Mafia 22

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Despierto desnuda al sentir los primeros rayos de sol sobre la piel que no cubre la manta, Donatello duerme tranquilamente con una hermosa sonrisa en su rostro, acaricio su rostro con las puntas de mis dedos, no hay momento mas perfecto que este, me acurruco en su pecho para volver a dormir un rato.

Cuando me vuelvo a despertar el sol ya ha terminado de salir, siento unas caricias en mi vientre, me separo un poco para mirar a Donatello, me sonrojo ante su atenta mirada.

— Muy buenos días, amor de mi vida— los abrazo.

— Buenos días mi amor— digo antes de besar castamente sus labios, él suspira feliz.

— Creo que ya deberíamos levantarnos— asiento me levanto del colchón que improvisamos ayer con cobijas y algunos cojines que nos trajeron los hombres de Donatello antes de que empezáramos a desnudarnos.

Me pongo la ropa y siento su mirada, me giro para mirarlo, él también se está colocando su ropa, dejamos todo ahí ya que mas tarde vendrá alguien a alzar, nos encaminamos a la casa, dirijo mi mirada al anillo de compromiso y no puedo evitar sonreír emocionada.

Al llegar a la casa, nos bañamos por separado, iremos a avisarle de la noticia a mi hermano, yo le pediré ayuda a Lisa para los preparativos de la boda por que no pienso contratar un planeador.

Ese es mi outfit de hoy, termino de atarme los tenis, cuando levanto la vista hacia Donatello lo veo abrochado su cinturón, me muerdo el labio con el recuerdo de nuestra noche, antes de que me atrape mirándolo desvió la mirada

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Ese es mi outfit de hoy, termino de atarme los tenis, cuando levanto la vista hacia Donatello lo veo abrochado su cinturón, me muerdo el labio con el recuerdo de nuestra noche, antes de que me atrape mirándolo desvió la mirada.

— Ya estoy lista amor— él voltea a verme y me mira con asombro.

— A...amor llevas algo debajo de la blusa ¿verdad?— niego, lo veo pasar saliva con nerviosismo, su mirada de asombro se transforma en una de admiración.

— La buena noticia es que quien te mire de forma indecente perderá la vida— corro a abrazarlo, beso su mejilla.

— Te amo— le digo y él sonríe, salimos de la habitación, él guarda su pistola en la parte de atrás de su pantalón al igual que yo, nunca esta de mas llevar una pistola o dos.

Al llegar a casa de mi hermano vemos como él está agachado a la altura del vientre de Lisa dando besos en su pancita y hablándole al bebé, esa escena me hace enternecer, miro a Donatello, él está grabando.

— Que tierno futuro papá— le dice una vez termina de grabar, mi hermano se levanta como resorte y se aclara la garganta.

— No los escuche llegar— Lisa se ríe del comportamiento que ha tomado mi hermano.

— Perdón Bas pero como tengo llaves solo entramos y nos sorprendió verlos así en medio de la sala así que por eso no dijimos nada— eso hace que mi hermano se sonroje lo cual es una sorpresa por que nunca lo he visto ponerse así.

— Pudiste haber dicho algo en lugar de verme hacer el ridiculo— ruedo los ojos.

— En realidad eso me pareció muy tierno, jamás me imaginé que te comportarías de ese modo al ser papá— lo abrazo, en ese momento Lisa grita y da brinquitos en su lugar pero no demasiados.

Hermana del mafioso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora