Capitulo 17

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STEFAN RINALDI

La mañana de navidad, me levante primero para admirar la belleza de Ana que dormía plácidamente en la cama abrazada a una almohada. Baje a la sala donde puse una caja roja con un listón verde enorme debajo del árbol qué era enorme qué aveces me pregunto porque era tan grande, hice el chocolate caliente tal y como le gusta a Ana y espere hasta que ella y su abuelo con su guardaespaldas llegarán.

Luego de varios minutos que me parecieron eternos ellos bajaron y comenzaron a abrir los regalos entre el abuelo y Ana hasta que yo me levante y agarre cuidadosamente la caja para dárselo a Ana

— qué es esto? — pregunto mirando la caja con curiosidad mientras sonreía

— es algo que va a acompañarte siempre — dije y ella al abrir la caja encontró un bello perro pequeño con ojitos grandes y un pelaje color negro con gris y blanco. Ella lo cargo entre sus brazos y sonrió como una niña pequeña — te gusta? — pregunte con voz suave y ella me abrazo, el abuelo me miró con alegría y eso me confundió

— me encanta — dijo y las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, bese su mejilla y limpie sus lágrimas

Ella no dudo en ir al jardín e ir a jugar con su nuevo perrito al que llamo "loky" nunca la había visto sonreír asi

Se veía muy hermosa

El abuelo puso su mano en mi hombro y me miró

— gracias hacerla tan feliz — dijo satisfecho — cuando Ana era niña siempre deseo un cachorro pero su madre es una mujer llorona y delicada así que jamás se lo permitió. Pero una ves su padre le regalo un perro y Ana era muy feliz y llena de vida junto a su mascota — suspiro — pero esa mujer sin corazón, apenas Ana se fue a estudiar abrió la puerta a propósito y el perro se perdió. Ana a odiado a su madre por esta y muchas cosas más pero tu as cambiado su vida y estoy completamente agradecido — dijo y yo solo sentí como mi corazón se comprimió al escuchar como la madre de Ana era tan cruel. Mire a Ana sonreír radiantemente y suspire prometiendo hacerla feliz y hacer lo que haga falta para siempre tener una sonrisa en sus lindos y perfectos labios

Esos días Ana, el abuelo, el guardaespaldas y yo comíamos, disfrutábamos todo el día juntos.

lamentablemente diciembre termino y ana volvió a obsesionarse con su trabajo, yo también estaba ocupado asi que no podía compaña a ana todo el tiempo 

que molesto 

siempre tenia cenas y reuniones aburridas que siempre terminaban en un solo maldito tema. 

cuando me voy a casar 

todo el parlamento real me a estado presionando con esta estupidez, se que es crucial dar un heredero pero quiero disfrutar del futuro sexo que tendré con ana y no quiero un bebe. si solo tengo a ana no necesitare a nadie mas que a ella.

— alteza cuando se va a casar? — suspire irritado 

— es verdad, usted ya tiene una relación estable con la hija del dueño de las empresas harth es un hombre muy afortunado, un millón de hombres morirían por estar en su posición 

y vaya que es cierto y no me quejo en lo absoluto 

— me casare en cuanto sea el momento — dije antes de comer un trozo de carne pero sabia extrañamente mal 

o quizás es porque me acostumbre a la deliciosa carne hecha por ana...... carajo como estara ella ..... ya ceno? 

me levante pero de repente llego la persona que menos quería ver en este mundo

La duquesa Ginna ruttel

— dime que es mentira! — grito

Vaya forma de saludar a su futuro rey

— responde! Es verdad que estas enamorado de otra mujer! — vi que estaba muy nerviosa y yo solo suspire buscando las palabras correctas ya que una palabra de más y ella quemaría el palacio, su cabello rubio y ese exagerado maquillaje que parece de una versión exagerada de la época victoriana y ese vestido con un corset que ella intenta parecer delgada y con una cintura diminuta 

ana no necesita ninguna de esas cosas...

— Ginna estoy enamorado y estoy pensando en casarme con ella — los ministros retrocedieron

— eso no es verdad — dijo retrocediendo — tu no — dijo y yo me levante acomodando mi traje

— lo lamento Ginna pero ella es la mujer con la que quiero pasar mi vida y convertirla en la reina de rinaldi — dije serio y una lagrima bajo por su mejilla pero a juzgar por su mirada no era una lagrima de tristeza no, era de rabia y odio

— te vas a arrepentir stefan te lo juro por la casa ruttel! — amenazo antes de irse corriendo 

sabia que ella era capaz de todo, desde niña nadie le había negado nada ya que por supuesto ella era la hija del duque ruttel y ahora que tenia el capricho de ser princesa a reina creyó que seria fácil pero no 

es una molestia enorme, si mi amada se entera de esa aberración de mujer se irritaría y no quiero que ese hermoso rostro se enoje o se llene inseguridad.

se vería linda igual pero no puedo darme el lujo que eso pase 

ANASTASIA HARTH 

estaba en la sala leyendo un libro, estaba cansada y que había tenido 3 reuniones seguidas, suspire y escuche la puerta abrirse, lo vi quitarse la corbata con un suspiro cansado y se recostó sobre mi abrazando mi cintura y poniendo su cabeza en mi pecho 

— enserio te extrañe — susurro agotado y yo sonreí — y tu? — pregunto 

— quizá — dije y el me miro 

— esa no es una respuesta señorita — me reí suavemente 

— esta bien, esta bien. si te extrañe mucho — dije besando su frente y el sonrió encantado antes de suspirar 

— ana — comenzó — tienes algo que hacer mañana? — me pregunto 

— no nada, mañana no tengo reuniones ni juntas de trabajo porque lo preguntas? — pregunte con algo de curiosidad 

— quiero llevarte a un lugar — dijo antes de besarme 

la duda creció en mi cabeza, donde planea llevarme?

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⏰ Última actualización: Sep 21 ⏰

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