La Niña Traviesa de Peter Pan

Capítulo 7

Narra ________.

Estaba asustada, no sabía dónde estaba todo estaba ensombrecido y las voces y gritos alrededor solo me perturbaban más.

Camine hasta donde las voces se escuchaban, juraba que las conocía, pero las siluetas oscuras no me permitían reconocerlas, una playa y un barco anclado en la orilla, un duelo de espadas resonaba en el lugar.

Un grupo de sombras se agruparon rodeando una más pequeña, y esta trataba de salir de entre las figuras que la aprisionaban, mistas leves sollozos se escuchaban.

-— ¡No quiero déjame!... quiero quedarme… -— el ruego en la voz era de infinita tristeza y algo en mi pecho se apretó.

Y sin saber cómo la pequeña sombra tomo forma… era una niña, no…. Esa era yo a mis cinco años….

-— Garfio, esto no voy a perdonártelo –— esa voz…Peter, era Peter, pero ¿Por qué menciono a mi tío? –— Félix tráela –—

Otra sombra se acercó hasta el grupo, pero fue detenido por una mujer que clavo su espada en su hombro, no me gusta el dolor en mi corazón era horrible…  ¡Quiero salir de aquí!

Las sombras subieron al barco llevándome con ellos, Peter y Félix estaban heridos y cansados como para detenerlas, pero la rabia en los ojos de Peter, me dejaron quieta en mi lugar.

—- Regresaras, te encontrare y nadie volverá a separarnos –— la profunda voz de Peter, calmaron mi corazón era una promesa que era solo para mí, -— Mi niña traviesa, volverás conmigo –—

—- ¡Peter, Peter! —– la pequeña gritaba desde el barco en los brazos de una joven.

—- …Peter… no quiero… ¡Peter! –—

Mis ojos se abrieron y podía sentir las lágrimas caer por mis ojos y mi respiración buscar normalizarse con respiración, pero ahora lo único que quería era el calor de Peter y que borrara el sentimiento de tristeza de mi pecho.

—- …Peter… Peter… -— llame mirando alrededor y mi respiración se cortó al ver la habitación oscura trate de levantarme, pero unos brazos me lo impidieron.

—- Tranquila cálmate, estas bien –— mis lágrimas salieron sin poder detenerlas y el único lugar que encontré para esconderlas era el pecho de Peter quien me abrazaba posesivamente y yo no quería que me soltara.

—- Peter… tengo miedo, las sombras…—-

-— No, mi niña traviesa no te asustes, estás conmigo y yo te voy a cuidar –— prometió volviendo acostarme, pero me negaba a que se fue.

-— Quédate conmigo, no quiero estar sola –— pedí aferrándome a sus brazos el me sonrió y dejando un beso en mi frente se recostó a mi lado y me mantuvo entre sus brazos.

—- No volveré a dejarte sola —– prometió mientras me ayudaba dormir, -— Estas en casa ________, no dejare que nadie te aparte de mi otra vez –—

-—  Peter… no dejes que las sombras vengan —– pedí sabiendo que mis ojos no dudarían mucho abiertos.

— No lo are, no cometeré ese erro de nuevo — lo escuche decir mientras me abrazaba, — Mi flor duerme tranquila, nadie te qra nunca daño —

La joven se  durmió,  soñando con ese hermoso prado de flores y sintiéndose segura entre los brazos del chico que juro no dejarla sola.

Y ella sabía que el, cumpliría su promesa como  compiló la de regresarla a su hogar.