Per Aspera Ad Astra || #1 ✔

Capítulo 5

Tony se paseaba inquieto a los pies de la cama de Hadriana. Cuando Rhodey la había llevado al hospital hacía dos días, había perdido una cantidad alarmante de sangre; los médicos no habían sido optimistas, pero ahora Hadriana Stark era un milagro médico después de haber estado a punto de morir en la mesa de operaciones tras sufrir una herida de bala en el abdomen que le perforó el riñón izquierdo y los intestinos.

Tony quería gritar. Después de acabar con Obadiah -debería haber escuchado a Hadriana cuando le había dicho que no confiaba en él- y revelar al público que era Iron Man -bastante buen nombre, aunque el traje estaba hecho de una aleación de níquel y titanio y no de hierro-, se había dirigido al hospital y se había negado a dejar a su pequeña piccolo mientras permaneciera inconsciente.

Rhodey, su familia y Pepper habían pasado por allí con flores, buenos deseos y algunas mudas de ropa para Tony, sin presionar para que se fuera a casa.

Pepper había organizado a los limpiadores para que se ocuparan en casa del sofá empapado de sangre. Tony sólo quería asegurarse de que Hadriana estaba bien. Habían apostado a un agente de policía en el exterior para mantener alejados a los fans rabiosos, y Tony había convencido a las enfermeras para que le trajeran una segunda cama donde dormir la siesta cuando cayera rendido de puro agotamiento.

"Me estás mareando". Tony se giró al oír la voz perezosa y prácticamente se puso radiante cuando vio los ojos verdes de Hadriana.

"¡Ana Banana!" gritó, corriendo a su lado. Se inclinó sobre ella y le plantó un beso en la frente: "¿Cómo te encuentras?
"

Hadriana gruñó débilmente: "Como si me hubieran disparado. ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está Obadiah?

Tony apartó el pelo oscuro y grasiento de la cara de Hadriana y sonrió sombríamente: "Está muerto. Oficialmente murió en un accidente de coche. Extraoficialmente, hice que Pepper controlara el reactor de arco de la fábrica de IS y lo frió".

Hadriana sonrió débilmente: "No podría haberle ocurrido a un tipo más agradable. ¿Me das un poco de agua?

Tony se volvió, cogió la jarra de la mesilla de noche y vertió agua en un vaso, ayudando suavemente a Hadriana a beber un par de sorbos.

Hadriana asintió: "Vale, ¿cuánto tiempo llevo de baja?".

"Casi tres días", murmuró Tony, acercando una silla para sentarse. Agarró la mano de Hadriana, consciente de la vía intravenosa que tenía en el dorso. "Pepper, Rhodey, Angela, Chris y mamá y papá Rhodes también pasaron por aquí".

"Los llamaré pronto, para que sepan que estoy bien", murmuró Hadriana, suspirando, "Stane es un gilipollas".

Tony resopló: "Me lo estás diciendo a mí. SHIELD lo ha encubierto todo. No querían que le dijera al mundo que yo era el del traje que luchaba contra Stane, pero bueno".

Hadriana sonrió: "¿No pudiste evitarlo?".

Tony sonrió inocentemente: "No. El tío Nicky también se pasó por aquí; dijo algo sobre la Iniciativa Vengadores".

La sonrisa de Hadriana se desvaneció y miró somnolienta al techo: "Cuando JARVIS pirateó SHIELD por mí, vi un archivo con el mismo nombre. ¿Qué quiere Nick?"

"Reclutarme a mí... y a ti", comentó Tony, frunciendo el ceño, "Quiere verte. Casi parecía preocupado cuando se enteró de que te habían disparado".

"Sí, ya lo creo". Hadriana suspiró: "Malditos espías".

Tony sonrió satisfecho: "Voy a buscar a tu médico, vuelvo enseguida".

Tony salió de la habitación de Hadriana y se dirigió por el pasillo hacia el ascensor. Una vez dentro, solo, se apoyó en la pared y respiró profundamente; parpadeando con rapidez, intentó sofocar las lágrimas de alivio que querían caer. Su hermana pequeña casi muere. La única familia de sangre que le quedaba en el mundo, y casi la había matado Stane.