Capitulo 17: Un poco de calma.

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No hubo mucho que decir en las próximas horas, era como la calma antes de la tormenta, Lía sabía que cuando su tía llegara no sería bonito. Se prepara mentalmente para la discusión que tendrían, mientras Brahms yacía acurrucado a su lado profundamente dormido.

Ya a estás alturas no sabía que hacer ni como cuestionarse, porque en el momento que vio a Brahms cuando llegó, sintió una punzada en el corazón, y cuando vio que lloro mares en su pecho pudo sentir como si la apuñalaran una y otra vez, tal vez se había encariñado con el, se negaba a pensar que fuera otra cosa, no importaba cuánto lo pensará, no había cabida para tales sentimiento. No hay peor ciego que el que no quiere ver, si tan solo fuera más fácil.

El sol se escondía y no tardó en escuchar el sonido de un auto estacionar afuera, se levanto de la cama en la obscuridad. Pero algo la retuvo,  Brahms sostenía su mano, se aferra a  ella como si su vida dependiera de ello, esa punzada en el pecho volvió a surgir, ella acaricio su cabello y puso su otra mano sobre su agarre.

—Tengo que irme—Susurro lia—No tardaré mucho, guarda silencio y espera.

—Quedate...

Ella se separó con cuidado, por su tono de voz y su agarre tan suave parecía que aún está dormido, cerro la puerta y bajo, cruzó el pasillo y llegó a la sala de estar. Lo primero que vio al entrar fue a su tía sentada sobre el sofá con un cigarro en los labios.

—Pesaba que lo habías dejado—Acuso lía mientras caminaba hacia ella.

—Yo también pensaba lo mismo—Contesto su tía, quitó el exceso de las cenizas dentro de un florero con un pequeño toque, tenía los ojos hinchados y unas bolsas horribles cubrían sus ojos—Supongo que los malos hábitos nunca se van...

Sintió que una pena inmensa la invadió cuando finalmente la miro a los ojos, como explicar el remolino de emociones que la abordo. Sus ojos derrochaban una tristeza y desilusión abrumadora, haberla decepcionado era algo que nunca espero hacer.

—Supongo que es de familia—Dice lía en un tono leve, siente que su voz está a punto de quebrarse—No haré lo que me pides, no volveré allí otra vez.

—Te estás desmoronando, cielo, necesitas ayuda—Dijo dándole una calada a su cigarrillo.

—Que dices—Lia traga saliva y siente como un nudo de forma en su garganta—Estoy bien, estamos bien...

—Puedes mentirle a cualquiera pero a mí no niña, te conozco desde que usas pañales...yo diría que de mucho antes.

—Estamos avanzando, para que retroceder...

—Si estamos bien porque no le cuentas a tu querida tía la verdad, cuéntame porque faltan botellas de licor, cuentame sobre los cortes...cuentale a tu tía cuando volvieron los ataques—Exclama con severidad mientras se pone de pie y apaga el cigarro en la mesa de madera, dejando una visible marca.

—Juro por dios que lo controlo.

—Por dios lía, estuviste a punto de morir en ese hospital, un poco más y hubieras tenido una infección en los cortes—Guardo silencio un momento, ambas lo hicieron—¿Recuerdas el duelo de tu padre?

—¡Ni lo nombres esto no tiene nada que ver!

—¡bueno yo te refrescarte la memoria!—Exclamo mientras avanzaba hacia ella—¡Te refugiaste en alcohol tanto como pudiste, para ahogarte en tus penas y ausentarse de tu realidad, tu padre se pegó un balazo y lo único que hiciste fue beber hasta la inconsciencia!

—¡Que más querías que hiciera, perdí lo último que me quedaba en la vida!¡Y para colmo me volví una carga para ti, un parásito al cual sacar a flote!—Grito lía con el rostro lleno de lágrimas—¡Que fácil fue deshacerte de mi, dejándome tirada en aquella casa de locos, tu no sabes todo lo que viví allí adentro! No me hagas volver...

MyBOY. |Brahms Hellshire|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora