14. ERINNERUNGEN

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A veces los recuerdos suelen darte un hermoso día soleado, pero otros pueden llegar a ser tormenta, destruyendo todo a su paso.
...

ANNELISE

PARTE I: BULGARIA.

Me levante pensando en todo mi pasado, en todo lo que viví y lo que sufrí, además, sobre lo importante de que es la vida con las duras enseñanzas que deja. Todo lo que tenemos que pasar para aprender lo que es realmente su concepto.

Recordar aquello me seguía doliendo, y sabía que todas las personas que mis padres ayudaron están muy agradecidas con ellos. Pero se fueron sin darse cuenta que la única que necesitaba de su ayuda era yo.

Me levanté de la cama, algunos recuerdos me llegaban como una ráfaga, muchas veces solían ser cortos, pero ahora, son más grandes, más fragmentos recordándome lo que ocurrió. Mi cabello todo revuelto: estaba sudando, ya tenía mucho tiempo que no me ocurría algo así otra vez.

Lo único que espero no haber hecho es gritar, porque sino aquí tendré a Gunther a mi lado buscando la manera de ayudarme, y no quiero su ayuda, ni la de nadie más.

Hoy es diecisiete de Diciembre, espero y todo en casa de mi familia adoptiva este bien. No he hablado con ellos, pero espero este todo bien. Y no se preocupen.

—Verán —Habla Moritz—, Tendremos nuevas identidades, una vez más, esperemos y no se alargue más de lo esperado.

—¿Cuál es mi identidad? —pregunta Helmut.

-—Lento, vamos lento, caballero —Ríe—. Nixie tú serás Ivanka, Elske serás Elena, Anne serás Valentina. Helmut tú serás Andrei, Gunther tú serás Blazhe, y yo seré Aleksandar.

—Vaya nombres has escogido caballero —Dijo carismático Helmut, digamos que ellos se tienen una apodó—, Pero la verdad es que me gusta Andrei, suena muy bien.

—Aleksandar suena mejor —sonrío.

—Oh no, claro que no

—Oh claro que sí

—Basta chicos —los paró Nixie— no quiero discusiones. Es hora de irnos.

—A propósito —mencionó Moritz— Cada uno tendrá su puesto, si pregunta alguien, fuimos trasladados desde Francia después de que saliéramos ilesos de una gran fábrica que producía metanfetamina. Allí les dirán que hacer y que no, primero entraremos y nos darán nuestras indicaciones, haremos lo que se nos piden, nos mezclaremos entre todos, y seremos uno de ellos, hasta que nos dejen ver a Bogdan, el jefe que maneja toda esta mierda —lo último lo menciono con coraje.

Me senté en el asiento que yace allí, no he tenido la oportunidad de hablar o ver a Rainer por aquí, por suerte. Después de lo que ocurrió ni si quiera quiero verlo en sueños, lo que pasó ayer solamente fue un error, un muy grande que no volverá a cometerse.

«Pues vaya error, ¡yo quiero cometerlo todos los días!» Grito mi subconsciente.

Desde ayer no lo he hablado con él, simplemente salimos de Inglaterra y allí directo nos fuimos al Jet, tardamos unas cuantas horas en llegar aquí pero valió la pena, no hable con él, solamente me recosté, y me dormí. Llegamos en la madrugada a dónde dejaremos el Jet, Rainer nos dijo que podíamos dormir un rato, eso fue hace tres horas, en este momento son las nueve de la mañana, seguro tenemos que reportarnos a las doce del día allí.

En la base donde tiene toda la mierda Bogdan: el rey como algunos lo llaman aquí en Bulgaria, un señor más o menos de cuarenta años, cabello negro, ojos azul cielo y tez morena. Él desde muy joven se dedicó a todo esto y ha llevado toda la venta ilegal al límite. Y para eso hemos venido aquí, para terminar de una vez con todo esto, porque el jefe quiere su cabeza y que se la mandemos en bandeja de plata.

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