Ya llevaban un buen rato así, París, Londres y Washington, no sabían cuando pasó todo o como comenzó, solo podían verse ahora mismo abrazados uno al otro con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, acababan de despertar en un rincón de la cabaña con almohadas a la altura de la nuca y frazadas cubriéndolos, pero a pesar de todo...se sentía bien, la nostalgia de los tres de cuando aún eran los mejores amigos, era simplemente... cálido y feliz...
No dijeron nada, solo volvieron a echarse, y permanecieron en silencio, mirando al techo de madera, se sentían como si ya todo hubiese pasado y se hubiese arreglado aunque recordasen muy poco, ya no sentían el dolor punzante que los abrumada cada mañana, todo esta bien...por ahora...
Después de todo aún debían de hablar y escucharse uno al otro, pero por ahora eso...estaba bien
Un olor a chocolate caliente inundó sus fosas nasales, se levantaron al sentir a alguien cerca, era Lima con tres tasas de chocolate y pan con palta en bandeja
— Les traigo el desayuno, estaban profundamente dormidos y no queríamos despertarlos, aunque los demás se volvieron a dormir – su voz era calida y dulce como siempre – tomen, con cuidado esta caliente, se quemarán – dijo entregando las tasas a cada uno –
El rozamiento de manos y las miradas encontradas de Lima y Washington no pasó desapercibido por el inglés y el francés, se amaban...
Hasta que el sonido de un celular rompió su pequeño ambiente, Lima solo podía maldecir por lo bajo
— H-hay me llaman yo...espero que disfruten su desayuno – retrocedió para finalmente salir del campo de visión de los presentes – Buenos días ¿Con quién tengo el gusto de hablar?– Fue lo último que pudieron escuchar –
Los tres chicos habían quedado en un ambiente incómodo, nadie dijo nada por un buen tiempo
— Veo que te llevas MUY bien con Lima
¿Desde cuándo son tan unidos? – preguntó París con cierta molestia demasiado notoria, su mirada era fría al igual que su voz – ¿Y bien? ¿No vas a responder?— Déjalo, eso no es de tu incumbencia – habló Londres –
Las miradas vacías de estos dos se encontraron, parecía que pronto desatarian una guerra, pasaron algunos segundos cuando una sonrisa se planto en el rostro del Parisiano
— Hay~! jajaja solo preguntaba, no es para tanto ¿Verdad Washington? – Esta vez su voz era amable, tomó el hombro del nombrado volteandolo en su dirección para mirarlo fijamente – ¿Verdad? – su voz seguía siendo dulce pero aquella mirada parecía atravesar su alma y hacerla pedazos de todas las maneras posibles –
— Yes... – respondió Washington sin más –
— ¡¿Vez~?! Te molestas por nada Londres, pero según yo ustedes dos ya habían terminado con su amistad ¿Porqué los sigues protegiendo? Parece que lo extrañas –
Inocencia...era lo que demostraba, pero tanto Washington como Londres ya conocían esa faceta suya, siempre que París tenía la oportunidad para molestar en este tipo de situaciones... lo hacía, demasiada actuación y confianza
— Si...lo extraño
Washington miró a Londres con aquel brillito en sus ojitos, a Londres y París siempre le pareció tierno aquello, Washington se ponía haci cada vez que celebraban una fecha en especial o algún detalle, sea su cumpleaños, día de la amistad, cada vez que le regalaba algo que el siempre quiso, aunque le dieras un helado bajo la tormenta era así... El estadounidense siempre fue alguien sentimental, pero para los demás siempre era alguien frío, nunca se daban el tiempo de conocerlo
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▀▄▀▄▀▄ 🎀 𝒥𝓊𝑒𝑔💗𝓈 𝒹𝑒 𝒮𝑒𝒹𝓊𝒸𝒸𝒾ó𝓃 🎀 ▄▀▄▀▄▀ ᴡᴀꜱʜɪɴɢᴛᴏɴ x ʟɪᴍᴀ
RandomLima un cityhuman que es conocido por ocultar su rostro y manos con vendajes, de quien no podrás ver rastro alguno de piel o cabello. Washington apuesto, adinerado, arrogante , orgulloso. Dos polos opuestos ¿verdad? Estados Unidos y Perú iban a casa...