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- Hola ____ - llegó Ian a su oficina - ¿____? - volvió a preguntar, alarmandola.

- !ah! Ian, lo lamento tanto, ¿decías algo?

- No, simplemente te saludé - sonrió.

- Ya veo, una disculpa, ¿Y que tal?

- Aquí, sólo trabajando, como dices, siempre ayudando a los demás - le dedicó una cálida sonrisa.

- ¡Exacto! Esa es la actitud, adoro a las personas que aman su trabajo, las valoro muchísimo.

- Lo se, nunca paras de decirlo, eso es lo que yo adoro de ti.

Unos segundos de silencio rondaron en la habitación.

- Oh, y de todos claro, la gente que se ayuda a si misma en el hospital, o esas personas que luchan por salir de aquí, sabes - rio nervioso.

- Claro, es verdad - le dedicó una leve sonrisa.

Aquella chica era muy mala para captar indirectas, aún que muy en el fondo algo le decía que Ian "la quería."

Eran la dos de la tarde, hora de almuerzo en el hospital, al menos en la hora de horario de ____.

No todos podían comer juntos o al mismo tiempo.

Cómo siempre, sus amigas y compañeras del hospital junto a más enfermeros y doctores, que siempre contaban cosas de su día, para decirlo más fácil, "chismeaban."

Todos ya sentados, con su comida en mano, empezaron a hablar.

- ¿Se enteraron? - pregunto una de sus amigas.

- ¿Que cosa?

- No puede ser, está en todos lados.

Nadie sabía de lo que hablaba aquella chica.

De pronto llegó ____ a la cual le hicieron un espacio para que pudiera sentarse, obviamente, a lado de Ian.

- ¿De que hablan?

- jooe dice que "alguien" está en todas partes.

- Tu debes de saber ____ eres una chica muy cercana al doctor Adrián.

- ¿Pero, sobre que?

- ¡Es una persona que trabajará aquí!

- ¿¡Enfermero nuevo!? - dijeron todos al unisono

- ¿Hablas de Ferran? - dijo la chica no muy sorprendida.

- ¡Si ____!

- Esperen, ¿no es aquel cirujano guapo que en algunas veces sale en televisión como modelo, o que va a visitar a niños?

- Si quieres ya cuentanos su vida entera - su novio la miro.

- Si, es el, según eso, le había encantado nuestro hospital, dijo que era fresco y con el mejor personal, humilde y generoso.

- ¡Que guay! Amo todo lo que hace, y su largo cabello, lo han visto, es un dios - la chica no sabía contener su emoción.

- ¡Siii! Cómo lo ves ____, no te gustaría tener un nuevo compañero?

- Podríamos pedirle que se junte con nosotros, para que no se sienta solo, en desconfianza o nervioso, que se adapte.

- La verdad, no es nada, saben, es otro doctor y ya.

- Lo se, pero en fin, es Ferran, que le podemos hacer.

La comida siguió con normalidad, no había nada fuera de lo común, solamente anécdotas y de más cosas de su día o de Ferran.

Doctora/PsicólogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora