CAPITULO 23

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— Arequipa

—¿Washington? – dijo confundido por el repentino "saludo" –

— ¿Podemos hablar? – movio su cabeza al lado dando a entender que lo siguiera –

— Bien, chicos los veo luego – camino despidiéndose de sus amigos –

Washington abrió la puerta para que el arequipeño ingrese a aquella cabaña, luego la cerró, suspiro intentando calmar su enojo moridiendose el labio inferior

— Y ... ¿De qué querías hablar?

— De que crees que quiera hablar – dijo sarcásticamente apoyándose en la puerta con los brazos cruzados y el ceño fruncido –

— Si es por lo de Londres yo-

— No – levantó la palma de su mano, no quería escuchar nada al respecto –

— No lo entiendo

— Seré directo, ayer, Lima estaba enojado conmigo ¿Porqué? No lo sé, pero da la casualidad de que en cierta ocasión el te mencionó, para ser exactos cuando terminó de darme la medicina, se fue diciendo que no me preocupara porque TU me cuidarias, que difrutaramos nuestro hermoso tiempo JUNTOS así que no habría nesecidad de engañar a nadie, y que yo sepa no tuve nada que ver contigo desde que terminamos, bien, ahora te pregunto ¿Qué hiciste?

— Washington yo no-

— ¡¿No te sientes satisfecho de haber jugado conmigo acaso?! ¡Y con MI MEJOR AMIGO! ¡¿Qué carajos te hice?! ¡Dime! ¡¿,Qué te hice para que me hagas la puta vida miserable?!  – su voz se quebró descargando su enojo y el dolor que lo había estado carcomiendo por dentro mientras lágrimas lo amenazaban por salir –

El arequipeño retrocedió con temor, nunca había visto a Washington tan enojado, veia como este tiraba las cosas que se encontraban a su alrededor, en un intento de calmarse acomodó su cabello hacia atrás con la respiración agitada mientras caía al suelo maldiciendo su vida

— Washington – se acercó con la intención de calmarlo pero simplemente fue apartado con un leve empujón mientras oía un "aléjate" –

Arequipa camino en dirección a la ventana, suspiro mirando el paisaje cuando saco un collar que tenía la mitad de un corazón de oro que al revés tenía escrito en ella "Lima" se acercó de nuevo al estadounidense mostrándoselo

— Esto es...

— Su collar – se sento al lado del Washingtoniano – aquel día estaba dirigiéndome al comedor, cuando a lo lejos pude ver como Lima llevaba una bandeja con galletas a tu cabaña, ya sospechaba que ustedes dos tenían algo asi que no se me hizo raro la verdad, decidí quedarme a ver escondiendome detrás de una de las demás cabañas, vi como abrió tu puerta, pero al pasar los segundos de haber ingresado él...salió corriendo dejando caer la bandeja y el collar, me acerque a ver que fue lo que pasó, pero las luces se apagaron cuando lo hice y cuando miré por las ventanas no había nadie ni nada raro, me alejé y recogí la bandeja y el collar, pero no sabía como devolvérselo, eso fue lo que pasó, yo tampoco entiendo nada, no hice nada, se que no soy de fiar para ti, pero Washington te juro que estoy diciendo la verdad y créeme que quiero arreglar las cosas, más que todo con mi hermano, con Lima... El me destesta y no lo culpo, le hice daño en muchas ocasiones, me dejé llevar por la envidia, el enojo y mi hipocresía, haría lo que sea para que todo vuelva hacer como era antes...a ser Unidos...

Washington bajo la mirada mientras el silencio se apoderaba de la habitación, y aún inseguro por el arequipeño, habló

— Yo no estaba en mi cabaña aquel día, vinieron a buscarme del gobierno para hablar, asi que fui a comer con ellos mientras manteníamos una charla, regrese de noche, estaba cansado así que no tome importancia al como estaba mi habitación o si alguien se encontraba en el lugar

— Si tu no estabas y yo estaba afuera no entiendo que fue lo que vio Lima, o mejor dicho a quienes vio

— El nos vio a nosotros, pero no éramos nosotros, se hicieron pasar por nosotros

— Pero quien puede parecerse tanto a nosotros para que el se lo creyera, Lima no es tonto, créeme que es muy difícil engañarle, siempre intentábamos encubrirnos entre mis hermanos e incluso por el más perfecto disfraz que lleváramos siempre nos terminaba reconociendo

— O quizás no era un disfraz

— ¿Te refieres a una ilusión?

— Exacto

— Pero ¿Quién tendría esa habilidad?

— No lo sé...

— ¡París!

— ¿Qué? No, París no puede crear ilusiones

— No me refería a eso tonto, lo que quiero decir es que el tiene un gran círculo social, quizá el conozca a alguien que sea capaz de crear ilusiones o tambien obtener información

— Esa es...una buena idea! – sin embargo su felicidad se esfumó de inmediato –

— ¿Qué?...Oh...es cierto que no tienes una buena relación con él

— No es eso... Arequipa

— Mmh?

NESECITO TU AYUDA

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CONTINUARA...

▀▄▀▄▀▄   🎀  𝒥𝓊𝑒𝑔💗𝓈 𝒹𝑒 𝒮𝑒𝒹𝓊𝒸𝒸𝒾ó𝓃  🎀   ▄▀▄▀▄▀ ᴡᴀꜱʜɪɴɢᴛᴏɴ x ʟɪᴍᴀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora