5. SORPRESA

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No todas las cosas cuando se rompen hacen ruido. Hay algunas que se derrumban por completo en el más absoluto de los silencios.
—Alberto L. Agüello

ANNELISE


—¡Es hora de comer! —grito Gunther mientras estaba en la cocina—. Deben bajar todos a comer porque ya he hecho la mejor comida de todos los tiempos.

—¡Allí vamos! —respondió Helmut a mi lado mientras bajamos las escaleras.

Caminamos por la casa hasta llegar a la mesa principal donde Gunther ya estaba pasando los platos, comida, entre otras cosas más. Se veía como un festín a decir verdad.

Me senté mientras arreglaba algunas cosas que tenía allí, Elske se sentó frente a mí, a mi lado Gunther, y a su lado derecho se sentó Moritz, a mi lado izquierdo se sentó Helmut, y de frente estaba Rainer y Nixie.

—¿Por qué tanto alboroto, Gunther? —pregunto Rainer mientras veía que servirse de comida.

Vaya que se lució Gunther con este espectacular desayuno, mientras yo ya estaba degustando de la comida que sabía realmente deliciosa, mis papilas gustativas nunca habían estado mejor.

—Porque si no sabían —hizo una seña que no logré entender—. hoy es el cumpleaños de cierta persona que tengo enfrente mío.

Gunther se levantó rápidamente y fue a la cocina, y regreso con un pastel de chocolate en manos, lo puso frente a ella que permanecía ahí. Todos comenzamos a cantar la bella canción que siempre cantaban nuestras familias, ella se notaba algo, algo distinta.

Buena suerte y muchas bendiciones
En todos tus caminos,
Salud y Fohsin
¡Esté allí también! Mis mejores deseos y muchas bendiciones.
En todos tus caminos,
Buena salud y alegría.
¡Estaré contigo también!

Al culminar de cantar ella solo miro el pastel con una seriedad determinante, solo viendo el pastel sin mirar a los demás, quería ver si yo solo lo note yo, o eran mis alusinaciones, mire a mí alrededor y pude observar que también lo noto Rainer.

—¡Apaga las velas, Nixie! —pidió Gunther sonriente detrás de ella.

Ella salió de su trance e hizo lo que le dijo, lo hizo sin mostrar una sonrisa, solo las apagó, Gunther corto el pastel, y repartió los pedazos a cada quien, todos permanecían allí sentados mientras degustaban el pastel, yo solo miraba a Nixie, ella ni si quiera tocó el pastel, solo observaba.

Hasta que se paró de repente y dijo.

—Lo siento —dijo—. Voy por algo a mi habitación, ya vuelvo.

Y se dio la vuelta para subir a su habitación, por lo que supuestamente iba, no sabía si ir o no, normalmente no hago este tipo de cosas por razones distintas, pero ella merece más que esto, y quiero saber el porqué de su repentino cambio al ver el pastel, si es su cumpleaños.

Me levanté de mí asiento y todos levantaron su rostro con una mueca de desconcierto.

—Ahora vengo —dije—. Necesito ir por algo para mostrarles.

Nadie dijo absolutamente nada, no sé si no les importo que Nixie se fuera así de la nada o no lo notaron realmente. Mire a Moritz quien ayer me entere que es su pareja, y él tampoco tocó el pastel, y no fue detrás de ella, ¿por cuál razón? No lo sé.

Subí por más escaleras rápidamente, sin hacer mucho ruido ya que quizás no quiera verme o no quiera hablar. Su habitación estaba frente a la mía, así que no me fue muy difícil encontrarla.

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