Segundo jade solitario parte III

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Los días en Yunshen Buzhichu continuaron. En un pestañeo ya habían transcurrido dos meses. En contra de las expectativas, Wei WuXian no corrigió su carácter; por el contrario, se convirtió en una pequeña molestia para sus superiores.

Lan QiRen contenía la bilis en su garganta, y la desviación de qi amenazó ante cada nueva travesura. Sin embargo, Wei WuXian se caracterizó por su astucia. Dobló las reglas en su favor, y encontró agujeros dentro de las mismas para actuar a voluntad.

XiChen era un líder sensato. Contrario a su tío, no recurría a la violencia desmedida ni a la humillación. Favoreció el tiempo fuera y la autorreflexión. Tal vez esa fue la razón por la cual Wei WuXian no fue expulsado en su primera semana.

Sin importar lo loable que ZeWu-Jun fuese, el castigo tuvo que ser cobrado en violaciones importantes.

Después de orquestar una fiesta clandestina en el lugar de Nie Huaisang, se le castigó con la paleta de disciplina treinta veces y se aumentó el número de copias para Virtud y Conducta a una decena,

Wei WuXian estaba acostumbrado a los actos de violencia como castigo. Quizá, la ligereza de los castigos en Yunshen Buzhichu lo motivó a continuar infringiendo las reglas.

Si estuviese en el clan Jiang habría sido azotado con zidian una decena de veces, solo por retrasarse en el entrenamiento. Si hubiese dicho una palabra en argumento a su profesor se le habría abofeteado. Pensar en contradecir las órdenes de Yu ZiYuan, por más insensatas que fuesen, bien podrían costar el encierro o aislamiento.

El clan Lan se plagó de reglas que promovieron la vida en simpleza y rectitud; en aquel limitado espacio del mundo encontró algo similar a la libertad.

Había bebido el mejor alcohol del mundo, leyó libros pornograficos con amigos, comió bocadillos de Caiyi y se permitió holgazanear con pequeñas siestas en las colinas traseras.

Pensó que, probablemente, debía una disculpa a Lan WangJi por hablar tanta basura de su hogar.

Lan WangJi fue otro aspecto destacable de su estancia en el Yunshen Buzhichu. Si bien, reconoció que detestaba ser tratado con desprecio y arrogancia, la actitud de Lan WangJi nunca demostró las raíces de su naturaleza. Y se preguntó si era un efecto de estar constantemente a la defensiva.

Wei WuXian le preguntó a Nie Huaisang al respecto. Pero su amigo, que tenía buena opinión de WangJi, se limitó en su incomodidad.

Planteó posibilidades. Tal vez, los ancianos reprimían a Lan WangJi hasta el cansancio, o los rumores sobre Lan QiRen impidiendo a su sobrino relacionarse con otros jóvenes eran reales.

Wei Ying supo cuándo detenerse y dejó de forzar respuestas a Huaisang.

Wei WuXian no detuvo sus intentos por establecer una amistad con Lan WangJi. A veces cuando el joven no era consciente de su presencia, se dedicó a verle.

En realidad, no hacía mucho en su día a día. Lan WangJi escribió y replicó documentos, evaluó pruebas, tocó el guqin y, ocasionalmente, tomaba un respiro de él mismo, ocultándose entre sus brazos.

Wei WuXian pensó que era muy solitario.

La preciosa perla del mundo. Una belleza de jade solitaria.

WangJi era arisco, quisquilloso y antipático. Sin embargo, pareció escuchar sus estupideces y el monólogo unilateral por horas. En limitados instantes se recurrió al hechizo silenciador. Por lo demás, le permitió vagar por la estantería en búsqueda de información de interés; dibujar o hacer tonterías.

Llevar el peso de este anheloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora