4. EL ENTRENAMIENTO

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Cuídate, eres demasiado importante para dejarte caer por las grietas de tu propia vida
—Ron Israel—


ANNELISE

Me removía en mi cama mientras me tapaba mis ojos aún teniéndolos cerrados, había una luz que no me dejaba abrirlo si quiera.

Observé poniendo mi mano para que visualizará mejor, pero la luz que me cegaba, resultó ser una linterna y quién la agarraba era Gunther.

Le levanté de un brinco, él se asusto y retrocedió, ya que me estaba viendo como dormía plácidamente, me tape con mis sábanas.

—Eh p-perdón Annelise —tartamudeo— Es que Rainer me dijo que te viniera a despertar, pero te vi tan cómoda durmiendo, que no quise despertarte.

Lo mire incrédula

—¿Acaso no conoces la privacidad? —pregunte—¡Pudiste haber tocado la maldita puerta!

—S-si lo siento

Y salió rápidamente de mi habitación, estaba a punto de cerrar cuando se regreso, y volvió a decir.

—Rainer te quiere en diez minutos para que comience la práctica —lo seguí mirando con mi ceño fruncido— Eh si lo siento.

Y salió de la habitación, mire mi celular, decía la siete y media, rayos, me levante como un rayo y vi que ropa usar el día de hoy.

Unos mallones negros térmicos, son especiales para el frío, si Alemania tiene algo bueno. Me acomode mi blusa, un suéter blanco junto con mi cabello en un chongo perfectamente atado.

Me lleve conmigo mi celular en mi bolsillo, me encamine rápidamente a la mesa principal suponiendo que me esperarón allí, bajo por las escaleras, mis botas resonaron en el piso de madera, alce mi mirada, allí encontré a Nixie observandome.

—Buenos días —salude— ¿dormiste bien? —refiriéndome a los golpes.

—Buenos días —correspondió, me miró, comenzó a caminar, le seguí el paso— Si te refieres a lo de ayer.... —hizo una mueca—, Disculpa haberte despertado así en tu primera noche, a veces me dejo llevar por mis emociones.

Sonreí

—No te preocupes, siempre hay primeras buenas impresiones para todo ¿no? —volví a sonreír— vaya buena impresión que me diste...

Ella también sonrió y miro el suelo, es la primera vez que la veo sonreír desde ayer en mi llegada.

—No suelo decir esto muy seguido a la gente nueva que conozco pero... —suspiro y volvió a mirarme, sonriendo—Me caes bien, Rainer al fin escogió bien.

Me preguntó que habrá cometido Rainer porque desde mi llegado me han dicho que escogió bien, me intriga bastante.

Caminamos hasta la parte trasera de la casa, allí estaban todos, la nieve cubría todo el pasto, mire alrededor, todos estaban allí esperando.

—Buenos días —salude a todos.

—Annelise —hablo Helmut sonriente— Ahora haremos un entrenamiento básico, digamos que alguien sin experiencia, después iremos a intermedio, alguien que está en proceso, al final, alguien quien realmente está bien entrenado —me observó— Haremos esto para saber que tanto estás entrenada, que podemos que reforzar y demás.

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