Capítulo 19

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Minato

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Minato. 13 años atrás.

Habían pasado semanas desde ese día. El día que vio a Kakucho, en que le dijo aquel adiós con la mirada.

Semanas en las que ella no dejó de llorar en un solo momento. Incluso habían tenido que suspender varios eventos de trabajo porque ella no estaba en condiciones de hacer ninguna sesión de fotos.

Su corazón dolía como nunca antes y no entendía por qué el chico se había comportado así con ella. Se convencía de que tenía que haber una explicación detrás de todo aquello. Quizás fue culpa del accidente y no podía culparle tampoco por ello.

Y, aunque fuera su culpa, ella le perdonaría una y mil veces.

A escondidas de sus padres, continuó yendo al hospital para intentar verle pero, según le dijeron los médicos, Kakucho había hablado expresamente con ellos para que Nanami no pudiera verle. Los sanitarios, pensando en la salud de Kakucho, acataron esa petición para restringirle la entrada a la chica.

Aún así, ella pasaba las horas fuera de la habitación, sentada en una de las butacas para, aunque fuera, escuchar su voz a través de la puerta mientras hablaba con algún médico. Solo necesitaba saber que él estaba bien, que saldría adelante.

Hasta que un día fue y vio la puerta abierta. La habitación estaba vacía, no había ni rastro del peliazul. Le habían dado el alta y así, se esfumó la última posibilidad de verle.

Pasaron días, semanas e incluso meses sin verle.

Kakucho se marchó del colegio y provocó un gran revuelo entre los alumnos. Todos se enteraron de aquel trágico accidente en el que Kakucho casi perdió la vida y se cobró la de sus padres.

Debido a esto y al no encontrar otros familiares que pudieran o quisieran hacerse cargo del peliazul, los servicios sociales se vieron obligados a mandarle a un orfanato y, con ello, a que dejara ese colegio.

Cada mañana, antes entrar en clase, Nanami escuchaba los cuchicheos de los alumnos hablando sobre ello y, en cuanto ella cruzaba la puerta, el silencio reinaba y todas las miradas se fijaban en ella.

Nadie se atrevía a acercarse a ella y mucho menos preguntarle porque, no preguntarían por preocupación o por interesarse por la salud de su excompañero sino por simple morbo y curiosidad.

Miles de rumores y habladurías comenzaron a correr por el colegio. Si Kakucho habría sido el causante del accidente. Si sus padres quizás provocaron ese accidente para acabar con sus vidas. Si era el único que había sobrevivido y eso sería algún tipo de profecía. Si después de aquello Kakucho podría continuar a delante.

Cada cosa que decían era peor. Más hiriente y menos humana. Y, por primera vez, Nanami no tenía fuerzas para enfrentarles. Quería que sus horas en el centro escolar pasaran, poder buscarle, mantenerse a su lado.

TUS MONSTRUOS ~ Kakucho Hitto ~ Tokyo Revengers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora