CAPÍTULO 23

1.3K 68 12
                                    

DAPHNE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

DAPHNE

"Las pasiones son como los vientos, que son necesarios para dar movimiento a todo, aunque a menudo sean causa de huracanes" - Bernard Le Bouvier de Fontenelle

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Lo que Mason dijo terminó de convencerme de algo que ya no podía continuar negando y es que la verdad era que sentía algo por él, algo profundo que no sabía interpretar y que ni siquiera tenía idea de cuando empecé a sentir.

Cuando Mason estaba cerca, sentía mariposas en el estómago y una ansiedad que me devoraba desde adentro; cuando él estaba cerca me sentía viva y tan feliz que no podía contener las sonrisas; Mason me provocaba sentimientos que nunca antes experimenté, ni siquiera cuando estaba con Adam.

No tenía idea como llamar a lo que sentía por Mason, pero estaba claro que no podía llamarlo amor, al menos no aun, sin embargo, tal vez con el tiempo lo que sentía terminaría de asentarse hasta que pudiera reconocer mis emociones con claridad.

Después del día que Mason pasó en mi casa las cosas entre nosotros se estrecharon y eso terminó de hacerme feliz; él tenía sus propios asuntos, pero siempre que teníamos tiempo libre lo pasábamos juntos y durante las últimas dos semanas pude conocer esa parte de él que vi por primera vez en el baile de máscaras y tenía que admitir que estaba encantada.

Mason era inteligente y no se quedaba callado ante ningún tema; él era audaz en sus comentarios y en ocasiones algo atrevido, lo que pensé que me incomodaría, pero ocasionó todo lo contrario; me gustaba sentir su deseo, me gustaba sentir su mirada sobre mí y me encantaba como de una u otra forma siempre conseguía calentarme la sangre.

En estos días Mason no consumió y eso también fue un alivio, pero no estaba segura cuanto tiempo duraría o que detonaría otro momento en el que perdiera el control; en las últimas dos semanas tampoco volvió a pelear y aunque sabía que había acudido a un par de carreras, honestamente prefería las carreras a tener que verlo nuevamente herido y ensangrentado por una golpiza.

Mis amigos continuaban bastante paranoicos con respecto al contacto que mantenía con Mason, pero ya que no hubo ningún otro incidente conseguí tranquilizarlos un poco lo que al mismo tiempo me daba algo de paz a mí.

En estas últimas dos semanas también conseguí que Mason volviera a visitarme y pude enseñarle un poco más de mi mundo, además de que pudo conocer un poco más a fondo a mi alocada familia que lo trataban con cariño y amabilidad, lo cual me encantaba.

Estas dos semanas fueron grandiosas y tuve más paz de la que esperaba; mis pendientes con la universidad, el trabajo y mis actividades privadas estaban mejor balanceados; la prensa finalmente había dejado el tema de Adam atrás y ahora toda la atención estaba en el siguiente gran evento de sociedad, el cual por supuesto me había encargado de organizar.

DINASTÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora