XII

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-Señorita, hemos llegado... Wow, parece que hay una fiesta- el hombre silbó.

-Muchas gracias... Si, es una aburrida fiesta, pero tengo unas cosas que hacer aquí- Leah sacó unos cuantos billetes y se los entregó a Ernest.

-Pues mucha suerte...- Ernest sonrió a lo que Leah devolvió de igual forma, salió del auto y cerró con cuidado.

Caminó hacia el aparcamiento donde Darren guardaba su auto, su tesoro: un precioso camaro rojo con delgadas franjas negras a los lados, una joya, sabía que a él siempre se le olvidaba poner la alarma de su coche así que con una de sus llaves, discretamente caminó rayando todo el lado izquierdo, una y otra vez, de su bolso también sacó unas pequeñas tachuelas de escritorio y las colocó muy juntas de las 4 llantas, por último y con mucho cuidado quitó uno de los espejos laterales y lo guardó rápidamente en su bolso.

-¡Leah, querida! ¡No pensé que vendrías ésta noche!- Tiffany sonrió, era la sonrisa más falsa que había visto en su vida.

-Yo tampoco, Tiffy, pero mirame, aquí estoy. Realmente no vengo a quedarme, solo quiero hablar con Darren-

-Darren está dentro, pasa, por favor-

-Gracias, Tiffy, que amable eres... Iba a pasar de cualquier forma- Leah sonrió y rodeó a la otra chica de cabellos rosas.

Dentro de la casa había mucha gente, más de lo que ella imaginó «Esto será muy divertido» pensó, se acercó a la barra de bebidas improvisada y tomó un shot de cereza.

-¡Hey! ¿Que haces aquí?-

-¿Martijn? Vine a la fiesta ¿Tu que haces aquí?- Leah no tenía ni idea de por que Martijn estaba en fiesta de Darren, ellos no eran precisamente amigos.

-Yo no... Realmente vengo a trabajar. Yo soy...- fue interrumpido cuando Darren rodeo a Leah con sus brazos por la espalda y enterró su cara en su cuello, succionando con sus húmedos labios.

-Amor...- Martijn se alejó varios metros de la próxima escena.

«Uno, dos... Tres, ahora»

-¡No me vuelvas a tocar!- Leah se giró bruscamente para darle un puñetazo en el mentón, su mano dolió, pero la satisfacción de ver la cara de Darren fue aún mayor que el constante hormigueo en su mano. Algunas personas de alrededor voltearon impresionadas para observar la escena.

-¿Que te pasa, amor?- Darren preguntó con la mano en el mentón.

-¡Tampoco me llames "amor"! ¡Tu y yo ya no somos nada!-

-am-Leah ¿Puedes decirme que coño sucede? Estás haciendo un escandalo- susurró apretándola de la muñeca.

-¡¿Que, qué es lo que sucede?! Maggie. Eso es lo que sucede ¡¿Como pudiste obligarla a abortar?! ¡Eres un jodido imbécil!-

-¡Ella fue la imbécil que no se cuidó! Además ella es una arrastrada... ¡¿Realmente la estás defendiendo?!- el rió con ironía. «Bastardo, eso es lo que Darren es»

-Si, lo estoy haciendo... Solo, no vuelvas a buscarla y deja ya de amenzarla ¿Quieres? Ella no está sola, no más. Eres un total cobarde. Y por mi... Por mi te puedes ir a la misma mierda- dicho esto, Leah salió empujando a las personas de su camino, llegando a la salida el frio aire la golpeo y sintió una mano deteniéndola por la muñeca, se giró bruscamente para saber quien era.

-Hey, tranquila Leah-Li. ¿Como piensas irte?- Leah estaba tan exaltada que no se dio cuenta de el particular mote que Martijn utilizó.

-En taxi, sueltame ya, estoy segura que Darren va a alcanzarme-

UNKNOW NUMBER (Martin Garrix Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora