shy [König] (EN EDICIÓN!!)

⌖ 24: viaje.

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—Pesa más que la otra vez.— gruñó Valentino, subiendo su mochila al avión.

—Lo sé, es una mierda.— habló la capitana.

—No sé cómo ustedes soportan este peso. Yo nunca voy a misiones riesgosas entonces pensaba que las mochilas pesadas del entrenamiento eran solo exageraciones para practicar.— dijo Ana, arrastrandola con gotas de sudor cayendo por su frente.

—Cuando le dispararon a König el entró en paro.— recordó la muchacha, llamando la atención de sus compañeros que la escucharon con atención. —Yo estaba lesionada y apareció el Teniente Ghost para ayudarme. Literalmente se puso la mochila que pesaba lo mismo que esta y cargó a König sobre su espalda, no sé cómo pudo.

—¿Cargó a tu novio?— chilló impresionada Patricia. —¿Cómo cuánto debe pesar él? Joder, espero que nunca me toque atender en batalla a un hombre tan grande como König o voy a morir en el intento.

—Yo también lo espero...— murmuró por lo bajo ______, dejando su mochila sobre su asiento. —El de mí derecha está ocupado.— avisó.

—Ella le guarda asiento a su noviecito.— dijo burlón Valentino, haciéndola sonreír.

—Cállate.

—Oh, su noviecito pequeñito que necesita que  su chica le guarde su sillita para sentarse y- ¿está detrás mío, verdad?— preguntó despacio cuando vio a su Capitana reír mirando por encima de él. Se giró, teniendo que levantar su cabeza para verlo. —Hola, König.

El soldado negó divertido con su cabeza y lo golpeó juguetonamente en el hombro, viendo cómo el chico se lo tomaba con dolor. Era bastante delgado, por lo que todos los golpes en su cuerpo le dolían demasiado.

—Los dos son igual de brutos, algún día me van a dejar sin hombro.— gruñó, bajándose del avión para buscar más suministros.

—Hola, amor. ¿Estás listo?— el chico asintió, sentandose en el asiento que le habían reservado.

—Estoy nervioso.— murmuró, viendo cómo la chica rebuscaba en su mochila.

—Te traje una pastilla para las náuseas que siempre sientes cuando despegamos. Abre tu boquita, vamos.— pidió, viendo cómo el chico abría su boca por debajo de la máscara obediente. Con delicadeza la levantó solo un poco y metió sus dedos en el interior de su boca, colocando la pastilla debajo de su lengua. —Dejala ahí, no la mastiques.

El chico asintió, viendo cómo su novia observaba los alrededores nerviosa antes de subirle la máscara y darle un besito sobre sus labios. Sonrió, tomando su mano.

—Quédate aquí, voy a ayudar a Valentino. Nos faltan algunas camillas que subir.— murmuró despacio, dándole una última caricia antes de salir corriendo.

Aquel avión militar de a poco se iba llenando. Todos los asientos eran ocupados menos el que estaba a su lado.

Sus compañeros seguían tratándolo mal, tal vez peor desde que su novia los había enfrentado, pero no le importaba en lo más mínimo porque ahora tenía amigos y pareja.

Sonrió cuando vió a su novia volver con una camilla doblada en sus brazos, acompañada de Valentino.

El viaje iba a ser largo, y a König no le podía importar menos porque eso significaba que iba a estar junto a su chica, tomándola de la mano y conversando en pequeños susurros hasta que el sueño fuese demasiado pesado y los obligara a dormir recargando su peso en el otro.

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Feliz día de los enamorados ^^ Tengan lindo día, gracias por leer!