Capítulo 21: Deseo.

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Desperté en la cama y sentí ese fuerte olor a canela acariciarme el rostro, enterré la cabeza en su cabello y aspire su aroma una vez más. La apreté contra mi cuerpo y abrí lentamente los ojos, lo que ocurrió anoche suele pasar, no siempre, pero de vez en cuando suele activarse en su cerebro algo que le causa intranquilidad, quiero suponer que es como un interruptor, para este siempre existe un detonante. Mientras me quedaba ahí disfrutando de estar a su lado me puse a pensar que lo detonó esta vez.

Recordé la pequeña discusión de la tarde, tal vez le afectó mucho más de lo que parecía a Lia, suspiré. Quería enterarme en su piel, cuando lográbamos estar así de cerca siempre buscaba más, no era suficiente, nunca estaba lo suficientemente cerca.

Quite mi brazo de su alrededor y me levanté con cuidado, me estire en silencio y cuando iba camino al baño de la habitación mis pies se toparon con algo extraño. Era la ropa de Lia yacía en el suelo olvidada, era descuidada con sus cosas lo noté los primeros días, olvidaba constantemente donde dejaba su celular, o libros o lápices o cualquier cosa por ahí, sonríe y levanté las prendas para doblarlas y guardarlas. Pero me percate de algo extraño, estaban sucias, pero no sucias por uso, si no más bien sucias de que se revolcó en el suelo lleno de polvo o tierra, un pensamiento intrusivos entró tan rápido a mi cabeza que no pude frentalo.

Seguramente se escapó, espero a que te durmieras al anochecer para ir con el hijo de puta de Jonathan, seguramente fueron a un paseo romántico por el bosque y se revolcaron hasta que quedaron completamente sucios, Ja deberías darle un hachazo en la cabeza a ese miserable cabron...Y a ella...

Aprete la mandíbula y trate de calmarme pero el pecho me subía y me bajaba como si el corazón quisiera saltar de el. Mis manos se volvieron puños y tire las prendas al otro lado de la habitación, me metí en el baño antes de cometer un error.

¿Acaso quieres asustarla otra vez, quieres perder el control denuevo?

No. No podía permitimelo, con ropa y todo entre a la bañera y encendí la ducha. El agua helada comenzó a caer sobre mí y poco a poco los pensamientos comenzaron a callarse, se me escapó un gruñido y deje que el agua hiciera su trabajo, pero sabía que no podía callarlo por completo, estaba allí en el fondo de mi mente burlándose de mi. Esto no es algo poco común, pasa seguido desde un poco antes de accidente, nose como fue que llegó esta vocesita a mi cabeza y tampoco se bien como hacer para que se vaya para siempre.

—¿Estas bien?...

Abrí los ojos y gire la cabeza al instante, estaba de pie mirándome a con los ojos adormilados y el cabello despeinado. Llevaba esas típicas camisetas grandes que siempre suele llevar, parecía no llevar nada más aparte de eso. Resople y volví a cerrar los ojos con fuerza rogando porque saliera de la habitación y me dejara solo, no sabía que tanto autocontrol había ganado en el último tiempo y carajo, no quería ponerlo a prueba ahora ni nunca.

—¿Brahms?—Senti sus pasos acercase pero no abrí los ojos, nesitaba un respiro solo uno. No, nesitaba ir y partirle la cara al imbécil de Jonathan, apenas y lo tuviera cerca lo haría a ñicos.

De pronto el torrente de agua se apaga, abro los ojos miró mis pies, la tina estaba a punto de rebalsar.

—¿Tomar una ducha con ropa, que pasa finalmente te has vuelto loco?—Lia sonríe ligeramente y me escanea, sabe perfectamente en el estado que me encuentro y no se aleja, porque siempre hace lo mismo.

Niego con la cabeza y trato de calmarme, no estoy listo para hablar y preguntarle porque mierda su ropa estaba sucia a los pies de la cama. Vuelvo a encender la ducha y a cerrar los ojos, repitiendo a mi mismo que no puedo sacar conclusiones apresuradas.

MyBOY. |Brahms Hellshire|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora