Mafia 14

313 23 1
                                    

Llego la semana en la que debía volar con Donatello a Miami, mi equipo de seguridad mas unos hombres y mujeres mas que trabajan para mi hermano vienen en un avión aparte, solo Forlli viene con nosotros al igual que Demetrio el jefe de seguridad de Donatello.

— Te estas quedando dormida— canturrea Donatello y abro lenta mis ojos.

— Anoche tuve insomnio nuevamente— me toma en sus brazos para llevarme a la habitación que está dentro del avión, me deja suave en la cama, me quita los zapatos y me tapa.

— Estaré afuera por si necesitas algo— me da un beso en la frente y sale de la habitación, respetando mi espacio, lo cual agradezco.

Me despierto por que siento que alguien me mira desde la puerta, veo que es Forlli que está recargado en el marco de la puerta.

— ¿Que hace ahí? Parece un maldito acosador— entra en la habitación sin cerrar la puerta.

— Me aseguró de que estes bien, no se si Donatello te drogo para dormirte— frunzo el ceño.

— En primer lugar no me hables como si fuéramos amigos y en segundo lugar Donatello jamás me haría eso, solo tenía sueño, sufro de insomnio en las noches por si no— me interrumpe.

— Por su puesto que lo se, yo te acompañaba en tus noches de insomnio por si lo habías olvidado— me siento en la cama.

— Si lo he olvidado y espero que usted también lo olvide, ahora salga de mi habitación y llame a mi novio— no se movió de su lugar — Es una orden Forlli— apretó la mandíbula pero finalmente salió de la habitación y minutos después entro Donatello.

— ¿De verdad no lo vas a perdonar?— lo pensé durante unos minutos, sinceramente no lo sabía, pero también él ya no me mira como me miraba antes, desde el día de la boda de mi hermano su mirada cambió.

Tal vez esperaba que siguiera siendo la chica inocente a la que cualquiera puede pisotear pero yo no quería seguir siendo esa chica, estaba harta de serlo, harta de huir de los temores de mi pasado en vez de enfrentarlos.

— No lo se, por el momento no— Donatello asintió.

— Esta bien amor, sabes que te apoyaré en todas tus decisiones sin importar nada, por cierto ven ya casi vamos a aterrizar— me levante y tome su mano, él tiene muy grandes las manos fácilmente puede rodear mi cintura con una sola mano.

Nos sentamos en uno de los asientos de en medio, me pongo el cinturón mientras él hace lo mismo, cuando hemos aterrizado me quito el cinturón, me emociona conocer un lugar diferente a Italia aun que sin duda amo mi país.

— Ven ya deben estarnos esperando— Donatello tomo mi mano para que bajáramos juntos, su equipo de seguridad y el mío ya estaban tomando las medidas de seguridad respectivas.

— ¿A quien veremos exactamente?— pregunte confundida, se que es un viaje de negocios y disfrutaremos un poco cuando él tenga tiempo libre pero no se con quien vino a hacer negocios.

— A la líder de la mafia de Miami— alce una ceja.

— ¿Tienes historia con ella?— él me miró divertido supongo que por mis celos.

— No, al menos no en el sentido en que estás pensando somos socios de negocios y solo eso, ni ella confía lo suficiente en mi ni yo en ella— me agarra de la cintura —Así que no tienes por que ponerte celosa, mi amor— besa rápidamente mi mejilla y yo sonrío.

Nos subimos a una de las camionetas Forlli y Demetrio se subieron en la parte de adelante, Demetrio iba manejando, en el camino Donatello me dijo sobre pasear en la playa al día siguiente, solo él y yo claramente.

Hermana del mafioso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora