capitulo 8

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ANASTASIA HARTH

e llegado a mi empresa, los rumores de mi divorcio no tardaron en esparcirse por todos los medios de comunicación

Muchas personas me miraron con lástima porque mi cariño hacia Robert era el tema más hablado de la empresa así que era obvio que pensarían qué me sentiría destrozada y sin ganas de vivir

Yo era la que había confundido lo que era un matrimonio por conveniencia y el supuesto amor que el me tenía, el nunca me amo a pesar de que yo di todo de mi parte

Estaba caminando de lo más normal, saludaba a los empleados como siempre lo hago mientras leía unos papeles que había dejado pendientes y tomando un poco de mi café pero me detuve en seco al ver a mi ex secretaria frente a mi oficina cruzada de brazos

- de verdad tienes agallas - dije con una sonrisa que la hizo estremecer y me pare frente a ella - ahora se que de verdad quieres morir - dije para después azotarla en la pared con mi mano sobre su cuello haciendo que ella se retorciera

- señorita por favor no me mate, tengo un hijo - sentí como algo en mi corazon se rompió y vi a robert en frente de todos, me miraba con desaprobación y eso me molesto más que apreté más su cuello

estaba tan decidida a matarla cuando una mano me detuvo y esa voz me libero de esos pensamientos

- ana no - dijo stefan en tono firme y mi corazon se detuvo al verme con dolor en sus ojos y una desesperación a que la soltara - suelta a esta basura ana, tus manos no se pueden manchar con una sangre tan sucia - agarro mi mano y lentamente la alejo del cuello de ella que callo al suelo y robert corrio hacia ella para abrazarla , stefan puso mi mano lentamente en su pecho para luego agarrarme de la cintura y besarme la frente

- que hice para sufrir así? - murmure y el la miro de manera asesina mientras acariciaba mi cabeza

- como te atreves a mostrar tu horrendo rostro frente a mi bella novia? - pregunto de manera fría y ella temblaba en los brazos de robert

- vine a trabajar - dijo sin vergüenza

- tu fuiste despedida por Ana pero veo que eres demasiado idiota como para recordarlo - Robert se levantó y me miró

- tu me engañabas con este imbécil?! - Stefan se tenso

- me hubiese gustado que fuera así para que el dolor que ella siente no existiría - dijo acercándose a él pero yo me aferre a él

- por favor llevame a casa no quiero esto stefan - suplique y el me abrazo

- agradece que Ana me detuviera y esa mujer no tiene ningún derecho de estar aquí - dijo el muy enojado

- ella tiene todo el derecho de estar aquí - dijo robert cuando entro su padre y madrastra muy molestos

- el joven rinaldi tiene razón esta prostituta no tiene ningún derecho de estar aquí - dijo su madrastra que al verme se acerco - lamento todo lo que paso anastasia - dijo dulcemente y yo le devolví la sonrisa

- si anastasia lamentamos las acciones de mi hijo - dijo sonriéndome para luego agarrar bruscamente a su hijo del brazo - y tu pedazo de animal camina! — ordenó

- si padre - respondió - sora camina - dijo

- pero Robert

- as lo que ordenó! - grito y ella lo siguió con la cabeza baja

Mis manos temblaban pero stefan beso mi mano y me miró

— Ana no te sientas mal — murmuró

— porque estas aquí? — pregunte en voz baja

— supuse que tenias hambre así que quería llevarte a almorzar — dijo dándome una sonrisa débil

— puedo tomar vino? — el arqueo una ceja

— no, puedes tomar todo menos cosas qué contengan alcohol — dijo en tono firme y yo me cruce de brazos 

— por favor 

— si te compro una botella de vodka spirytus dejaras de insistir? — ese alcohol era el mas fuerte asi que asenti — pero si pasa algo despues no me culpes —advirtio agarrandome de la cintura — recuerda que soy tu rey y debes obedecerme — susurro a mi oído para luego sonreir

Mi cuerpo se estremeció pero fingí qué no sentía nada

— molly encuentra una nueva secretaria que si quiera trabajar — ella asintió

— ya me adelante señorita, mañana vendrán las 5 candidatas para ese puesto — dijo con un sonrisa

— siempre tan eficiente, sabes creo que mejor encuentra a una nueva empleada qué ocupe tu puesto ya qué desde hoy serás mi asistente personal — ella me abrazo

— gracias señorita — dijo alejándose algo avergonzada

— lo haces muy bien, sigue así y serás mi asistente por muchísimos años — asegure dándole unas palmaditas en el hombro

— le aseguro que trabajare muy duro para ser alguien de su agrado — dijo con emoción

— bien — susurre y mire a stefan — no vamos? — el extendió su mano

— claro que si mi emperatriz — yo tome su mano suavemente y luego el paso su mano por mi cintura — te cocinare algo delicioso — aseguro

— sabes que me siento rara que tu me cocines, mejor hoy cocino yo — dije y el arqueo una ceja

— cocinas? — pregunto incrédulo

— si cocino! — dije para darle un golpe al hombro — puedo ser la ceo de una empresa pero se varias cosas además de la vidriería y la carpintería — el me miró

— carpintería? — yo asentí

— y quien crees que hizo el diseño de las mesas y las sillas qué tanto te gustaron de mi casa? — pregunte y el sonrió

— cada día me sorprendes y enamoras más señorita harth — dijo antes de abrazarme

— ese siempre es mi objetivo joven rinaldi — el me miro para luego sonreí y besar mi mano

— no me enamores más porque si no perderé la cabeza — bromeó

— y que pasa si eso es lo que quiero? — pregunte abrazándolo

— entonces lo estas logrando — murmuró antes de unir sus labios con los míos en un beso suave y corto — vamos a comer qué debes estar hambrienta, ya en la noche me cocinaras — yo asentí y salimos del edificio, estaba dentro del auto cuando vi a Robert y a su padre peleando con sora en medio.

En ese momento sentí como Stefan apretaba mi mano y vi como apretaba los labios, lo ocultaba pero sabía que el se sentía lastimado pensando que aun amo a Robert aunque ya no fuera así

Tomé su mano y la bese

— ya no lo amo — asegure y el me miró sorprendido

— ¿como sabias que yo...?

— tus ojos no me pueden mentir — respondí y el acarició mi mejilla

— y nunca lo harán Ana nunca lo harán....

a los pies del reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora