Capítulo 6

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—Que graciosa — los miré con seriedad mientras ellos trataban detener su risa, —  Tenías que recordar el día que preferiste sus cuentos — dije sentándome entre ellos.

—Eran mejores acéptalo Pan — ambos volvieron a reír a mis costillas, pero lo importante era que pronto recordaría todo.

Cuando mande a todos a dormir, ella se despidió con una sonrisa y entro a su cuarto, hable con sombra antes de entrar a la caballa, los idiotas encontraron la manera de regresar tenía poco tiempo.

Con mi magia llegue donde las sombras, llegue hasta la jaula donde esa mujer se encontraba la encontré en una esquina tratando de no escuchar los gritos de las sombras.

—¿Disfrutas tu estadía? — llame su atención logrando ver como levantaba la mirada, no ha dormido nada podía verlo en sus ojos y en las bolsas moradas debajo de sus ojos.

—Déjame…salir — el susurro de voz dejaba a la vista lo cansada que estaba.

—No empieces otra vez — dijo con seriedad mientras me colocaba a la altura de la jaula, —Te traje noticias — dije con una sonrisa. Ella me miro confundida, mientras yo pensaba en su reacción cuando se enterará, —¿Sabes quién está recordando su pasado? —

Mire con una sonrisa como ella abría los ojos con miedo y negaba con la cabeza con desesperación, se acercó hasta donde me encontraba

—No lo hagas…por favor… no puede recordar…-— detuve sus palabras cuando mi mano se apretó alrededor de su cuello con fuerza.

—- ¿Quién eres tú para decirme que hacer? –— exclame con molestia aprontando su cuello, -— No tienes derecho, no eres nadie y cuando todo esté resuelto me encargare de que sepa que fuste tu quien le mintió por tantos años —– escupí soltándola con fuerza azotándola contra los barrotes.

—- Fue por ella… le di una familia —– esta estúpida en verdad que disfrutaba sufrir, las sombras se movieron con fuerza y gritaron llenando toda la cueva con fuerza.

Sin importarme sus gritos, regrese al campamento pensando en cómo hacer que sus recuerdos regresaran más rápido sin tener que usar un hechizo.

Cuando entre a mi cabaña, las leves quejas se escucharon del cuarto de mi niña así que entre encontrándome con Félix tratando de despertarla limpiando las lágrimas que corrían por sus mejillas.

-—Félix, ¿Qué demonios pasa? –— pregunte tomando su lugar cuando él se levantó, -— _______...despierta…! ________! –— grite sin resultados.

—- Mira su mente, algo está pasando –— lo miré por unos momentos antes de enfocarme en ella y poder ver qué demonios asustaba el sueño de mi pequeña, y lo que vi solo me apretó el pecho.

La Niña Traviesa de Peter PanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora