⌖ 20: sexto mes

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Aclaración: cinco meses después (los protagonistas llevan seis meses en pareja)

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—Hola, buenos días.— dijo con una sonrisa, caminando hacia el chico que la esperaba en la puerta. —¿Qué te sucede?

—Me quemé la mano.— dijo el chico, abriendo la palma de su mano que mantenía cerrada con fuerza, mostrando una quemadura bastante grande.

—Oh, vaya. Siéntate por aquí.

El joven se sentó en la camilla, esperando a la chica, que se movía de un lado a otro.
Preparó todo lo que pensó que podía necesitar y se colocó unos guantes negros.

Con delicadeza abrió la mano del chico, tomándola entre sus manos.

—¿Qué te pasó? Es algo fea, ¿fue por calor o por electricidad?

—Estaba en el entrenamiento y me apoyé en un lugar para respirar, pero no me di cuenta de que estaba electrificado. Pero por suerte solo me quemó, no me pasó nada más.

—Es un alivio.— le dijo con una sonrisa, limpiando su mano con un paño frío. —Es de primer grado, así que no te preocupes, solo va a doler mucho esta noche. Voy a darte algunos medicamentos para que puedas dormir bien, ¿qué prefieres, pastillas o gomitas?

—¿Gomitas?— dijo el chico, haciéndola reir.

—Bromeo, solo tengo pastillas.

—Oh, me ilusionaste. Quería gomitas.

La puerta fue golpeada y la chica le sonrió, alejándose un poquito para no aturdirlo.

—¡Pase!

La puerta se abrió y König entró, sonriéndole con sus ojitos. La chica le sonrió también, guiñandole un ojo.

—¿Qué le sucede, soldado? ¿Le duele algo?

—Si. El cuerpo me duele bastante, no sé por qué. En especial las piernas.— dijo burlón también.

—Bueno, sientese por ahí, cuando termine iré con usted.

________ volvió a prestar atención a la quemadura, escuchando como el chico se quejaba.

—¿Te duele mucho, verdad?

—Si, demasiado.

—Es una buena señal. Cuando no duele significa que la quemadura es más grave. Voy a ponerte una crema que va a calmarte un poco, ¿está bien? Tal vez te arda un poquito.— el chico asintió, volviendo a estremeserse cuando la fría crema hizo contacto con su piel. —Dime, ¿cómo te llamas?

—Ian. ¿Tú?

—Soy _______. ¿Cuántos años tienes, Ian?

—Diecinueve.— dijo, viendo cómo la mujer lo miraba asombrada.

—Wow, que joven. Hasta el momento él y yo éramos de los más jóvenes, todos con veintiuno.— dijo, señalando a su novio.

Ian levantó la mirada, encontrándose con la imponente presencia de ese hombre, que lo miraba serio bajo esa máscara, apoyado contra una mesa.

—O-Oh, si... Ahora somos varios de esta edad... Somos cadetes.

—Es bueno ver gente nueva, pero yo no quiero verte más por aquí.— bromeó, haciendo reír al chico. Se levantó, buscando una venda para terminar con su trabajo. —Procura no volver a sostenerte de cosas electrificadas, soldado.

—Si, lo tendré en cuenta. Gracias...

—Bien. No te quites la venda hasta mañana por la mañana. Ven y yo te atenderé, pero después de las nueve y treinta que me desocupo con los entrenamientos.— le dijo con una sonrisa.

shy [König] (EN EDICIÓN!!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora