delineó los ojos con color negro antes de salir y verificó que estuviese lista para su primer día. Su mente viajó de inmediato a una sola cosa, o mejor dicho, a una sola persona; Elise Bauman.

De nuevo la risa que estuvo persistente en su mente apareció.

-Ella es la culpable de que tenga unas horribles ojeras – se murmuró a sí misma.

Salió de la habitación y se encontró con Hayley esperándola de manera sonriente.

-Buenos días, Nat – saludó la pelirroja sonriendo ampliamente, mostrando sus, ya mencionados, dientes levemente chuecos.

-Hola – dijo secamente.

-Ay, Negovanlis – se quejó Hayley borrando su sonrisa y remplazándola por una mueca de desagrado al ver la cara de mal humor de su amiga – estás así desde ayer... ¿es por la chica Bauman?

-No.

-Vamos, una sonrisa – volvió a sonreír para que su amiga pelinegra le imite, pero solo recibió una mirada de muerte – ugh, estás jodidamente mal... ¿andas con el periodo acaso?

-Que graciosa – dijo con sarcasmo – deja de molestar.

-Primer día y ya estás estresada... - murmuró entre dientes – no te desquites conmigo, vieja amargada.

-Sabes que no es nada contigo – miró a su amiga y la abrazó - ¿mejor?

-Un poco – dijo tratando de ocultar su sonrisa. Natasha la apretó con más fuerza contra su pecho.

-¿Ahora sí, enana?

-Sí... - dijo riendo abrazando a su amiga de vuelta – menos mal que ya no estás tan amargada.

-Tu siempre dices... un poco de Hayley no hace mal – ambas sonrieron – ahora vámonos que me quedé dormida.

-Como siempre.

Amabas chicas caminaron juntas por los pasillos en silencio. Hayley con una gran sonrisa como solía ser siempre y Natasha con su cara pensativa.

Sus pensamientos vagaron en su pasado nuevamente, sintiéndose afortunada de haber conocido a la estúpida que llamaba amiga.

*Flashback*

Era el primer día de su nueva etapa. Había entrado a un internado para iniciar la secundaria junto a su prima Verónica. Natasha caminaba seriamente pos los pasillos mientras la pequeña adolecente a su lado iba casi pegada a su cuerpo cogiendo su mano con miedo.

-¿Y si se burlan de mí? – preguntó con miedo en la voz la pequeña Vero.

-Nadie se reirá de ti... - dijo sonriéndole para calmarla – y si lo hacen es por envidia.

-¿Y si no le agrado a nadie?

-A todos les agradarás, eres una chica hermosa.

-¿Y si...? – Natasha la interrumpió esta vez tomándola por los hombros mirando hacia abajo a sus ojos oscuros.

-Nada te hará nada, y si alguien te toca un pelo se las verá conmigo, ¿de acuerdo? – Vero asintió - ¿no hay más dudas? – negó con la cabeza – excelente.

Así que Vero solamente, en completo silencio, volvió a tomar la mano de Natasha, de cierto modo se sentía completamente segura a pesar de todo lo que había pasado.

Las dos llegaron a la habitación asignada a Vero, lamentablemente ambas chicas no compartían habitación.

-Cuídate, Vero – la pelinegra besó la sien de la pequeña en despedida.

-Adiós – susurró tímidamente en respuesta.

Natasha se dirigió directamente a su habitación ingresando seriamente a esta, encontrándose con una chica de cabello rojizo y ciertas mechas amarillas. La chica era casi una cabeza más pequeña que ella, de ojos verdes, la hermosa sonrisa ladeada que le mostró iluminó la habitación.

-¡Hey! – Saludó la chica – soy Hayley.

-Natasha – dijo fríamente.

-Un gusto – dijo acercándose a la pelinegra. Esta la evitó y pasó a recostarse en la cama que estaba sin las cosas de Hayley.

-Vieja amargada – murmuró Hayley borrando la sonrisa radiante de un principio.

*Fin Flashback*

Miró a su lado a la chica que era su amiga... dándose cuenta de que sin ella su vida no existiría en ese momento.