Resplandor (#2)

🎉5🎉

Eira

— Hasta que por fin te dignas a volver — dice mi padre luego de que le diera un abrazo a mi mamá, saludándola — ¿Ya se te acabo tu estupidez de irte del país?

— No vine a pelear.

— ¿Por qué tendríamos que pelear? Solo estoy preguntando, sí ya maduraste.

Suspiré y negué con la cabeza. No quería pelear, lo ignore, empezando una conversación con mi madre. Él solo se me quedo mirando y luego salió del lugar.

Hablar con mamá fue extraño, nos pusimos al día, como viejas chismosas, pero se sentía mucha tensión en el aire, de vez en cuando se removía incomoda, como queriendo decirme algo.

De un momento a otro quise cambiar la conversación drásticamente, esto se lo tenia que preguntar desde hace años, pero nunca había tenido el valor de decirlo.

— ¿Por qué no te divorcias de mi papá?

Me miro por un momento, intente verla a los ojos, pero aparto la vista.

— No es tan fácil.

— Por...

— No quiero hablar de eso.

— Mamá...

— Eira.

Suspire ante su tono y al no decirme un por qué.

Nos hemos visto todos los días, la extrañaba demasiado, cuando me había ido lloraba cada noche, arrepintiéndome, sintiéndome sola en un lugar que nunca había conocido, ni siquiera para ir a vacaciones.

Amo las cosas nuevas, experiencias, pero no me gustaba estar sola. Intenté socializar, pero era muy difícil, hasta que luego de un tiempo hice amigos y ya no me sentía tan sola, pero extrañaba mucho a mi familia y amigas que tenia aquí.

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— ¡AHHHHHHHHHHHHH!

Natalia grito y corrió demasiado rápido a donde estaba. Pensaran que disminuyó la velocidad, y me dio un abrazo.

Pues no, eso no sucedió, venia a tanta velocidad que se estrelló conmigo, haciéndonos caer, ella cayendo sobre mí.

— ¡TE EXTRAÑE TANTO! No sabes cuanto ¡SI TE VAS A IR NO ME DEJES DE HABLAR! ¡¿VALE?!

—Okey, okey, solo bájate...

— ¡JURALO!

— ¡LO JURO, LO JURO!, ¡AHORA BAJATE QUE ME ESTAS AFISXIANDO!

— Uy, lo siento — se separó de mí, levantándonos al mismo tiempo — ¡AHHH! ¡el vestido! ¡Casi lo daño!

— Gracias por preguntar si yo estaba bien.

— El vestido es mas importante, si mueres, el vestido es el que te va a relucir.

Reímos al mismo tiempo, caminamos a la entrada del salón, Nat cogida de mi brazo.

— Casi me dejas sorda — dije y ella mando un beso al aire.

Nat iba vestida con un vestido elegante, negro que llegaba hasta la suela de sus tacones. Al igual que ella, mi vestido llegaba a hasta la suela de mis tacones, era un vestido simple, de color plateado, con una abertura en la pierna, pero elegante para la ocasión.

Nos dirigimos a una parte del salón encontrándonos con su prometido.

— Eira te presento a Joe — nos dimos la mano — Joe ella es Eira.

— Nat me a hablado mucho de ti, Joe.

— Lo mismo digo, te recuerda cada cinco minutos.

— ¡Yo no...!