CAPITULO 22

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Habían terminado de comer, Ottawa y Lima habían ido juntos al restaurante, entre risas y anécdotas se encontraban ahora en la cabaña del limeño, bailando una música clásica con las frentes juntas y sus alientos chocando, unieron sus labios durante unos segundos

— Extrañé hacer esto – dijo Ottawa al separarse de Lima –

— ¿Encerio?

— Si y mucho – hundió su rostro el cuello del contrario, oliendolo y dejando desesperadamente besos y chupones en este – Hueles a él

— ¿Q-Qué? – su respiración era agitada, lo había tomado por sorpresa –

— Hueles a Washington, tienes su olor impregnado en todo tu cuerpo – empujó al limeño a la cama y empezó a quitarse su abrigo seguido de su ropa quedando solo en pantalones – pero no esta noche, quitaré todo rastro de él de ti

— Ottawa...

En un abrir y cerrar de ojos, toda la ropa del limeño fue arrancada de su cuerpo quedando completamente desnudo, en otras circunstancias Lima hubiese parado todo esto por respeto a Washington, pero no, eso había cambiado, el nesecitaba desprenderse de él, nesecitaba quitar todo rastro de Washington de su ser, quería olvidarlo por completo, quería olvidar el dolor que lo atormentaba en su pecho aunque sea solo por un momento

Abrió sus piernas dando así su aprobación al Canadiense, quien no dudo ni un segundo en acercarse y empezar a tocarlo dejando besos y chupones en su cuerpo, se bajo los pantalones junto con la ropa interior, levantó las piernas del limeño quien se aferro con la mayor fuerza posible a las sábanas y mordio su labio inferior para controlarse por lo que estaba por venir

Sintió cómo el miembro de Ottawa irrumpió en su interior sin compasión alguna sacandole un gran y fuerte grito junto con unas lagrimas que bajaron por sus mejillas de forma inmediata, pero no pasó siquiera un segundo en el que el Canadiense empezó a moverse bruscamente golpeando su interior con tal rapidez que sus ojos se pusieron en blanco, mientras sus gritos y gemidos resonaban por toda la habitación sin control, se aferro a la espalda de su acompañante arañandolo al sentir como este golpeaba en su punto dulce

Terminaron por correrse los dos juntos, cayendo rendidos en la cama

— Esta vez definitivamente no podré caminar  – dijo sintiendo un dolor punzante en su parte baja –

Las risas se escucharon por la cabaña entera

— ¿No crees que hace más frío de lo que debería? – preguntó Ottawa parándose buscando alguna abertura –

— Ahora que lo dices

— Listo

— ¿Qué era?

— Era una de las ventanas, estaba abierta – respondió metiéndose de nuevo entre las sábanas –

— Qué raro, yo no recuerdo haber dejado ninguna ventana abierta por el frío

— Seguro no te diste cuenta y lo hiciste

— Si... – se acomodó en los brazos del Canadiense – Seguro que si...

Ottawa abrazo al limeño, había encontrado la puerta abierta, dirigío su mirada a una de las ventanas de donde aún se podían ver las huellas en la nieve alejándose de la cabaña, sabía de quienes eran, y más que todo por aquel ramo de rosas tirado en la nieve con una tarjeta, su nombre escrito en ella

De: Washington                 Para: Lima

"Perdón"

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Eran las ocho de la mañana y un olor sin duda delicioso inundó las narices de todos los presentes en el comedor, salieron mozos con platos en bandeja repartiendo la comida a cada uno.

▀▄▀▄▀▄   🎀  𝒥𝓊𝑒𝑔💗𝓈 𝒹𝑒 𝒮𝑒𝒹𝓊𝒸𝒸𝒾ó𝓃  🎀   ▄▀▄▀▄▀ ᴡᴀꜱʜɪɴɢᴛᴏɴ x ʟɪᴍᴀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora