XVlll.- 10 mil pasos hacia atrás

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Estábamos agotados, trabajamos durante dos días seguidos sin dormir tomamos tanto café que podría jurar que mis labios tenían sabor a Moka, aproveche los minutos de descanso y ya que el teniente no paro de juguetear conmigo mientras trabajábamos vi pertinente devolverle un poco la jugada, me acerque hasta su habitación y entre sin pedir permiso viéndolo recostado mientras descansaba.

T/n- La próxima te golpeare por jugar de esa manera conmigo enfrente de todos.

No le di tiempo a responder, solo volteo para ver como me sentaba sobre su pelvis poniendo una de mis manos en su abdomen y la otra en su pecho con sus latidos avivados para sostenerme, apreciandolo desde arriba, lo vi abrir sus hermosos ojos con incredulidad.

T/n- ¿Qué, eres el único que puede acariciar mi espalda, cintura o incluso piernas con todos cerca pero yo no puedo tocarte ni un poco en privado?, ¿qué clase de democracia es esa?.

Se puso nervioso, sentí todo su cuerpo tensarse y ojalá no tuviera el pasamontañas porque apostaría que su expresión era impagable pude llegar a notar el rojo en su cara por el espacio de los ojos en este y me reí con suavidad mientras lo distinguía derritiéndose en su lugar pero eso no le impidió quitarse los guantes para sostener mis piernas con sus manos desnudas mi atención entera la tuvo en ese momento y pude ver de mejor manera su llamativo tatuaje notaba un ligero temblor en estas y me acomode cosa que lo hizo producir una queja ronca por el movimiento de mis caderas hasta que me incliné, descansando mi cabeza en su pecho y cuando eso paso su corazón estaba en calma…sonreí, me puso feliz pensar que fue por mi, que pudiera hacer que se acelerara y que al mismo tiempo terminará en calma me hizo sentir orgullosa de mi misma, acarició mi cabello por el cansancio al parecer terminamos durmiendo en esa posición quien hubiera pensado que terminaría durmiendo sobre él con sus brazos rodeandome de forma protectora hasta que…
Nos despertaron, esta vez era Gaz quien impaciente tocaba la puerta lo que me hizo levantarme y abrir, el solo dijo ¨Tienes que venir, AHORA¨ por su expresión desesperada era deducible que no pasaba nada bueno, salí corriendo a la sala principal y vi al capitán con el teléfono en el oído Konig a su lado escuchando con atención a lo largo de mi vida pensé que estaba preparada para todo, cualquier cosa, pero ese 12 de febrero el pasado me alcanzaría, colisiónandome con un choque de realidad para darme cuenta que no estaba preparada para el pasado, nunca lo estuve y aprovecharon eso reduciendome a cenizas.
el capitán dijo ¨ella está aquí¨ me acerqué tomando el teléfono cuando el capi me lo extendió mirándome y enseguida escuché una risa, esa puta risa…

-¨Es un placer hablar con usted de nuevo Sargento, por cierto…mi más sentido pésame por su padre es una lastima, se que era un buen hombre que desgracia que ya no esté para desactivar la bomba que tengo en mis manos.¨

Imaginarlo diciendo eso con una maldita sonrisa sádica me hacía hervir la sangre…enseguida me acerqué a mil aparatos para rastrear la señal.

-¨Creo que la cabeza humana tarda 34 minutos en explotar en un microondas, no lo comprobamos con tu papá queríamos que lo reconocieras, debería darme las gracias.¨

Escuchaba a través de la llamada como estaba moviéndose, el ruido de las calles transitadas y los autos me impaciento, a lo que Konig se acercó poniendo una mano en mi hombro para regresarme a mis 5 sentidos.

T/n- Ahora mismo cometiste una de las mayores cagadas en tu vida, me lo quitaste...ya no me queda nada que perder y ese fue tu error, voy a encontrarte y vas a suplicar por qué esos 34 minutos se conviertan en attosegundos.

-¨Ajaja…Te voy a esperar, y me alegraré cuando mueras¨

En ese momento me di cuenta que tenía que hacer durar un poco más el contacto si quería encontrarlo de forma más precisa.

 ♱●│𝐄𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞│●♱ ❱𝑮𝒉𝒐𝒔𝒕×𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂❰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora