Langa Hasegawa, un chico de veinte años y líder de la Mafia, ve por la televisión sobre un experimento científico que ha salido mal, se está propagando un virus que al parecer hace que las personas se conviertan en zombies. Sorprendido, Langa decide...
Después de tranquilizarnos un poco nos soltamos aún con lágrimas en los ojos.
- ¿Y bien? - dijo Shadow mirándonos.
- Oh... Ella es mi hermana Koyomi - respondí sonriendo.
- ¿Eh? ¿No se suponía que ella había muerto? - habló Langa aún más confundido.
- Ni yo sé cómo es que está aquí - volví a mirar a Koyomi.
- Bueno... el disparo que recibí al parecer hizo que perdiera la conciencia, después desperté en una habitación junto a un señor pelinegro, y me dejaron ahí encerrada, estos últimos años fueron un completo aburrimiento, solo me dejaban salir junto a un guardia. ¡Y me trataban fatal! Pero aproveché para salir porque no parecía haber nadie y escuché la voz de mi hermano así que lo busqué -.
- ¿Y mamá y las gemelas? - dije con una pequeña esperanza de que supiera algo.
- Ni idea... como no las tengan en algún sitio encerradas estarán sin vida - me respondió apartando la mirada con un gesto triste.
- Ya... -.
- Dejemos la charla para luego, ahora tenemos que salir de aquí rápido - dijo Langa levantándose.
Yo también me levanté y ayudé a Koyomi a levantarse. Salimos del cuarto y empezamos a andar por el largo pasillo.
Langa se acercó por detrás, aprovechando que Koyomi se había quedado atrás hablando con Shadow y Miya. Su mano se pasó al rededor de mi cintura, pegándome más a él y causando un sonrojo en mi rostro.
- Debes estar feliz de que tú hermana este aquí - comentó en casi un susurro.
- Si... - comencé a reírme nervioso, Langa sólo sonreía y apretaba mi cintura.
De repente, Shadow habló, provocando que nos diéramos la vuelta a mirarlo.
- Tenemos que ir a por Joe y Cherry... - dijo con un tono triste. Todos pusimos mala cara, nos dejó muy mal lo que pasó.
- ¿Cherry y Joe? - preguntó Koyomi.
- Unos amigos... -.
Fuimos hasta la sala en donde los dejamos, y para nuestra suerte, seguían allí. Shadow cogió a Joe en brazos y Langa a Cherry.
Koyomi los miraba triste.
- ¿Que les pasó? - me preguntó mirándome.
- Conoces a Adam, ¿cierto? - ella asintió - el los mató... -.
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Narra Koyomi
Al encontrar la puerta de salida corrimos rápido hacia ella.
- ¿Dónde deberíamos enterrarlos? - habló Miya.
- Te diría que en aquella montaña pero no tenemos coche, tal vez en algún prado - propuso Langa.
Empezamos a buscar alguno, y finalmente, después de 20 minutos, fuimos capaces de encontrar una zona de tierra perfecta para ello.
- ¿Como hacemos los agujeros? - preguntó mi hermano.
- Creo haber visto una tienda de herramientas, voy a ver si hay palas - dijo Langa dándose ya vuelta.
Al cabo de unos minutos llegó junto a dos palas.
Le entregó una a Shadow y comenzaron a cavar dos agujeros juntos. Me senté en el suelo y suspiré, seguido de eso Miya se sentó a mi lado.
- Hola... - hablé observando como ponía su cara sobre sus rodillas, debería de estar muy dolido por lo de Joe y Cherry.
- Hola - respondió después de unos segundos, me le quedé mirando un poco, sus ojos estaban cristalizados, parecía a punto de llorar, sin embargo, no lo hizo.
