⌖ 19: superior

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—Puta mierda...— gruñó, refregando su rostro contra el cuello de su novio, que la apretó contra sí mismo.

—¿Qué mierda es eso? ¿Qué hora es?— preguntó poniéndose alerta, abrazando con fuerza a su novia contra sí mismo.

La voz del chico era grave recién despertado. Los golpeteos en la puerta los hacían removerse entre sus brazos.

—No sé. Quédate aquí, iré a ver.

La mujer se separó, quedando desnuda otra vez frente a los ojos de su novio, que estaba cansado después de las cuatro rondas de la noche anterior.

Prendió el celular. Seis de la mañana. Gruñó, lo que sea que golpeara la puerta tenía que ser importante, su entrenamiento era recién a las ocho.

Buscó su sudadera pero como no la encontró terminó poniéndose la camiseta negra que había traído puesta el chico la noche anterior. Estaba en el piso junto a su ropa interior. Sonrió avergonzada.

Caminó a la puerta y la abrió un poquito, solo dejando ver su rostro.

—¿Qué mierda quieres a las seis de la mañana, idiota?— dijo enojada una vez vió quién era.

—No pude dormir arrepentido por lo de ayer.— dijo Phillip, extendiendole un ramo de flores silvestres secas de esas que ella tanto odiaba y siempre pisaba en los entrenamientos. —Lo siento.

—Bueno, yo no te perdono. Volví a ser la capitana, así que hoy entrenaras el doble. Y no me gustan esas putas flores, soy alérgica.

—Está bien, acepto lo que quieras, pero tienes que entender que yo no quiero que tengas una mala idea de mí. Me gustas...— la chica boqueó atónita, queriendo reírse. —Quería saber si podía pasar y desayunar juntos, traje varias cosas y...

—Créeme, no es buena idea que pases.

—Por favor.— dijo, acercándose para empujar la puerta. ______ gruñó, siempre era un imbécil. —Déjame pasar solo un momento.

Los pies descalzos de la mujer patinaron contra el frío piso y Phillip entró a la habitación, recorriendola con sus ojos, hasta que se clavaron en aquella gran figura masculina que venía caminando a él con el torso desnudo y una sábana atada a la cintura a pasos largos.

König lo tomó del cuello, levantándolo varios centímetros del suelo.
______ suspiró, acercándose para acariciar los hombros de su novio y sacarle un poco de tensión.

—¿Qué crees que haces entrando a la habitación de una mujer a la fuerza, idiota?

—L-Lo sie-siento...

—¿Crees que no me enteré de que espiaste a mí novia en las duchas? Jodidamente te dejaré sin dientes. Te partiré la columna a la mitad, imbécil, hasta que rueges que te mate. Verdammter Idiot, ich werde dich töten...

—König, bajalo. Déjalo, lo castigaré hoy, no te metas en problemas por algo tan insignificante.

König la miró, asintiendo después de un rato.
Lo dejó caer, viendo cómo trastabilla y caía al piso, buscando que el aire llegue a sus pulmones.

—Vete, Phillip. Deja de insistir o juro que yo misma voy a ser la que te deje sin dientes. Ayer ya sentiste lo que es un buen golpe, no busques otro.

—N-No sabía que t-tenias novio...

—¡Qué sorpresa! Cómo siempre eres el último en entender las cosas, ya todo el puto ejército lo sabe. Ahora vete.

shy [König] (EN EDICIÓN!!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora