Per Aspera Ad Astra || #1 ✔

Capítulo 17

Loki nunca había visto una expresión tan despectiva como la que había en el rostro de Hadriana cuando Helmut Zemo le transmitió la información recopilada sobre los gemelos Maximoff: que sus padres habían sido asesinados por una bomba con su nombre y el de Anthony y que deseaban venganza por encima de todo, lo que a su vez les condujo a HYDRA y a sus experimentos humanos con el cetro.

"Nunca vendimos armas fuera del ejército estadounidense", dijo Hadriana cáusticamente, "aunque Obadiah Stane sí lo hizo".

Loki se dio cuenta de que Anthony se estremeció al oír el nombre de Stane. Hadriana les había contado a él y a James aquella historia una noche en que ninguno de los dos pudo dormir debido a viejos y terribles recuerdos. Parecía que Anthony también tenía recuerdos terribles que preferiría olvidar.

"Eso es lo que sospechábamos", murmuró Helmut, "Stane debió de vender a Novoty por debajo de la mesa".

"El segundo proyectil no detonó, ¿verdad?". preguntó Anthony en voz baja, suspirando cuando Helmut asintió pensativo. "Lo más probable es que fuera un proyectil falso, entonces. No quiero parecer un fanfarrón, pero mis bombas nunca han funcionado mal".

Hadriana enlazó su brazo con el de Anthony ante el tono amargo, el odio a sí mismo que subyacía en sus palabras, para consolarlo. Loki se asombró al darse cuenta de que ella ni siquiera sabía que lo estaba haciendo; le asombraba la empatía y la amabilidad de Hadriana hacia los demás... hacia él.
A veces se preguntaba cómo ella, o James, podían preocuparse tanto por él.

"Está claro que los Maximoff piensan que eres el responsable", comentó en voz baja Heike, la mujer de Helmut. "¿Por qué se ofrecerían voluntarios para HYDRA, si a su abuela la mantuvieron en un campo de concentración?".

"¿Campo de concentración?" preguntó Loki con curiosidad, mirando a James y a Hadriana.

James hizo una mueca: "Campos por toda Europa en los que se encarcelaba a judíos, romaníes, sinte-romaníes, nativos polacos, prisioneros de guerra soviéticos y miembros del Partido Comunista Alemán por considerarlos, en su mayoría, 'enemigos del estado'".

"Empezaron como prisiones políticas", explicó Heike en voz baja, "pero luego se convirtieron rápidamente en inhumanas. Se descubrieron fosas comunes, cajas de zapatos y anillos de boda... Fue horrible, las atrocidades cometidas bajo el Tercer Reich".

"Entre 1933 y 1945, la Alemania nazi y sus aliados establecieron más de 44.000 campos y otros lugares de encarcelamiento. Los responsables utilizaron estos lugares para diversos fines, como trabajos forzados, detención de personas consideradas enemigas del estado y asesinatos en masa".

Loki apretó los labios, totalmente indignado. Había visto guerras a lo largo de su vida, por muy largas que fueran, pero nunca había oído hablar de nada parecido en Asgard. "Eso es..."

"Horroroso", murmuró Anthony, asintiendo, y luego continuó: "El único otro desvarío apasionado de Howard, aparte de lo genial que era el Capitán América, era lo mucho que odiaba lo que sufría el pueblo judío. Creció en Richford, Nueva York; hijo mayor de inmigrantes judíos en mil novecientos diecisiete".

Las cejas de James se alzaron: "¿Eres judía?".

"Sí", dijo Hadriana, encogiéndose ligeramente de hombros, "judía ateo, si acaso. Mamá era católica romana, así que ella y Howard lo fusionaron todo por respeto mutuo".

James canturreó: "Interesante".

Los labios de Loki se crisparon: "¿Pasamos al hecho de que esos gemelos Maximoff te quieren muerto?".

"No son los primeros que nos quieren muertos", dijo Hadriana secamente.

"Eso... no es reconfortante", comentó James.