UNKNOW NUMBER (Martin Garrix Fanfic)

II

Leah llegó a la casa de Laura su mejor amiga, tocó dos veces a la puerta y su amiga corrió a abrir.

-¡Hola Brown!- Laura saludó a su amiga como si no se hubieran visto en años.

-¡Hola Garrix! ¿Vamos a mi casa?-

-¿Y si mejor te quedas aquí? Tengo pereza de salir-

-Mmm.... Vale- sonrió, entró a la casa de su amiga y fue directo a su habitación.

-¿Que tal tu dia Leah?-

-Emm.... Bien, muy bien ¿y tu?-

-Bien.... Oye, Gerard tomó prestada tu guitarra el otro día... ¡Lo siento!-

-No importa-

-Creo que no la rompió ni nada, está sana y salva-

-Que no importa. De verdad-

Laura y Leah se conocían hace un año y durante ese tiempo nunca había visto a Gerard, Leah dormía de vez en cuando en casa de Laura pero cuando eso pasaba Gerard dormía con sus amigos.

*****

-Siento que no soy del agrado de Gerard-

-¡Claro que no, él te ama!- Leah rió.

-No me ama, Garrix, él nisiquiera me conoce, ni yo a él....- Leah miró la hora en el reloj de pared 9:45 p.m -¡Garrix, mira la hora! Debí estar en casa de Maggie hace 3 horas, de ahí iba a ir a la fiesta de Darren-

-No lo sabía Leah. Lo siento ¿Quieres que te lleve a casa de Darren?-

-Pues.... No creo que le importe que no vaya a la fiesta... ¿Puedo quedarme a dormir?-

-¡Claro! Sabes que puedes quedarte a dormir las veces que quieras, eres como la tercer hija de mis papás, además así no estaré tan sola mis papás llegarán mañana por la tarde y Gerard no llega hasta mas tarde-

-Vale, les avisare a mis padres que me quedo aquí-

Leah sacó su móvil y llamo a su padre, él contestó al tercer timbre.

-¿Papá?-
-Hola cariño ¿Donde estás?-
-Estoy en casa de los Garritsen, con Lau-
-¡Oh vale! Pensé que irías a esa fiesta de la que platicabas-
-No, preferí quedarme aquí con Lau ¿Puedo....-
-¿Quedarte a dormir? Claro, siempre y cuando los padres de Laura no tengan inconveniente-
-Vale papá, muchas gracias nos vemos mañana-
-Descansa Leah-
-Gracias pá, tu igual, adiós-

-¿Y bien?-

-Me quedo-

-Genial, traeré una pijama para ti- Leah asintió, minutos después Laura salió de su closet con su pijama puesto y otro en las manos

-Era el único que estaba limpio- Laura lanzó el conjunto a Leah y ésta última lo atrapó. Era un short corto, holgado y verde aqua con flores lilas y una blusa de manga corta del mismo color que las flores.

-Gracias Lau-

-Vamos, cambiate para bajar a cenar algo- Laura dejó a Leah sola en su habitación y ella se cambió rápidamente, dobló su ropa sucia y bajó descalza a la cocina.

-¿Te parece si cenamos cereal?-

-¿De frutas?-

-Sep, al parecer tienes los mismos gustos que mi hermano....- Laura hizo una extraña mueca mientras servía los cereales en los tazones y Leah sacaba la leche de la nevera.

Cenaron mientras platicaban y después se fueron a dormir, cuando Leah se quedaba, normalmente dormía en la habitación de invitados.

Entre sueños, Leah escuchó un ruido en el piso de abajo «¿Y si entró un ladrón a la casa?» se quitó la colcha de encima y tomó un pequeño florero, abrió con cuidado la puerta de la habitación y se asomó, no vio a nadie, tampoco quiso encender la luz para no despertar a Laura. Salió al pasillo a tientas.

Por otro lado, Martijn intentaba entrar a su casa con el mayor silencio posible, no quería despertar a su hermana, se acostumbró un poco a ver entre las sombras, se quitó los tenis y los sostuvo con una mano, comenzó a subir lentamente las escaleras....

-¿Quien eres?- le preguntaron... Esa voz, él la reconocería en cualquier lugar.

-Tranquila.... Yo. Vivo aquí-

-¿Eres Gerard?-

-Emm, si, si yo soy Gerard-

-¡Oh Dios, lo siento mucho!- La chica se tapó la boca.

-Shhh-

-Lo siento, pensé que eras un ladrón- Leah susurró, él corazón de Martijn latía a mil por hora.... Era la primera vez que ella le dirigía la palabra.

-No te disculpes, está bien- Martijn sonrió pero Leah no pudo verlo.

-Que manera tan original de conocernos-

-Si, bueno, eso es genial-

-Soy Leah- Leah le tendió la mano y Martijn tardó unos segundos en reaccionar.

-Gerard- finalmente sostuvo con firmeza la mano de Leah.

-Mucho gusto Gerard-

-El gusto es mio Leah- Los débiles rayos de la luna que entraban por el ventanal del pasillo alumbraban el rostro de Leah «Es perfecta» pensó Martijn.

-Gerard... Me dio gusto conocerte... Pero muero de sueño...-

-Vale, vamos a dormir, buenas noches Leah-

-Descansa Gerard-

-Tambien tu- Leah sonrió, se acercó a Martijn y le dio un beso en la mejilla antes de irse a su habitación y cerrar la puerta. Él se quedó de piedra, sintió que las piernas le flaqueaban y se recargó en la pared, se pasó la mano que tenía libre por el cabello, suspiró y luego se fue a dormir.

*****

Leah fue la primera en despertar, como siempre, se quedó un rato recostada boca arriba y después bajó a la cocina a buscar alguna fruta y sentarse en la sala a ver algo de televisión. Se sentía muy apenada con Gerard, ella había estado totalmente dispuesta a romperle un florero en la cabeza.

Dio un mordisco a su manzana y encendió la televisión, entró a Netflix y escogió una de las películas que estaban el la pagina principal.

Escuchó a alguien bajar las escaleras y se giró para ver a...

-¿Martijn?- él la miró sin decir nada, desde el final de las escaleras.

-Ho... Hola Leah, buenos días- sonrió de lado.

-¿Pero que....-

-Soy Gerard, ese es mi segundo nombre- Martijn se explicó.

-¿Eres el hermano de Laura?-

-Eso es lo que dicen mis papás, ella es adoptada...- bromeo, el y su hermana eran idénticos, se encogió de hombros.

-¿Como es que nunca te había visto aquí?-

-No lo sé, yo tampoco te había visto, mi hermana me platicaba de su amiga, pero nunca imaginé que serías tu- mintió, claro que él sabía que la mejor amiga de su hermana era Leah Brown.

-Yo, lamento mucho lo que sucedió ayer....-

-No importa... Bueno, te perdono si me invitas a sentarme a ver la película contigo- Leah lo miró pensativa unos segundos y después dio golpecitos al sillón, Martijn sonrió y corrió a la alacena por una bolsa de papas fritas, se tumbó en el sillón y subió los pies a la mesita, Leah lo miró divertida mientras Martijn volteaba a verla y le sonreía achinando los ojos.