Al término de la cena, Wei WuXian fue llamado al anexo de Yu ZiYuan.
Incapaz de negarse a la orden de un mayor, se dirigió como el alma de un condenado.
Eso le traía de vuelta al presente. Golpeado, magullado y cansado.
No es que le sorprendiese ser golpeado por Yu ZiYuan, o que el líder de la secta hiciese ojos y oídos sordos a su situación en aras de mantener la paz y apariencias dentro del clan habiendo tantas personalidades de interés en el mundo del cultivo.
Bien era dicho que los problemas internos del clan se resolvian en privado.
Wei WuXian dejó fluir su mente como escape al castigo impuesto. Se encontró en una habitación vacía, con techo alto y enorme. Carente de decoraciones, nada a excepción de un trono tallado a mano y una puerta de madera gruesa que se deslizaba con dificultad.
La habitación no debería resultarle familiar, pero lo hizo. Mientras crecía fue llamado a dicho espacio y se le disciplinaría en función de estado de ánimo de la matriarca del clan.
Inicialmente se le azotó con un látigo de cuero, pero, conforme desarrollaba su núcleo dorado y superaba a Jiang Cheng, las azotainas incrementaron la severidad.
Un día, a los doce años, se le golpeó con el rayo púrpura de zidian y no hubo vuelta atrás.
"¿Quién te crees que eres? Mocoso altanero y mal agradecido. Te sientes tan superior solo por un poco de atención. No eres más que una rata callejera" Ladró ZiYuan, batiendo su látigo contra su espalda una y otra vez.
Wei WuXian se sintió mareado, pero no perdió su posición, a fin de evitar más maltrato bajo la excusa de la desobediencia.
"¿Cuáles eran tus planes al hacer toda esta estratagema en secreto? ¿Querías huir como el malagradecido de Wei ChangZe? ¿O vivir una vida de desenfado como tú madre? ¿Arruinarnos, dejarnos en vergüenza para huir lejos?"
Wei WuXian sabía que, cuando Yu ZiYuan estaba al borde de la neurosis era mejor no provocarla más.
"Hmmp, ahora tengo una duda" dijo después de un azote que le rasgó la piel. "¿Cómo hizo un mocoso sirviente de establo como tú para tentar al segundo jade?" Sin una respuesta, ZiYuan continuó hablando por el mero placer del desahogo. "No. En realidad no me interesa saberlo, no sería sorprendente que hubieses hecho uso de artimañas como tú madre. Seduciendo hombres por mero beneficio. Pensé que eras más inteligente que eso, Wei Ying. Ahora veo que la manzana podrida no cae muy lejos del árbol"
Wei WuXian comenzó a ver chispas frente a sus ojos.
Su espalda ardía, quemaba ante la carne escocida al rojo vivo. La sangre se le pegó a la túnica y se secó en áreas donde la matriarca de la familia Jiang no azotó una segunda o tercera vez.
Había ampollas alrededor del área quemada por zidian. El aire olía a óxido, sal y ozono. Hubo días en los que el hedor de su carne chamuscada le revolvió el estómago y se tentó a una vida vegetariana.
El calor ardió, recorriendo todo su cuerpo. Fue agónico y asfixiante, hasta que se acostumbró al impacto del rayo licuando sus órganos.
El pecho no estaba mejor que la espalda. De frente se extendió un cardenal cual triangulo poco uniforme que bajó desde el área del cuello, atravesando el pecho y el abdomen bajo. Su núcleo dorado fue forzado a trabajar para evitar una infección. Aún así, sintió la cabeza caliente y los oídos emitieron un pitido.
Yu ZiYuan siguió hablando. Arrastrando el nombre de sus padres por todo el fango, tomando a su madre como una cualquiera e incluso acusandole de tanto más por sus sentimientos por Lan Zhan.
ESTÁS LEYENDO
Llevar el peso de este anhelo
RomanceSe dice que sobre las montañas, más allá de las nubes; en tierras donde alguna vez yacieron inmortales de cientos de años, había un joven. Este joven fue bendecido con belleza sobrehumana y gran talento para las artes. Sin embargo, nadie conocía s...