MyBOY. |Brahms Hellshire|

Capitulo 12: "Agobiante, desperante"

Días después.

Pasaron días desde el incidente y ninguno de los dos a tocado el tema, compartimos el tiempo justo y necesario, cuando limpiamos las trampas o comemos. Me eh encargado bien del muñeco, pero eh tratado de seguir siendo amable, en las pequeñas charlas, pero el sabe, no sé cómo, pero sabe que no estoy bien. Sabe que por muy amable que sea no significa que nada a ya pasado, y todo lo contrario a lo que pensé el me espía todo el tiempo, no estoy sola en ningún lugar a donde vaya dentro de la casa.

Y cada vez estamos más cerca de la fiesta del pueblo, eh intercambiado algunos mensajes de texto con Jonatan, de una manera discreta, de la forma más discreta posible. El me dice que todo está bien, que a seguido los movimientos del hombre desde que le dijo, que nos habíamos ido, porque la casa no fue de nuestro gusto, a un pueblo cercano. Dijo que el ah recorrido 2 pueblos cercanos a este, dijo que no se detendrá.

El accedió a ayudarme, con las condiciones que le dijera quien coño era ese hombre, y a cambio de algo mas, dijo que después me diría pero aún nada.

Todo se me está cayendo, y yo también estoy cayendo, no sé cuánto más pueda resistir.

Mi tía termino su manuscrito por fin, y lo envío a varias editoriales, con la finalidad de por fin publicarlo, sin repuestas por ahora, gracias a eso pasamos un poco de tiempo juntas, mejor así no lo tengo todo el tiempo encima a el.

Ese día, el día que Brahms intento abusar de mi, fue el día en el que volví a subir al ático, por las fotos que había visto, era la misma niña, no tenía idea de quién era ella, pero si sabía que Brahms, era el niño de pelo castaño, lo sabia porque era idéntico al niño del cuadro de las escaleras, pero en la foto de Jonatan había otro niño, tendría unos 3 o 4 años, rubio igual que Jonatan, pero no tenía sentido, no había manera.

Oh tal vez, ellos fueron cercanos en algún momento, no tienen Parecido físico, pero no significan que no sean familia o algo mas. Todo se sentía tan pesado, siento que estoy conviviendo con extraños, si no fuera por mi tía, me sentiría el doble de sola.

Y por otro lado las pesadillas no han cesado, son aún más fuertes y reales, son tan vividas, que cada vez que despierto siento un choque de adrenalina que me recorre el cuerpo. Algunas sobre mi el, y su vuelta a torturarnos y otras.

Otras sobre la tarde, la tarde en que todo se fue a la mierda, esa tarde tan horrible, se revive en mis memorias cada vez que puede, con el mensaje claro, que habría pasado su el no hubiera parado, la tarde que me devolvió a la realidad, y me recordó lo triste que es.

Brahms es un lunático.

Y ahora todo es más claro, ahora puedo ver qué no hay forma de que me adapte, primero me ahorcó, después intento violar me, ¿que sigue?

Yo sé, lo sé perfectamente lo que sigue, mi muerte.

Pero nececito seguir, cómo sea, no importa cuanto sacrifique, debo recuperar, todo lo que se perdió esa tarde, debo intentar hablar con el, además de eso ya no encuentro rosas sobre mi cama o velador, ahora suelo encontrar lirios, lirios blanco, por que lo cambio.

No me importa de todos formas, pero ahora será difícil, me está costando estar cerca de el, incluso sentarme a su lado, y por las noches esa horrible tarde se repite una y otra vez. Y no puedo evitar sentirme estúpida, incrédula, como pude depositar confianza sobre alguien como el, que me hizo creer que era distinto. De todas formas el es una bestia, no importa por dónde lo mire, y siento que en el momento vuelva a escuchar su voz o a mirar sus ojos, uire y lloraré hasta morir, porque todas las bestias me persiguen, parece que estoy maldita.

Estoy al borde de un precipicio, y las decisiones que tomen serán importantes, para no caer al vacío.

Lía se armó de valor, y se limpio las lágrimas, levantó la vista, dándose cuenta de que estuvo mucho tiempo frotando un plato, que ya estaba limpio, se seco las manos en la blusa. No tardó en escuchar la música, siempre era composiciones de obras de música clásica, de vez en cuando opera, pero al fin y al cabo eso era su mañana, lavar platos sumida en sus pensamientos, y escuchar la música.