Langa Hasegawa, un chico de veinte años y líder de la Mafia, ve por la televisión sobre un experimento científico que ha salido mal, se está propagando un virus que al parecer hace que las personas se conviertan en zombies. Sorprendido, Langa decide...
De repente escuché un fuerte disparo, haciendo que cerrara los ojos y apretara los dientes con fuerza. Noté como el agarre que Ainosuke ejercía sobre mí fue dejando de hacer efecto. Cuando ya ni siquiera había agarre me fui corriendo hacia una pared del largo pasillo en el que nos encontrábamos.
A los pocos segundos fui corriendo hacia Reki, Langa y Shadow estaban, con las respiraciones agitadas y mirando al frente perplejos.
Abracé a Reki y miré hacia donde todos estaban mirando. Había un hombre en traje, pelinegro, sujetando una pistola. Segundos después bajó la pistola.
- Soy Tadashi, el hombre en el que más confia Ainosuke, o mejor dicho confiaba - habló señalando el cadáver que estaba desangrandose en el suelo.
- ¡No te conozco pero ya te quiero! - gritó Reki.
Miré a Langa tratando de no reírme, este estaba mirando a Reki con cara de desprecio, debería de estar celoso.
- ¿Como sabemos que podemos confiar en ti? - preguntó Shadow mirando a Tadashi.
- ¿Quieres que le dispare otra vez o así está bien? - respondió Tadashi.
No pude evitar comenzar a reír por la forma en la que pronunció esas palabras. Reki también empezó a reírse.
Langa se acercó a Reki y lo abrazó por los hombros ahora dedicándole la cara de desprecio a Tadashi.
- Creo que así está bien, gracias - dijo Shadow.
- Síganme, los llevaré hacia su destino - habló Tadashi dándose la vuelta y haciendo un gesto con su mano.
No nos lo pensamos dos veces y fuimos detrás de él. Tardamos un par de minutos en llegar a una habitación, de verdad que esa casa era grande.
La habitación era enorme, en una de las paredes había un cuadro muy grande, en el se podía ver a Ainosuke y a tres señoras mayores.
Todos mirábamos asombrados la habitación, en la cama cabrían diez personas por lo menos y había varios muebles bastante lujosos.
Tadashi abrió el armario y vimos una caja fuerte, la abrió después de poner varios números en una especie de pantalla que tenía y sacó un pequeño frasco con un líquido rosa.
- Esto es lo que buscáis - dijo mientras levantaba el frasco en nuestra dirección.
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Narra Langa
- ¿Y con eso que vamos a hacer? - pregunté mirando el frasco - debe haber muchísimas personas infectadas y con eso no nos da ni para dos.
Tadashi levantó los hombros indicando que eso ya no era de su incumbencia.
- Y yo emocionado porque por fin íbamos a encontrarlo... - dijo Reki poniendo sus manos sobre su cabeza.
Seguimos mirando el frasco por un largo rato pensando en algo que pudiera solucionar nuestro problema. Estábamos sentados en el suelo con el frasco en medio de todos.
- ¿De verdad no hay otra forma? - habló Shadow rompiendo el silencio y tirándose hacia atrás.
- No creo, en señor Ainosuke nunca me habló sobre otra -.
- ¡Menuda mierda! ¡Ya podríamos haberlo torturado hasta que nos dijera algo de utilidad! - gritó Miya.
Tadashi rió y se levantó.
- Tal vez en el laboratorio haya algo que nos sirva en alguna parte, seguidme -.
